Bumble se aferra a seguir mientras se desangra lentamente ante los golpes de los usuarios púgiles. Aunque el remate también atañe a sus primas hermanas Tinder o Meetic, entre algunas de las casi incontables aplicaciones de citas, Bumble es la indiscutible derrotada por la Generación Z, un grupo demográfico más jóven y con menos ingresos disponible que sus precedentes, los millennials, que vieron nacer a estas apps.
La realidad respalda que esta nueva masa de chaveas de hoy en día cuentan con una baja economía, por lo que pagar por encontrar una pareja ya no se considera una opción ni para los más desesperados en el amor. Este cambio generacional plantea un desafío para la industria de las aplicaciones de citas que, sin embargo, parecen hacer oídos sordos a esta mutación del perfil de usuario. De hecho, si se quiere ligar a través de Bumble, la única manera es pagando.
La única manera: pagar
“Es una basura de aplicación. En Bumble no se muestra mi perfil a la gente a no ser que pague. Tampoco puedo ver a los demás, sólo me salen fotos borrosas”, expresa sin tapujos Ismael Albert, que rehúsa pagar. En la misma línea, Marco Álvares confiesa que “es engañoso empezar un chat con la app gratis”. “He recibido un like de una chica y, obviamente, veo su foto borrosa porque no tengo ninguna opción de pago. Si hago clic en su foto, solo se me abre la pantalla con las opciones de pago. Entonces, ¿cómo diablo voy a poder dar un like a esa persona y ver si podemos chatear?”, cuestiona.
“Me acabo de dar cuenta de que en Bumble no sólo hay que pagar para poder conocer gente, sino también para poder ver con quiénes hiciste match. ¿Para qué funciona la aplicación?”, pregunta en la misma línea Nani Pérez. En la otra cara, la mayoría de internautas que apostaron por pagar no han corrido una buena suerte en temas del amor.
Ni pagando
Elena Denis avisa que “si no pagas, no puedes hacer nada, pero es que si pagas, te quedas igual pero sin el dinero en el banco”. “El algoritmo no funciona bien, sólo te muestran unas pocas personas al día y luego te dicen que no hay más gente en la zona. Te muestran perfiles que no van con lo que tu buscas. Además, es prácticamente imposible no haber podido generar una conversación en casi un mes. No la uséis y menos paguéis”, aconseja.
Francisco Flores ya pagó en su momento ante las limitaciones de Bumble sin opción de pago. “No voy a pagar de nuevo, la primera vez estuve seis meses pagando sin una sola conexión. No pierdan el tiempo, la app no sirve”, comenta.
La caída de Bumble
La emigración a otras aplicaciones de citas que pueden ser utilizadas sin depositar ni un euro es latente. También hay muchos clientes que han escapado de “dar likes y hacer matches” y que se han envalentonado a cortejar en el mundo real, sin filtros y con sólo la información que se consiga socavar en el cara a cara. En un artículo de The New York Times se remarca que “no hay suficientes jóvenes dispuestos a pagar por suscripciones a aplicaciones de citas —en parte porque los más jóvenes buscan cada vez más plataformas como Snapchat y TikTok para hacer conexiones— y no está claro cómo cambiar eso”.
“El número de usuarios de pago de la aplicación se redujo casi un 10 por ciento en 2023. [...] Bumble anunció que iba a despedir a un tercio de su plantilla en el primer semestre de este año. También redujo su previsión de ingresos para el primer trimestre, por debajo de las expectativas de Wall Street”, recoge el diario americano.
Ya no está de moda
Consumidor Global ha pedido la opinión a la psicóloga Rebeca Muñoz para conocer de cerca los detalles de esta estampida ratificada de Bumble. “No hay muchos estudios acerca de esto, pero, evidentemente, hay pocos ingresos y cada uno tiene sus prioridades. Muchos prefieren gastar el dinero en Netflix antes que en aplicaciones de citas”, expone.
“Personalmente creo que estas apps no dan muchos resultados y, de hecho, habiendo tanta variedad de aplicaciones de citas, ¿por qué se iban a molestar en pagar en una cuando las demás son gratis?”, reflexiona la experta. “Además, es posible que ya no estén tanto de moda como antes, cuando sí que se produjo un boom. No obstante, el principal problema es que habiendo otras aplicaciones de citas que sean gratis por qué me iba a descargar una en la que tengo que pagar”, añade. Bumble tiene difícil aguantar más golpes en el ring, sobre todo, si pide dinero a un perfil de usuario que no está dispuesto a derrochar.
La defensa de Bumble
Consumidor Global se ha puesto en contacto con Bumble para conocer su postura sobre la situación actual. “Firmes a nuestro compromiso de poner a las mujeres en el centro, en Bumble estamos centrados en ofrecer la mejor experiencia en el mundo de las citas a través de nuestra app. La descarga de Bumble es gratuita y en nuestra versión free ofrecemos la posibilidad de descubrir diferentes perfiles, hacer match y enviar mensajes, sin coste adicional”, defienden.
“Todos nuestros usuarios tienen acceso a funcionalidades como insignias de perfil, preferencias de búsqueda específicas, videollamadas, notas de voz y llamadas de audio, juego de preguntas y mucho más”, explican. “Sin embargo, ofrecemos diferentes modelos de pago dirigidos a ampliar la experiencia en Bumble, con las opciones de suscripción Bumble Boost y Bumble Premium, que incluyen funcionalidades y complementos adicionales”, finalizan.