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Roban los datos de un cliente y contrae sin saberlo una deuda de 5.000 euros con Movistar
Este consumidor había contactado con la compañía porque deseaba hacer una portabilidad, y tuvo que acudir a la Policía para solucionar el entuerto
Hacer una portabilidad suele ser un proceso bastante sencillo. Los operadores telefónicos han simplificado los trámites para facilitar el cambio de compañía a sus clientes, aunque hay consumidores que siguen recibiendo llamadas de entidades que no son quienes dicen ser, y también hay algunos que se llevan sustos por temas de permanencia.
Lo que no es habitual es que un consumidor descubra que debe un dineral a una compañía con la que hasta ese momento no tenía relación contractual. Es lo que le ocurrió a C. Montes con Movistar, una de las empresas líderes en el sector de telecomunicaciones en España.
Portabilidad no completada
En noviembre de 2022, este consumidor se planteó cambiarse de compañía telefónica y valoró las ofertas de distintas empresas. “La oferta que me hacía Movistar era interesante y solicité la portabilidad”, cuenta a este medio. No obstante, a pesar de que aportó la documentación necesaria, la operación no se completó en el plazo estipulado. Algo iba mal.
“La portabilidad no se hacía, se quedaba en pendiente y fui a preguntar qué ocurría. Me decían que estaba ‘en trámite’, y pasados unos días me empezaron a hacer preguntas: si había vivido en Barcelona o si había estado en Movistar anteriormente. No entendía esas preguntas”, recuerda Montes.
Deuda de 5.000 euros
Inquieto, acudió a otra tienda de Movistar para preguntar qué estaba pasando, por qué le interrogaban con esas cuestiones y por qué la portabilidad no se realizaba. “Ahí fue cuando me dijeron que tenía una deuda de unos 5.000 euros con Movistar por una línea de móvil que había contratado en Barcelona y que, durante una noche, había estado llamando simultáneamente a Argelia y Bulgaria desde Pakistán”, explica este consumidor.
“Obviamente, intenté conseguir por todos los medios ese contrato de línea telefónica, pero no lo logré. Acudí a la policía y puse una denuncia contando lo que ocurría”, agrega.
Deuda anulada
Una vez hecho esto, y todavía atónito, Montes se volvió a poner en contacto con Movistar para solicitar el contrato adjuntando la denuncia. Y, por fin, las aguas volvieron a su cauce: “Al día siguiente me contestaron afirmando que sentían la situación y que la deuda quedaba anulada”.
Eso sí, este consumidor apunta que “jamás conseguí ese contrato o alguna prueba del mismo”. Añade que el problema hubiera sido mayúsculo si no hubiera descubierto la presunta deuda en ese momento, puesto que por entonces andaba buscando una hipoteca para comprar su vivienda “y si me hubieran incluido en un fichero de morosos, no sé qué hubiera pasado”.
Agujero de seguridad
Al final, Montes no se cambió de compañía. “Me quedé en la que estaba. Viendo ese agujero de seguridad, quién sabe qué facturas podían llegarme teniendo un contrato verdadero. Menos mal que pude poner esa denuncia, porque fue determinante para que no le relacionaran con ese entuerto”, remarca.
El caso plantea una serie de interrogantes que Movistar no supo o no quiso resolver a este consumidor. Samuel Parra, abogado especializado en Derecho tecnológico y experto en ciberseguridad, plantea su hipótesis: “Alguien se dio de alta en Movistar con su DNI, un DNI que quizá el cliente había facilitado al alquilar un Airbnb o un servicio similar. También cabe la posibilidad de que alguien hackease una base de datos en la que figuraba ese DNI y lo utilizase para darse de alta”, razona.
Números de tarificación adicional
“Una vez obtenido ese DNI, dan de alta la línea y, hecho esto, lo que probablemente ocurrió es que estuvieron llamando durante toda la noche a números de tarificación adicional para que alguien, en esos países, recibiese dinero”, expone Parra.
“Si llamas a un 906, o al equivalente de un 906 en Bulgaria, el propietario del teléfono se lleva un dinero. De esa manera, el presunto estafador obtiene un beneficio económico. Lo que no tiene sentido es que abra una línea falsa solo para hablar una noche con alguien”, arguye.
Sanciones de la Aepd
Parra apunta además que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ya ha sancionado, en alguna ocasión, este tipo de irregularidades. “Hay compañías que han recibido multas por tramitar altas a números de teléfono sin verificar bien que el propietario era quien decía ser”, señala.
“De hecho, si esta persona hubiera denunciado el caso en la AEPD, le habrían puesto una multa a Movistar casi con toda seguridad”, considera. “No es algo que ocurra todos los días, pero pasa. Si miramos las denuncias que hay en la agencia, podemos ver que es algo que pasa unas 10 o 15 veces al año como mínimo, porque esas son las denuncias que salen adelante”, cifra el experto.
La postura de Movistar
La versión que la compañía ha dado a Consumidor Global coincide con la de Parra, pero no asume responsabilidades. "Se trata de una suplantación de identidad. Conscientes del creciente número de casos de fraude de diverso tipo, desde Telefónica implantamos todas las medidas necesarias para luchar contra cualquier modalidad de fraude que pueda afectar a nuestros clientes. Cabe destacar por ejemplo, el despliegue de soluciones de biometría y de Know Your Customer, entre otras, para verificar la identidad de los usuarios", señalan.
"Además, desde Movistar lanzamos periódicamente campañas con una serie de recomendaciones generales para evitar fraudes como no incluir datos personales en webs o soportes que no garanticen la confidencialidad de esos datos. Añadir también la colaboración con los grandes operadores del sector Telco (compartición de casos siempre cumpliendo todas las garantías legales de protección de datos), al ser un tema que afecta a todo el sector", agregan estas fuentes.
Quejas en redes
El caso de Montes es preocupante, y no es el único. “He recibido una factura de un televisor por 1.500 euros que no he pedido. Suplantación de mi identidad en Movistar. Es la segunda vez que me pasa, la anterior con dos iPhones de alta gama”, decía un usuario en X.
“El lunes descubrí que estoy en morosos por una deuda que hay en mi nombre porque en una provincia de las Islas Canarias han contratado internet con mi DNI. 10 días sin respuesta. Soy clienta vuestra desde hace 10 años…”, lamentaba otra.