Las compañías de teléfono son expertas en irritar a los usuarios. En ocasiones, los consumidores se percatan de que alguna operadora les ha dado de alta sin su consentimiento. Es lo que se conoce como slamming, una práctica fraudulenta típica del sector de las telecomunicaciones.
Los afectados incluso reciben facturas de una operadora con la que no tienen ningún contrato. Sin embargo, este tipo de situaciones se pueden reclamar. Te explicamos cómo hacerlo.
Reclamación a la AEPD
Las víctimas de slamming tienen dos vías para reclamar. Pueden presentar un escrito ante la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información o denunciar ante la Agencia Española de Protección de Datos (Aepd), según informan desde Facua.
Además, cabe recordar que si se confirma la irregularidad, los usuarios tienen derecho a anular las facturas emitidas incorrectamente o cobradas, así como las cuotas de alta o baja indebidamente aplicadas.
Cómo reclamar en cuatro pasos
La reclamación debe seguir una serie de pautas para que sea eficaz. Según la OCU, el primer paso es presentar una queja formal al servicio de atención al cliente de la compañía telefónica. Los usuarios tienen un plazo de un mes y siempre es mejor hacerlo por escrito.
Si la operadora no responde o la respuesta no convence al usuario, hay que acudir a la Junta Arbitral de Consumo de la comunidad autónoma: los internautas tienen un plazo de tres meses. Si la operadora no se somete al arbitraje, entonces hay que dirigirse a la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones. En caso de que la compañía no acate la resolución, la última opción es trasladar la denuncia a los tribunales poniendo una demanda.