Ya en el colegio me sentaba de cualquier manera. La costumbre de adoptar una mala postura me siguió durante la adolescencia en el instituto y, más tarde, persistió en los años universitarios. Ahora, en la redacción, paso horas y horas encorvada sobre el teclado, con las piernas entumecidas y la espalda dolorida.
FlexiSpot, la empresa especializada en ofrecer una moderna estación de trabajo de oficina en casa, me ha dado la oportunidad de probar uno de sus últimos lanzamientos: la silla ergonómica BS12 Pro. Tal y como me adelantan desde la marca, esta silla destaca por sus tres botones de fácil ajuste, un respaldo dinámico y un diseño aerodinámico que añade un atractivo estético a cualquier espacio de trabajo. Aprovecho mi jornada laboral para probarla y comprobar si ofrece resultados significativos para personas que, como yo, están acostumbradas a no sentarse correctamente.
Un montaje complicado
Recibí una enorme caja de aproximadamente 23 kilogramos. Al abrirla, encontré la silla desarmada en varias piezas: asiento, patas, ruedas, reposabrazos, reposacabezas, pistón y tornillos, junto con las instrucciones de montaje. Cabe destacar que la empresa no cobra por el envío a domicilio, pero tampoco ofrece la opción de un servicio de montaje. Yo no soy muy habilidosa y las instrucciones me parecieron un verdadero jeroglífico.
Montar la silla de FlexiSpot requiere al menos dos personas. Con ayuda, logro encajar todas las piezas, siendo la parte más complicada ajustar el último tornillo del reposacabezas con una llave inglesa especial incluida. En total, el tiempo invertido en completar el montaje fue de unos 20 minutos.
Un diseño aerodinámico funcional y atractivo
La BS12 Pro cuenta con un diseño aerodinámico que no sólo es funcional sino también atractivo, añadiendo un toque de elegancia a mi espacio de trabajo. Su estructura esbelta y moderna se complementa con una paleta de colores neutros (negro o gris) que se integra fácilmente en diversos entornos de oficina. Una de las características más notables es su respaldo dinámico, diseñado para adaptarse a los movimientos del cuerpo, proporcionando un soporte continuo que ayuda a mantener una postura correcta durante largas jornadas de trabajo.
Como la misma marca avanzaba, FlexiSpot ha integrado tres botones de fácil ajuste que permiten personalizar la silla a las preferencias individuales, ajustando el asiento en inclinación, altura y profundidad. El respaldo dinámico se adapta a los movimientos naturales del cuerpo, proporcionando soporte constante, especialmente en la zona lumbar, crucial para largas horas de trabajo.
Mi experiencia
Después de usar la BS12 Pro durante mis ocho horas de jornada laboral, puedo decir que ha transformado mi experiencia de trabajo. La facilidad con la que se puede ajustar la silla significa que es fácil cambiar de postura a lo largo del día, lo que ha sido crucial para mantenerme cómoda y productiva.
El respaldo dinámico es particularmente destacable, ya que ofrece un soporte que se adapta de manera natural a mis movimientos, algo que no había experimentado con otras sillas ergonómicas. Además, debo decir que el asiento es notablemente cómodo, dando la sensación de estar acolchado. Sin embargo, sólo tiene una sección acolchada en la parte frontal; la mayor parte de nuestro peso descansa sobre la tela Wintex de Corea.
Las pegas
Quizás una de las mayores pegas que puedo señalar en el uso diario de la silla son los reposabrazos. Giran con demasiada facilidad, incluso cuando los uso para levantarme de la silla (algo que hago con frecuencia), se mueven de un lado a otro con tan solo aplicarles un poco de presión. Bajo mi juicio, añadiría un sistema de bloqueo, similar al que tienen para regular su altura.
Por otro lado, a pesar de la comodidad y ergonomía que ofrece la BS12 Pro, su precio de 499,99 euros me parece bastante elevado en comparación con el de otras sillas de oficina, que suelen costar entre 50 y 300 euros. También resulta caro en relación con las sillas gaming, cuyo precio oscila entre 100 y 500 euros. Sin embargo, la salud es sumamente importante, y si consideras gastar un extra en un colchón o un sofá, este razonamiento también puede extrapolarse a una silla o un escritorio, especialmente si teletrabajas o pasas muchas horas sentada, como es mi caso.