Patrick Sievers (Unna, Alemania, 1988) empezó desde abajo, como becario en prácticas de Seat, y en apenas una década ha puesto el turbo hasta convertirse en el responsable global de marketing de Cupra, la marca rebelde del Grupo Volkswagen.
Este joven alemán ha estado en la fábrica de Martorell (Barcelona), ha investigado a fondo el mercado automotriz y ha presentado sus análisis de la competencia a los jefes. También ha desarrollado las estrategias de marketing de los últimos modelos de Seat y ha sido la mano derecha del CEO de Cupra, Wayne Griffiths. Pero, sobre todo, Sievers ha inspirado al mundo desde Barcelona.
El becario de Seat
Patrick Sievers se licenció en Ciencias Económicas por la universidad Fachhochschule Dortmund y un año después entró a trabajar en la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) con un contrato de prácticas.
Lo cogieron. Después de encadenar dos contratos de prácticas, la compañía apostó por él y lo trasladó a la sede de Seat en Weiterstadt (Alemania) para elaborar análisis de la competencia, preparar actividades de lanzamiento de nuevos modelos y elaborar presentaciones para el director general, entre otras funciones.
La mano derecha de Wayne Griffiths
La eficacia de sus estrategias de marketing y producto para Seat, su meticulosidad y visión de marca le llevaron de nuevo a Barcelona para ser el asistente ejecutivo del CEO de Cupra, Wayne Griffiths, entre 2017 y 2019.
Un trampolín que aprovechó para seguir aprendiendo, ganarse la confianza del big boss y convertirse en el responsable global de experiencia de marca de Cupra, una firma que en 2018 se independizó de Seat -hasta entonces formaba parte de su división deportiva- y que durante los últimos años se ha convertido en una de las marcas más atractivas del Grupo Volkswagen, especialmente entre el público joven.
El mayor logro de Patrick Sievers
“Desde que asumí el cargo de head of marketing en Cupra en marzo de 2024, uno de los logros más destacados ha sido la World Premiere del nuevo Cupra León y del nuevo Cupra Formentor que celebramos en Madrid (Palacio de Cibeles) en abril”, expone Patrick Sievers en declaraciones a Consumidor Global.
Este evento, que tuvo lugar en el corazón de Madrid, “marcó el punto culminante de semanas de trabajo en equipo donde se unieron diferentes áreas de la compañía y agencias creativas para presentar las respectivas campañas “Red Thread” (para el nuevo Cupra León) y “Obsesión” (para el nuevo Cupra Formentor). Sin duda, ha sido el logro más grande hasta el momento”, añade el joven directivo.
La jornada laboral del responsable global de marketing
“Mi jornada comienza alrededor de las 8:00 horas de la mañana, cuando conduzco mi Cupra León hacia nuestra sede central (Cupra HQ)”, relata Sievers. “Aprovecho el trayecto para hacer las primeras llamadas telefónicas. Mayoritariamente, me comunico con nuestro chief brand officer, Ignasi Prieto (mi jefe), para discutir temas urgentes o ideas que puedan impulsar la marca”, prosigue.
Una vez en la oficina, “comienza el maratón de reuniones con los diferentes equipos de marketing. Revisamos el progreso de los diversos proyectos, exploramos nuevas oportunidades y nos reunimos con agencias creativas. Disfruto mucho de este intercambio de ideas con los equipos. Es importante destacar que, en su mayoría, trabajamos de forma presencial, ya que valoramos el trato directo y personal. Estoy convencido de que esta cercanía ha sido clave en el desarrollo de la marca”.
Las presentaciones a los inversores
“Si tenemos tiempo para comer, intentamos desconectar y charlar con el equipo. Estas semanas, por ejemplo, hemos discutido sobre los resultados de la Eurocopa, lo que ha supuesto un desafío para mí como alemán, especialmente desde que España es la campeona”, desvela Sievers.
Por las tardes, “suelo dar presentaciones de marca a nuestros Cupra másters o inversores de todo el mundo, quienes nos visitan con frecuencia. Luego, dedico unas dos horas a revisar correos electrónicos y algunos informes”, sentencia.
El futuro de Cupra
También le hemos preguntado a Sievers cómo ve a Cupra dentro de cinco años, y el directivo está convencido de que la marca del Grupo Volkswagen seguirá siendo “una marca que inspira al mundo desde Barcelona, siendo una marca rebelde que empuja a las nuevas generaciones a cumplir sus sueños”.
En los próximos años, “quiero ver una marca Cupra que siga demostrando que el futuro es eléctrico, que los coches eléctricos y electrificados pueden molar, generar emociones, ser performance y enamorar a la gente joven. Nuestra ambición es que Cupra sea una marca totalmente electrificada para 2030”, apunta Sievers, quien añade: “veo a Cupra como una marca cada vez más global, ya que nos ilusiona llevar este espíritu y esa rebeldía a muchos más países del mundo, entre los que destaca Estados Unidos, nuestro gran objetivo para el final de la década”.