Suenan las máquinas, cintas transportadoras ruedan y ruedan sin parar mientras distribuyen por todo el almacén 200.000 paquetes diarios. El olor a cartón, el ruido y el ajetreo protagonizan la jornada de los más de 50 trabajadores que se ocupan de clasificar y preparar para envío los paquetes que van llegando entre los que hay, sobre todo, ropa.
Son muchos los consumidores que reciben semanalmente e incluso a diario paquetes en sus casas o en puntos de recogida. Un gesto que se consigue con un par de clics al confirmar una compra o envío, pero ¿cómo es la vida de un paquete hasta que llega a nuestras manos? InPost, la compañía especializada en envíos a no domicilio, ha mostrado cómo son las instalaciones de su centro logístico en Alcalá de Henares, en Madrid, para conocer más en detalle la vida de los paquetes.
Envíos a no domicilio: una opción que reduce tiempos e incidencias
Consumidor Global se ha colado en este almacén de más de 5.000 metros cuadrados desde donde se distribuyen paquetes, junto a otros centros, a todos los puntos de la región ibérica. InPost cuenta con la ventaja de estar especializada en envíos a no domicilio, una operatividad que, según cuentan, “reduce tiempos e incidencias”.
La compañía, además, acaba de alcanzar en España y Portugal los 10.000 Puntos Pack y Lockers, convirtiéndose así en la mayor red con puntos propios de la región ibérica. En un año han instalado 1.000 lockers y buzones inteligentes y esperan seguir aumentando este número en los próximos meses.
200.000 paquetes al día
En el centro logístico de Alcalá de Henares, la cinta transportadora está funcionando las 24 horas del día y el volumen de paquetes que se manejan a la semana está en torno al millón y medio, cerca de 200.000 diarios.
“Lo importante es que cada movimiento que hace el paquete tiene un evento virtual asignado que se registra en el sistema, por lo que está siempre controlado”, explica Carlos Morales, responsable de logística de InPost. El profesional cuenta que este almacén trabaja día y noche con tres turnos de trabajo y con carretilleros las 24 horas del día.
Del camión al buzón
Los paquetes llegan en camiones o furgonetas que entran por alguno de los 28 muelles que hay en el centro para después clasificarlos. “Primero se amontonan en lo que llamamos la playa de inyección y después pasan a la cinta de escáner que separa cada uno de los paquetes en función del cliente y el destino”, señala Morales. En ese escáner también hay una cámara que fotografía cada uno de los paquetes en alta definición por si ocurre alguna incidencia en algún momento del proceso y es necesaria su revisión.
En esa playa de inyección hay paquetes de todo tipo, pero abundan las etiquetas de AliExpress y de muchas marcas de ropa del grupo Inditex. También de Shein, uno de los clientes más importantes de la compañía.
Garantizar la seguridad del paquete
Después de bajar por una de las 12 rampas que tiene la cinta, los paquetes se vierten en unos sacos numerados. Cada uno de esos sacos está asignado a un locker o punto de recogida distinto. “El trabajador no sabe nunca a dónde va a ir ese paquete, solo tiene una referencia numérica”, indica el responsable de logística de InPost.
Juan Campos es el responsable de seguridad de InPost. Él y su equipo se encargan de asegurar que el pedido llega a su destino sin ninguna incidencia y que “el paquete esté siempre donde tiene que estar”. “La tasa de incidencia es muy baja, pero siempre puede haber errores o fallos. Hay que tener en cuenta que está todo trazado y en el momento que algún consumidor reporta que no ha recibido un paquete mi equipo y yo revisamos todos los pasos del proceso y las cámaras para detectar en qué momento se ha producido el fallo, explica Campos a Consumidor Global.
Un modelo cada vez más presente
Uno de los valores que alardea el grupo InPost es la sostenibilidad gracias a la optimización de rutas. Se consigue con un modelo de envíos a no domicilio que permiten “mayor libertad y eficiencia”, cuentan. Julio Suero, jefe de red de InPost en España y Portugal ha concluido la visita con una reivindicación del modelo de envíos a no domicilio.
“En 2023 hemos superado la cifra de 892 millones de paquetes entregados en los Punto Pack y Lockers que hay en toda Europa. Un crecimiento del 20% con respecto a 2022 que evidencia el éxito de este modelo. Cada vez hay más gente que prefiere esta opción por la comodidad y libertad que ofrece”, concluye.