“Simulando que quería vender unas revistas, un individuo empujó dos veces a mi cuñado mientras estaba sentado en un bar de Zaragoza. A pesar de que mi cuñado trató de quitárselo de encima, al final le robó el móvil”, comienza a relatar a Consumidor Global Andrés Moreno Galindo en nombre del afectado, Miguel Navarro. La exasperación por lo ocurrido se apaciguó cuando la víctima recordó que el dispositivo adquirido en MediaMarkt por 450 euros (Galaxy A35 5G) contaba con un seguro antirrobo.
Al reclamar a la cadena de la electrónica, los empleados comunicaron al familiar de Moreno que la calamidad que le ocurrió se trataba de un hurto y que, por lo tanto, no quedaba cubierto por el seguro de 12,19 euros mensuales. “El agente de policía que redactó la denuncia escribió que el ladrón se apoyó en el hombro de mi cuñado, lo cual no ayuda a calificarlo como robo”, contempla el portavoz, que avisa de que la queja no es sobre si realmente es un robo o un hurto sino “sobre la manera en la que la empresa vende este tipo de seguros”.
Se venden sin dar detalles
Según Moreno, MediaMarkt ofrece estas coberturas antirrobos sobre la marcha y sin ofrecerle al cliente un detalle sobre qué supuestos no quedan cubiertos por el seguro. “Proponen un seguro contra robo y roturas, y claro, dado el importe de la cuota mensual de 12 euros sobre los 450 que cuesta el móvil, se da a entender que cualquier tipo de sustracción queda cubierta, lo cual no es cierto”, argumenta.
“La negativa de MediaMarkt ha sido tajante y se acogen a lo que figura en el contrato de seguro, donde efectivamente se menciona robo y no hurto, pero entiendo que la forma de ofrecer este producto no es correcta dado el elevado importe de las cuotas mensuales en relación con el precio del aparato”, insiste el familiar del agraviado. Pero, ¿cómo se interpreta que es un robo y no un hurto?
Todo tiene su letra pequeña
“Un seguro antirrobo como este debería cubrir el teléfono móvil y su sustitución, pero todo tiene su letra pequeña”, expone a este medio el abogado Iván Rodríguez. El profesional identifica la acción como un hurto, de hecho, así lo califica el Código Penal. “El hurto es aquel tipo penal donde A sustrae con ánimo de lucro a B. Además el tipo penal exige que la cuantía de lo sustraído exceda los 400 euros. ¿Cuál es la diferencia con el robo? El uso de la fuerza, violencia o intimidación”, define Rodríguez.
No obstante, el abogado puntualiza que las compañías, como MediaMarkt, ponen como una limitación el hurto en el apartado de seguro antirobo. “El hurto no deja rastros. Alguien te mete la mano en el bolsillo, se lleva el móvil y, listo, no te das cuenta. O, lo mismo has sido tú y estás denunciándolo”, expresa Rodríguez. De esta manera, las empresas para evitar una denuncia falsa se desentienden cuando no se trata de un robo propiamente dicho.
Las empresas deben dar más detalles
Ródriguez apunta que la problemática reside en no saber diferenciar por parte de la población entre hurto y robo. “Es algo normal, pues no todo el mundo va a tener conocimientos jurídicos exactos en todo”, considera.
“Está claro que MediaMarkt debería tener un propio apartado de venta de seguros, con personas especializadas y que sepan aclarar dudas, sobre todo, que hagan saber al consumidor qué está firmando”, apunta el abogado que, pese a que asume que el contrato ofrecido por MediaMarkt es legal, la empresa debe tener en cuenta que el “seguro antirrobo” tiene una connotación quizás distinta a lo que pueda llegar a entender la gente.
Por qué las compañías evitan los seguros antihurtos
“Las compañías evitan asumir la responsabilidad por los hurtos, ya que la mayoría de las veces se producen por un descuido”, destaca Juan Ignacio Sanz, abogado especializado en derecho penal del bufete Sanz Cabrejas. “Existen seguros que también cubren las sustracciones por hurto, pero, lógicamente, al ser más alto el riesgo que asumen, el importe de esas pólizas es más alto también”, apunta.
“La problemática es que algunas personas se inventan una historia en la que denuncian haber sido víctimas de un robo con intimidación y, en consecuencia, explican una relato falso en la que hacen referencia, por ejemplo, a que les han sacado un cuchillo para quitarles el teléfono, etc.”, ejemplifica Sanz. “Como la policía sabe que estas denuncias en muchas ocasiones son falsas, tratan de comprobar los hechos a través de cámaras de seguridad de los cajeros automáticos, de la vía pública, etc. Si ven que los hechos se han producido de otra manera, es el denunciante de la sustracción, quien acaba siendo denunciado por un delito de simulación de delito e intento de estafa al seguro”, concluye.
Consumidor Global se ha puesto en contacto con MediaMarkt para conocer su postura sobre los hechos, sin embargo, al término del reportaje este medio no ha recibido ninguna respuesta por parte de la compañía.