Una lavadora de MediaMarkt “secuestra” durante tres semanas la ropa de una clienta

Aunque su historia podría parecer una más, en el caso de Patricia Balboa, la compra de una lavadora se convirtió en un símbolo de desasosiego. Todo comenzó cuando adquirió este electrodoméstico por 230 euros en una de las tiendas de MediaMarkt. El producto llegó puntualmente y fue instalado por los técnicos. Al principio, nada fuera de lo común. Metió la ropa, cerró la puerta y encendió el ciclo de lavado, confiando en que, al terminar, tendría la colada limpia. Pero cuando el ciclo terminó y trató de abrir la puerta, no hubo forma de hacerlo. La lavadora, aparentemente funcional, se había bloqueado.

“Seguí los pasos que me indicó el servicio técnico al llamar, pero nada. Ni los trucos ni los botones mágicos funcionaron. Una semana con la ropa secuestrada en la lavadora y lo único que me decían desde MediaMarkt era que se pondrían en contacto conmigo para llevársela. Pero las semanas pasaban y ellos no daban señales de vida”, cuenta Patricia a Consumidor Global. Esa primera semana de incertidumbre fue solo el comienzo. 

Mediamarkt hace oídos sordos durante tres semanas

Durante tres semanas, Patricia llamó una y otra vez  al servicio de atención al cliente de la cadena alemana de electrónica intentando que alguien acudiera a recoger la lavadora defectuosa. Cada día la misma respuesta: “Nos pondremos en contacto”. Pero nadie lo hacía. Mientras tanto, dentro de la lavadora, su ropa se iba deteriorando, empapada y atrapada, sin posibilidad de ser rescatada. “La ropa que está ahí dentro vale mucho más que la propia lavadora. Después de tres semanas, ya te puedes imaginar cómo debe estar”, relata la agraviada.

Lo que Balboa no podía hacer era quedarse de brazos cruzados. “No tenía ropa para el trabajo. Tuve que empezar a comprar más prendas para poder seguir yendo a la oficina. Para el resto de la ropa, ya no me quedaba otra que utilizar una lavandería”, confiesa. Ante la falta de soluciones y con la certeza de que MediaMarkt no iba a resolver el problema de inmediato, Patricia no tuvo más opción que comprar otra lavadora. Una inversión que, por supuesto, no había previsto.

Otra lavadora por 235 euros

“Tuve que comprar otra lavadora por 235 euros. Eso sí, en otra tienda, porque en MediaMarkt no compraré nunca más”, enfatiza a este medio. “La situación era insostenible. Cada vez que llamaba me daban largas y eso que llamé veintemil veces. Hasta mi sobrino, mi hijo y mi hermano intentaron abrir la puerta de la lavadora, pero nada. Nadie podía con ella. Estaba completamente bloqueada”, explica.

Según Patricia, lo más frustrante fue la falta de respuesta efectiva por parte de la tienda. “MediaMarkt se comprometió a venir a recoger la lavadora el lunes 7 de octubre. Esperé todo el día, pero no apareció nadie. Al día siguiente, tampoco. Finalmente, el 9 de octubre, después de semanas de llamadas, vinieron a recogerla. Pero para entonces, el daño ya estaba hecho: la ropa estaba perdida, tuve que comprar otra lavadora y el desgaste emocional fue enorme”, lamenta la afectada.

MediaMarkt lamenta lo ocurrido

“Desde MediaMarkt lamentamos la situación en la que se ha encontrado esta consumidora”, han expresado desde la cadena de electrónica en respuesta a este medio al ser consultados por su postura oficial. “Si bien es cierto que por cuestiones de privacidad no podemos revelar información a terceros sobre gestiones de situaciones de nuestros clientes, siempre hacemos todo lo posible por ser lo más ágiles en todos los casos de asistencia, sea en cambios o en reparaciones”, aseguran las mismas fuentes. 

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“Sin embargo, a veces la resolución de estos casos puede sufrir alguna demora, por lo que seguimos trabajando día a día para ofrecer las mejores experiencias a nuestros clientes”, concluye la compañía.