Kia pone en peligro la seguridad de una familia desde hace seis meses con un coche ‘sin marchas’

La marca de automóviles se niega a asumir la responsabilidad por los fallos recurrentes de un vehículo nuevo de 20.000 euros

Un concesionario de Kia y el vicepresidente de ventas y experiencia de cliente de Kia Europa, Carlos Lahoz / FOTOMONTAJE CG
Un concesionario de Kia y el vicepresidente de ventas y experiencia de cliente de Kia Europa, Carlos Lahoz / FOTOMONTAJE CG

Una tarde de verano, Rosa Vara de Rey se encontraba conduciendo por la A3, acompañada de su familia. Era un trayecto habitual, de esos que casi se hacen en piloto automático, hasta que, de repente, algo falló. Intentó reducir de quinta a cuarta marcha, pero nada ocurrió. El coche quedó en punto muerto. 

Fue aterrador. De repente, estás a merced de la inercia, sin control. Solo podía pensar: ‘Si alguien viene detrás, nos golpea y nos lleva por delante’”, recuerda Vara de Rey.

El sistema de marchas

“Desde verano, Kia lleva poniendo en peligro mi seguridad y la de mi familia”, denuncia Rosa. El problema radica en el sistema de marchas de su coche, que ha fallado en cuatro ocasiones en apenas seis meses. 

Las marchas de un coche   GOOGLE
Las marchas de un coche / GOOGLE

No hablamos de un coche viejo ni de segunda mano. La joven compró un Kia Stonic kilómetro 0 en 2022 en un concesionario oficial, confiando en que estaba adquiriendo un vehículo fiable y en perfecto estado. “Me aseguraron que todo estaba impecable, y durante 2023 no tuve ningún problema. Pero en julio de 2024, comenzó la pesadilla”, cuenta Rosa Vara de Rey a Consumidor Global.

El primer fallo

El primer fallo ocurrió a finales de junio, cuando las marchas dejaron de funcionar. Ni primera, ni segunda, ni marcha atrás. “Tuve que llamar a la grúa y dejar el coche en el taller. Me dijeron que las piezas tenían que venir de Corea, así que estuve sin coche durante un mes”, explica. 

En esa ocasión, le proporcionaron un vehículo de sustitución, pero la tranquilidad fue breve. En agosto, Rosa recuperó su coche; en octubre, las marchas fallaron de nuevo.

El peligro en la carretera

Esta vez, la experiencia fue aún más frustrante. Rosa no solo volvió a quedarse sin coche, sino que tampoco le dieron un vehículo de sustitución. “Me dijeron que no tenían ninguno disponible. ¿Qué haces en ese caso? Tienes que arreglártelas como puedas, mientras ellos intentan solucionar un fallo que ya había pasado antes”, destaca.

La tercera avería llegó una semana después de que Rosa recogiera el coche el 30 de octubre. “A veces, las marchas se quedaban atascadas. He llegado a arrancar en segunda porque si una marcha se queda puesta, ya no sale”. Cuando el taller admitió no saber cómo resolver el problema, escaló el caso a Kia España. La respuesta fue cambiar una pieza, pero el tiempo de espera fue el mismo; un mes sin coche funcional.

Kia sabe que conduce un coche defectuoso

Lo más alarmante, según la afectada, es que Kia era consciente de que estaba conduciendo un coche defectuoso. “Sabían que las marchas no funcionaban bien y que podía tener un accidente. Aun así, no me ofrecieron ninguna solución real”, critica Vara de Rey.

El problema ha evidenciado un conflicto que trasciende el vehículo, relacionado con la falta de claridad entre el concesionario y el fabricante (cuyo vicepresidente de ventas y experiencia de cliente de Kia Europa es Carlos Lahoz) sobre quién debe asumir la responsabilidad. Mientras Kia le asegura que cualquier cambio de vehículo o reembolso depende del concesionario, este último señala que es decisión de Kia.

Un coche de 20.000 euros

“Es un coche que cuesta más de 20.000 euros, híbrido y ecológico, y lo único que me dicen es que lo repararán cada vez que falle. ¿Cuántas veces más tengo que pasar por esto?”, se pregunta Rosa.

Un Kia en circulación / UNSPLASH
Un Kia en circulación / UNSPLASH

Cansada de esperar, la agraviada decidió acudir a redes sociales. Sus publicaciones han generado cientos de interacciones, y ha llegado a etiquetar a figuras como Rafa Nadal, embajador de Kia, para dar más visibilidad a su caso. “No pienso quedarme callada. Esto no solo es por mí, sino por la seguridad de mi familia y de todos los conductores que puedan cruzarse conmigo en la carretera”, hace hincapié.

Denuncias en Legalitas y la OCU

Vara de Rey también ha recurrido a organizaciones como Legalitas y la OCU para buscar apoyo legal. Kia España, presionada por la atención pública, ha contactado con ella, pero hasta el momento no se ha ofrecido una solución definitiva.

¿Cómo deberían actuar las marcas automovilísticas ante fallos graves y recurrentes? ¿Es suficiente con reparar el mismo problema repetidamente, o deberían ofrecer soluciones más contundentes, como el cambio del vehículo? Para Rosa, la respuesta es clara: “Esto es una vergüenza. No han garantizado mi seguridad ni la de nadie en la carretera conmigo. Es como si no les importara”.

Consumidor Global se ha puesto en contacto con Kia para conocer su postura oficial al respecto, pero al término de este reportaje no se ha obtenido respuesta alguna por parte de la marca.

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