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Entramos en la primera cámara acorazada privada de alquiler de cajas de seguridad en España

El holding irlandés Vaults Group construye un búnker en el centro de Barcelona para que los clientes guarden sus bienes más preciados desde 400 euros al año

Teo Camino

El director de Vaults Group, Seamus Fahy, abre una caja de seguridad en la cámara acorazada de Barcelona / SIMÓN SÁNCHEZ

Barcelona tiene un nuevo inquilino. Justo al lado de Plaza Urquinaona, en el sótano de un edificio sin aparcamiento se ha instalado Barcelona Vaults, una empresa irlandesa que ha invertido 2 millones de euros para blindar las paredes con acero, plagar el subterráneo de cámaras y construir la primera cámara acorazada privada que alquila cajas de seguridad en España.

¿Entramos?

Así es el primer centro privado de alquiler de cajas de seguridad

Al cruzar la doble puerta del número 6 de la calle Ausiàs March, da la sensación de estar en un banco. Una vez dentro, hay que traspasar dos puertas más que sólo se abren con código, bajar 29 escalones hasta el silencioso sótano, una puerta más, otra, cruzar la primera barrera de la bóveda, el pasillo de ronda y acceder a una sala con 800 cajas de diferentes tamaños y una imponente puerta blindada como la de La Casa de Papel que protege otra sala.

El director de Barcelona Vaults abre la cámara acorazada / SIMÓN SÁNCHEZ

“Barcelona Vaults es el primer centro privado de alquiler de cajas de seguridad fuera del sistema bancario en España”, explica Seamus Fahy, director de la compañía, quien asegura que su cámara acorazada está protegida con la seguridad y la tecnología más avanzada, "superando ampliamente el modelo de cajas fuertes ofrecido por los bancos”. En concreto, de la construcción de la bóveda se ha encargado la empresa española Ferrimax, líder en el sector de la seguridad física con más de 40 años de experiencia.

¿Cuánto cuesta una caja de seguridad en Barcelona Vaults?

Durante la visita de prensa llega un cliente y pregunta: "¿Alquiláis cajas fuertes?". "Sí". "¿Me podéis dar el precio?". Y uno de los empleados de seguridad le entrega una cartilla donde figura el precio de cada caja. La de menor tamaño (7,8 x 42,5 x 22,7 centímetros) cuesta 400 euros al mes, mientras que la mayor (63,8 x 42,5 x 33 cm) sale por 4.100 euros anuales.

Los diferentes tamaños de las cajas de seguridad de Barcelona Vaults / SIMÓN SÁNCHEZ

Con el cierre masivo de oficinas, "los bancos han dejado de ofrecer este servicio, que antes sólo era para clientes VIP, por el que podían llegar a cobrar 400 euros mensuales y te hacían pagar por visitar la caja. Nosotros hemos venido a popularizar y democratizar las cajas de seguridad", señala Fahy, cuyo holding ya tiene once cámaras acorazadas en Irlanda y Reino Unido.

"Nuestros clientes son gente paranoica"

Llegados a este punto, uno se pregunta quién alquila estas cajas de seguridad y qué guardan en ellas. "Todos nuestros clientes son paranoicos. Temen robos, crisis financieras y corralitos. Piensan que irán a sacar dinero al banco y no saldrá nada. Por eso tienen oro y confían en nosotros", desvela el empresario irlandés.

Todas las cajas están aseguradas y los clientes suelen depositar joyas, relojes, oro, plata y cualquier cosa valiosa de tamaño reducido. Hay bufetes de abogados que las utilizan para guardar documentos e inversores que protegen las claves secretas de sus criptomonedas, "aunque, realmente, nadie sabe qué hay en las cajas", apunta Fahy.

Cómo funciona

Cualquiera que lo desee puede alquilar una caja de seguridad en Barcelona Vaults presentando el DNI y sometiéndose a un reconocimiento del iris. Al contratar el servicio, el cliente accede a la cámara acorazada con un vigilante, saca su caja -que se abre a una llave propiedad del cliente y otra que tiene la empresa-, la lleva a una de las tres pequeñas habitaciones sin cámaras para introducir su bien más preciado y la vuelve a depositar en su lugar. 

 

Al firmar el contrato, el cliente acepta las condiciones de Barcelona Vaults, en las que se especifica que está prohibido depositar en las cajas armas, explosivos, drogas, líquidos y comida. Sin embargo, tal y como reconoce el director del negocio, "nadie puede comprobar el contenido de las mismas, salvo un juez con una orden de registro".

La cámara acorazada

Lo primero fue encontrar un edificio que cumpliera unos requisitos de estructura para poder construir un sótano completamente blindado. "La cámara acorazada es como una cebolla. Tras la primera barrera de la bóveda, está el pasillo de ronda, que es donde se encajona al posible ladrón para que no pueda trabajar con facilidad. Al final, todo se puede abrir. Por eso digo que la seguridad es cuestión de tiempo, y nosotros vendemos tiempo”, expone Antonio de la Casa, CEO de Ferrimax.

“La seguridad nunca es del 100%, pero, con más cámaras, con el doble de resistencia que marca la Ley, más rápida será la detección. Así evitas los ataques intencionados”, remarca Eduard Zamora, el consultor que ha dirigido la seguridad corporativa del Banc Sabadell durante 30 años y que ahora asesora a Barcelona Vaults.

Próximas aperturas

Entre los planes de Vaults Group figura la apertura de cinco nuevas instalaciones en España, incluyendo Madrid, Valencia, Sevilla, Málaga y Zaragoza, con una inversión estimada de 10 millones de euros.

Con este plan de expansión, la empresa confía en satisfacer la demanda creciente de espacios seguros fuera del sistema bancario para guardar bienes valiosos tanto de empresas como de particulares.