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DiR, al límite de lo legal: el gimnasio pide la huella dactilar para acceder a sus centros

Los juristas afirman que se trata de un dato biométrico muy sensible y se deben dar una serie de condiciones que justifiquen su exigencia, y recuerdan que Metropolitan ya fue multado por ello

Ana Siles

Ramon Canela, CEO y fundador de DiR / Fotomontaje CG

Pedir la huella dactilar para acceder a un gimnasio puede salir muy caro. Consumidor Global ya lo advirtió con Metropolitan. La compañía de fitness solicitaba este dato biométrico a sus clientes. ¿El desenlace? Una multa de 27.000 euros impuesta por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y la retirada de este sistema de acceso de sus centros.

Ahora, llega el turno de DiR, una cadena de gimnasios catalana con Ramon Canela como CEO y fundador. A sus centros también se accede con huella dactilar. Así lo ha podido confirmar este medio tras la denuncia de una clienta que ha compartido su experiencia. 

Pulsera y huella dactilar 

El protagonista de esta historia es el centro DiR ubicado en la calle Casp de Barcelona. La usuaria, que prefiere mantenerse en el anonimato, decidió apuntarse hace unos días. 

¿Cuál fue su sorpresa? Tenía que ceder la huella dactilar para acceder a las instalaciones, además de una pulsera. Además, recalca que nadie le informó en aquel momento sobre su derecho a negarse a compartir este dato. 

¿Qué pasa si doy mi huella dactilar?

Dar la huella dactilar no es baladí. Es un dato biométrico de carácter muy sensible, único e intransferible. Lo confirman a Consumidor Global los abogados Iván Rodríguez y Alejandro Sanchis (AMG Legal). De hecho, el segundo de los juristas asegura que es un dato calificado de "alto riesgo". 

Por su parte, Rodríguez se alinea con la AEPD y sostiene que para pedir un dato biométrico se debe dar el triple check: tiene que ser "idóneo, proporcional y necesario". En el caso de DiR, el experto no considera que se da ninguno de estos requisitos. 

Una persona facilitando su huella dactilar / FREEPIK

¿Es legal que te pidan la huella dactilar?

Solicitar la huella dactilar no es ilegal. Lo confirma Sanchis. Ahora bien, no se puede solicitar sin tino. El jurista hace hincapié en que se debe cumplir un principio de proporcionalidad. "Si tú quieres pedir un vaso de agua y tienes que dar tu huella, es desproporcionado. Pero si tienes que acceder a un ministerio, es más lógico que te la pidan", matiza. En el caso de DiR, Sanchis lo tiene claro: "Lo que habría que ver es si ese control de acceso cumple con los requisitos que te marca la ley". 

Por su parte, Rodríguez sostiene que debe haber una razón de peso detrás para justificar el requerimiento de datos biométricos. Además de que "no exista otro medio de identificación menos lesivo". En el caso de un gimnasio, es evidente que se puede acceder de otras formas. ¿Un ejemplo? Con pulseras o llaves magnéticas

Alternativas de acceso

En opinión de Rodríguez, no debería estar permitido recopilar información biométrica para acceder a gimnasios, incluso en aquellos casos donde los usuarios ceden este dato voluntariamente.

Ambos juristas coinciden en que el acceso con huella dactilar en un sistema de control más restrictivo. Sanchis añade que DiR debe informar y ofrecer a los clientes otras opciones de acceso. 

La otra alternativa de DIR

Consumidor Global se ha puesto en contacto con DiR para aclarar esta cuestión. Tras guardar silencio, este medio ha acudido directamente a la instalación de la calle Casp para comprobar qué se cuece. 

El personal reconoce que sí hay que dar la huella para acceder al gimnasio pero no informan sobre otras alternativas de acceso. No hasta que este medio pregunta por ellas de forma directa. Es entonces solamente cuando los trabajadores explican que la otra opción sería entrar con la pulsera y enseñando el DNI al personal. 

Un cuestionable refuerzo de seguridad

DiR justifica el uso de la huella dactilar argumentando que se trata de una vía de acceso rápida que permite al sistema comprobar que la persona que accede es la misma. "Si te roban, no podrán entrar en el gimnasio con tu pulsera", recalca uno de los dependientes. 

Un refuerzo de seguridad cuestionable. ¿El motivo? Precisamente, con el DNI el centro fitness también puede comprobar que la persona que accede está abonada al gimnasio. Y en caso de robo, lo lógico es solicitar al gimnasio que desactive esa pulsera. 

Tus datos no son solo para DiR

El contrato de los abonados incluye información clara sobre el tratamiento de datos biométricos. En este documento, se puede comprobar que DiR se reserva el derecho a compartir los datos de los clientes con otros destinatarios. Concretamente, con otras empresas del grupo y centros franquiciados

Contrato de DiR 'Información básica sobre el tratamiento de datos' / CEDIDA

En el apartado de Información básica sobre protección de datos, DiR sí deja claro la finalidad de la huella dactilar: "Consiente explícitamente el tratamiento de sus datos biométricos con la única finalidad de acceder a las instalaciones así como, si es el caso, sus datos de salud que facilita voluntariamente al contratar servicios que comporten tratar este tipo de datos (p.e. servicios de nutrición, fisioterapia)". 

Contrato de DiR / CEDIDA

Derecho a negarte

Debe quedar claro que el consumidor siempre tiene derecho a negarse a compartir su huella dactilar. Aunque la compañía en cuestión no informe directamente sobre ello. 

Al pedir la huella dactilar, DiR se expone a una sanción por parte de la AEPD. Una de esas que pican en el bolsillo, tal y como ya ocurrió con Metropolitan. "Me extraña que habiendo otras sanciones a cadenas de la competencia sigan con lo mismo", zanja Rodríguez.