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El desaguisado de Correos con sus tarjetas prepago: el proveedor quiebra y el dinero está bloqueado
La entidad emisora, PCSIL, se ha declarado en bancarrota, y, aunque ahora Bnext parece prestar el servicio con normalidad, muchos usuarios desconocen qué pasará con su efectivo
Las tarjetas prepago son instrumentos financieros que, en determinados contextos, pueden ser muy útiles: el hecho de que el dinero sea limitado reduce las posibilidades de que haya sustos, especialmente durante viajes o a la hora de comprar online. También pueden ser muy ser provechosas para los jóvenes que no estén habituados a realizar transacciones. Correos tiene la suya, emitida por Bnext, y puede conseguirse en cualquier oficina “para gestionar tus compras, tanto físicas como online, de manera segura”.
“Podrás recargar en cualquier oficina de Correos, realizar transferencias de entrada y salida, pagos y ahorros más inteligentes”, asegura la entidad pública. No obstante, en las últimas semanas muchos usuarios han tenido sorpresas desagradables a causa de una incidencia con la compañía emisora. Al parecer, la empresa con la que Correos se había aliado se ha ido a pique y ahora muchas tarjetas están bloqueadas, de modo que el dinero de los usuarios permanece en stand-by.
“Me dicen por teléfono que va a desaparecer”
“Tened mucho cuidado con Correos. Tenía una tarjeta prepago, la cual usaba sobre todo para ahorrar y poder pagar un máster. Cuál es mi sorpresa que cuando voy a renovarla me dicen por teléfono que va a desaparecer y que ya no puedo operar con ella”, relató un internauta en X a finales de agosto.
Este consumidor publicó un extenso hilo en el que aseguraba que había intentado retirar sus fondos, pero no le fue posible, de modo que acudió a una oficina, donde le explicaron que la empresa emisora, PCSIL, había entrado en bancarrota. Consecuentemente, los saldos de las tarjetas prepago estaban congelados por “insolvencia”. Para demostrar los hechos, este afectado adjuntaba el pantallazo del correo que le había enviado Correos Prepago, en el que le alertaban de que PCSIL se encontraba “en liquidación insolvente”.
Un problema que “llevará meses”
El mensaje sorprende por su frialdad, ya que ni siquiera incluye unas disculpas. “Su tarjeta ha sido puesta en estado ‘Cerrada’. En consecuencia, cualquier saldo restante en su tarjeta o cuenta está congelado y no se puede acceder a él. Los Liquidadores Conjuntos proporcionarán más actualizaciones sobre el proceso de reembolso una vez que se haya recibido la orden del Tribunal Superior de Irlanda. Esto llevará varios meses”, alertaban.
Este testimonio es uno de los primeros que apareció en redes sociales e hizo saltar las alarmas, pero después se sucedieron otros similares. A finales de agosto, Xataka se hacía eco del problema y, citando una información de El Confidencial, aseguraba que Correos había ofrecido a los clientes la opción de traspasar los fondos cuando migró a Bnext, pero no todos los usuarios lo hicieron, y estos se habían quedado colgados.
Solicitudes sin aprobar
En esta línea, un usuario decía en X a principios de septiembre que “la antigua” Correos Prepago, “de un día a otro ha congelado todos los fondos y la nueva está duplicando movimientos/cargando a cuenta sin motivo”. “Pedí en julio de 2024 una tarjeta prepago de Correos en la oficina de Las Tablas (Madrid) para usarla en mis vacaciones de agosto. A día de hoy sigo esperando a que me ‘aprueben la solicitud’ y me llegue la tarjeta”, criticaba otro por las mismas fechas.
“Llevo semanas esperando que me devolváis dinero en mi tarjeta Correos Prepago. Llamé, envié emails y la respuesta siempre es la misma: esta semana (llamé varias semanas distintas) queda arreglado. NO TENGO MI DINERO. ¿ME AYUDÁIS?”, clamaba una tercera.
Un problema arrastrado durante meses
La sensación de impotencia está, por tanto, extendida. Se trata no obstante de un problema que podría haberse atajado mejor: ya en marzo de este año, El Confidencial alertaba de que miles de clientes de Correos se verían afectados por la quiebra del proveedor de la tarjeta prepago, y que la compañía española había avisado a sus usuarios de que esta dejaría de funcionar en julio.
Es posible que algunos consumidores no actuasen con la celeridad necesaria o que directamente ignorasen ese mensaje, lo que indudablemente ha jugado en su contra, pero es un hecho que Correos no está siendo del todo transparente. A preguntas de este medio, la empresa guarda silencio. No obstante, una trabajadora de Correos con la que ha contactado Consumidor Global (que prefiere permanecer en el anonimato) admite que el otro día “acudió a la oficina un cliente y contó que tenía su dinero retenido”. “Parece que el proveedor que Correos tenía antes ha defraudado. Correos se buscó unos nuevos… y con los de antes está habiendo litigios”, resume.
Correos, a la espera
Esta trabajadora de Correos asegura que desconoce la forma en la que se está gestionando internamente el asunto, pero reconoce que la empresa está “a la espera”. Y, los afectados, viéndolas venir. En la web específica del producto tampoco hay mucha información, solo se dice que “si tu tarjeta Correos Prepago empieza por 5304 ó 5115 lee esta información, es de tu interés”, y después se redirige al internauta al aviso de Interpath donde explica qué ha pasado con PCSIL.
Es posible remontarse unos meses más atrás para comprobar que era evidente que la bola de nieve se haría más grande. “PCSIL, que actualmente no se encuentra en situación de insolvencia, presentó una petición de liquidación ante el tribunal alegando que su modelo de negocio ya no es comercialmente viable ni sostenible, genera pérdidas y está destinado a fracasar en los próximos meses”, alertó el medio irlandés RTE en enero.
Nuevo servicio bancario
“El silencio de Correos sobre el número de afectados y las cantidades paralizadas sugiere que el impacto podría ser mayor del que se podría esperar”, especulaba Xataka a finales de agosto. Este medio ha llamado a una decena de oficinas físicas para intentar hablar con algún empleado de Correos, pero ha sido en vano.
No parece la mejor forma de actuar para una empresa que ha hecho bandera de “facilitar la vida” a los españoles y que se enorgullece de “hacer país”; menos aún cuando la entidad, tal y como reveló el presidente de Correos a Expansión, lanzará su propio servicio de banca en 2025.
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