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Cigarrillos tradicionales, vapeadores o tabaco calentado: las diferencias entre las tres opciones

La industria tabacalera ofrece nuevas alternativas a los fumadores, pero ¿son realmente menos perjudiciales que los cigarros de toda la vida?

Alejandro Tercero García

Un cigarrillo tradicional, un vapeador y un dispositivo de tabaco calentado / CG

Está claro que fumar, mata. Algo que nos recuerdan las autoridades sanitarias en los paquetes de cigarrillos. La foto horrenda de un pie negro, una lengua podrida o unos dientes en mal estado así como multitud de enfermedades vinculadas al consumo de tabaco han hecho que muchos fumadores huyan de los cigarrillos tradicionales y de los de liar.

Sin embargo, hay otras dos opciones que están marcando tendencia en el mercado: los vapeadores y el tabaco calentado. ¿En qué consisten estas alternativas? ¿Son realmente menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales? ¿Qué dicen los expertos y las autoridades sanitarias al respecto?

Qué son los vapeadores

Los vapeadores (también conocidos como vapers o cigarrillos electrónicos) fueron la primera alternativa a los cigarrillos tradicionales que se lanzó al mercado. Generalmente, tienen forma cilíndrica --emulando a los cigarrillos-- y, mediante una pequeña batería interna que calienta un líquido, producen un aerosol que es inhalado y, posteriormente, exhalado por el usuario. Existen dos tipos: los recargables y los desechables.

El aerosol generado por los vapeadores puede contener nicotina o no. Además, existen innumerables sabores. Suelen promocionarse como una fórmula para reducir paulatinamente el consumo de cigarrillos tradicionales.

Una mujer con un vapeador / FREEPIK

Qué dicen los expertos sobre los vapeadores

Carlos Fernández Moriano, responsable del área de divulgación científica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, explica a Consumidor Global que los cigarrillos electrónicos pueden llegar a considerarse menos dañinos frente a los cigarros convencionales. Pero, en ningún caso, su consumo es seguro.

“En el humo de los cigarrillos convencionales se ha descrito la presencia de una mezcla de hasta 7.000 sustancias químicas; pero el aerosol de los cigarrillos electrónicos no es inofensivo, con presencia de sustancias dañinas y potencialmente dañinas, capaces de inducir cáncer, como propilenglicol, etilenglicol, o nitrosamina”, sostiene el experto.

Qué dicen la autoridades sanitarias sobre los vapeadores

Un informe del NHS (National Health Service, el sistema público de salud del Reino Unido) señala que “el vapeo no es totalmente inocuo” y “solo lo recomendamos a fumadores adultos, como ayuda para dejar de fumar y eliminar este hábito”.

Sin embargo, también reconocen que “la mayoría de las sustancias químicas nocivas presentes en el humo del cigarrillo, como el alquitrán y el monóxido de carbono, no están contenidas en el arosol del vapeador. Y admiten que, aunque “vapear nicotina no está exento de riesgos”, “es sustancialmente menos dañino que fumar”, subrayando que “a corto y medio plazo vapear representa una pequeña fracción de los riesgos de fumar”, según análisis realizados en 2022 por expertos británicos. El NHS también señala que, “aunque la nicotina es adictiva, es relativamente inocua para la salud”. Y concluye que “los vapeadores de nicotina son una de las ayudas más eficaces para dejar de fumar” y “no hay pruebas de que el vapeo sea perjudicial para las personas de tu entorno”.

Qué es el tabaco calentado

El tabaco calentado es la segunda gran alternativa a los cigarrillos que ofreció el mercado y la más novedosa. Se trata de un sistema que, también mediante una batería, calienta el tabaco pero no lo quema.

El tabaco calentado alcanza una temperatura de alrededor de 400 grados centígrados frente a los casi 900 de los cigarrillos tradicionales. La principal diferencia es que, en el primer caso, no hay combustión, y, por tanto, se reduce significativamente la producción de componentes químicos nocivos y la exposición del usuario a sustancias dañinas o potencialmente dañinas.

Una mujer con un dispositivo de tabaco calentado / IQOS

Qué dicen los expertos sobre el tabaco calentado

“Existe una preocupación legítima con respecto a los posibles riesgos para la salud a largo plazo de los nuevos productos”, apunta el doctor Francisco José Roig Vázquez, neumólogo del Hospital Universitario HM Montepríncipe.

Por su parte, el doctor Vivencio Barrios, cardiólogo del Hospital Ramón y Cajal, considera que “tenemos evidencias” de que el consumo de tabaco calentado “es menos nocivo” porque “no produce el mismo daño o no somete al paciente a los mismos agentes tóxicos que los cigarrillos convencionales”. “La combustión del cigarro produce una serie de sustancias nocivas demostradas cancerígenas”, añade, que en el caso del tabaco calentado “se producen en una cantidad ínfima”. Y concluye que “hay que buscar una salida menos mala, que no buena, frente al cigarrillo convencional, y este es el último vagón del tren”.

Qué dicen las autoridades sanitarias sobre el tabaco calentado

La FDA (Food and Drug Administration, la agencia pública estadounidense que regula los alimentos, los medicamentos y los cosméticos) autorizó en 2020 la comercialización del sistema de calentamiento de tabaco. Esta institución consideró que el tabaco calentado “podría ayudar a los fumadores adultos adictos a dejar de fumar cigarrillos de combustión y reducir su exposición a productos químicos nocivos”, siempre y cuando sustituyan los cigarrillos tradicionales por este sistema.

La FDA calificó el tabaco de calentar como producto de tabaco de riesgo modificado (MRTP) e inició un seguimiento para recabar más información sobre la “reducción de exposición” a las sustancias químicas nocivas mediante este sistema, tal y como recogen los estudios científicos aportados por la industria tabacalera.