Miguel Ángel González de Paz realizó el pasado 25 de abril una compra a través de Privalia de una zapatillas de Adidas por un importe de 31,40 euros. La fecha estipulada de su entrega estaba establecida entre el 3 y el 5 de mayo. “Pasados varios días de la supuesta entrega, me huelo que hay problemas”, señala el cliente que destaca a Consumidor Global que, según el estado de envío, su pedido seguía en tránsito.
“Empecé la ronda de preguntas a atención al cliente de Privalia y de Correos –que se encarga de la correcta entrega del pedido–. Privalia directamente se lavó las manos al indicarme que debía preguntar a Adidas por este problema a través de una ventana web desde Privalia”, continúa el agraviado, que realizó la petición mediante aquella página.
“Procederemos a su entrega en la mayor brevedad posible”
Ante la inactividad en la web, Miguel Ángel se intentó poner en contacto con la empresa a través de las redes sociales. “Tras amenazar con denunciarlos si no me hacían caso, al final me acabaron respondiendo”, expone el cliente que, en ese momento, seguía desconfiando de que Privalia solucionara aquella problemática.
“Tras comprobar la dirección de entrega, está pendiente de recibirse en la localidad de destino donde procederemos a su entrega a la mayor brevedad posible. Procedo a dar el caso por cerrado”, comunicó Privalia al afectado. Lejos de ser resuelto el incidente, tres días después, las zapatillas de Adidas aún no habían llegado al domicilio de Miguel Ángel, por lo que el cliente volvió a contactar.
Lo han perdido
Ese mismo día, Privalia llamó telefónicamente a Miguel Ángel para confirmarle, finalmente, que habían perdido el pedido que había realizado en su plataforma. “Me dijeron que no sabían donde estaba y que reclamara el reembolso porque estaba perdido. Desde ese momento, Privalia no ha vuelto a responderme a través de las redes sociales”, expresa el afectado, que reconoce a este medio haberse sentido ignorado y abandonado por la empresa.
Entonces, el cliente volvió al ataque, esta vez, consultando directamente a Adidas. “Veo que le has escrito al vendedor externo de tu pedido, entre hoy y mañana, tendrás que recibir respuestas. Si pasadas 48 horas no tienes información me lo dices”, se puede leer en un mensaje enviado por Privalia desde su web. “Pero, al ser un pedido marketplace, toda gestión y comunicación debe ser entre el cliente y el vendedor, tal y como has hecho”, se desvincula la empresa.
¿Qué dice Adidas?
El usuario bombardea con mensajes por correo electrónico a Adidas para intentar lograr, al menos, el reembolso de su pedido extraviado. “El 17 de mayo, Adidas me comunicó que se había iniciado la apertura de un ticket por mis contactos a través de Privalia, que están buscando el producto y que, como ven que no ha llegado, me mandan un enlace para pedir un producto similar 10 euros más caro”, declara con estupor Miguel Ángel.
“Yo no voy a pagar más por algo, yo quiero que me devuelvan mi dinero”, subraya el afectado, que consiguió que Adidas cediera y le pidiera sus datos bancarios para proceder al reintegro de aquella compra. Pero, aquí no acaba el calvario, ninguno de los enlaces para añadir tales datos funciona correctamente por lo que Miguel Ángel vuelve a ponerse en contacto con la marca deportiva.
Su reembolso se está procesando…
“Ya me pongo serio escribiendo, día tras días y a veces varios mensajes, indicando mi enfado y amenazando con denunciar”, expone el cliente a quien, al final, Adidas mandó un correo electrónico informando que se había producido un problema en la base de datos y que no habían podido ejecutar el reembolso. De esta manera, la marca envía al desesperado usuario otro enlace.
“Tras varios enlaces fallidos, me envían un enlace con el que consigo meter mis datos bancarios. Estoy esperando desde el 4 de junio con gran incertidumbre”, reconoce la víctima. “Tenga en cuenta que será usted reembolsado en el máximo de 14 días laborables” responde Adidas. “En esas estamos. Después de un mes y medio sigo igual o peor”, concluye Miguel Ángel.
Consumidor Global se ha puesto en contacto tanto con Privalia como con Adidas para conocer su postura al respecto, sin embargo, al término de este reportaje no ha recibido respuesta por ninguna de las dos empresas.