El vino natural es, sin duda, una tendencia en auge. Aquellos a los que les gusta seguir la moda más trendy en las urbes, no lo pasan por alto. Son muchas las vinaterías y bares que cada vez apuestan más por este vino de forma exclusiva. Una bebida que se lleva muy bien con los aperitivos en las terrazas soleadas de Barcelona o Madrid.
En la capital catalana se está viviendo un boom del vino natural. La sumiller Anna Pla de Contracorrent explica a Consumidor Global que se dedica a este tipo de vino desde hace nueve años. "Cuando empecé solo había dos locales en Barcelona y ahora hay una amplia oferta", matiza. Su popularidad se ha trasladado a las estanterías de los supermercados. Pero no todo vale cuando se usa el adjetivo natural en el mundo enológico.
¿Qué es un vino natural?
Pudiera parecer una pregunta sencilla pero lo cierto es que no lo es. Los expertos tienen bastantes diferencias cuando hay que definir un vino natural. El enólogo Rafael Ochando explica a Consumidor Global que todos los vinos son naturales puesto que proceden de la fermentación de la uva.
La sumiller Anna Pla prefiere llamarle "vinos artesanales". "Hechos por personas que trabajan todo el día la tierra y están elaborados con el cariño proveniente de una pequeña producción", concluye. Para Antonella Tignanelli, fundadora de Masa Vins, es un vino natural aquel que tenga "una intervención mínima".
Los sulfitos, los polémicos conservantes
Los sulfitos son los conservantes que generan cierta controversia en el mundo de la enología. Según explica Pla a este medio, hay que distinguir entre los libres y los añadidos. Estos preservantes aparecen de forma natural en la fermentación. Así, los llamados vinos naturales no se libran de ellos. Siempre y cuando los sulfitos sean naturales, los alérgicos no deben tener problemas para consumir el vino natural o artesanal.
Por su parte, Ochando insiste en que los aditivos autorizados también suelen ser naturales. "Muchos provienen del mismo producto tartárico". También es posible que provengan de productos naturales, "como la goma arábiga, que a veces se usa para evitar precipitaciones" detalla el experto.
¿Natural debe ser sinónimo de sostenible?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no se debe confundir natural con ecológico. Un aspecto que recalca la sumiller de Contracorrent. Partiendo de ahí, cierto es que tanto Anna Pla como Antonella Tignanelli aseguran que un vino natural es también un vino más sostenible. "No usa químicos y las técnicas de cultivo son menos invasivas y mucho más respetuosas del medio ambiente", detalla la segunda.
A estos rasgos hay que añadir el volumen de producción. Ambas expertas insisten en que los vinos naturales se producen a una escala muy pequeña. "Cada botella es una experiencia. Compro una semana seis y luego ya no hay más. No todo el mundo puede tomar vino natural porque no hay para todo el mundo. Es imposible. No es algo industrial", expone Pla.
¿Aptos para todos los bolsillos y paladares?
Pese a la exclusividad de estos vinos, su precio no es excesivamente caro. Aunque sí es cierto que, a diferencia de los comerciales, los naturales tienen un precio de salida más elevado: en torno a los diez euros. En cambio, en lo que respecta a los paladares, los vinos naturales son exigentes.
"Cuando los pruebas, están sin filtrar, es algo que está hecho a conciencia", explica la experta de Contracorrent. Hay vinos naturales o artesanales que están reservados a paladares que sepan apreciar cada uno de sus matices. Así lo explica Pla, que también reconoce que existen algunos ideales para introducirse en este mundillo.
Una tendencia en auge
De lo que no hay duda es de que estamos en una etapa de verdadero privilegio para disfrutar de los vinos. Así lo destaca Rafael Ochando. Este profesional recalca que existe una oferta extraordinaria tanto en lo gustativo como en lo sanitario. "Al considerarse alimento tiene los mismos controles que una carne o un lácteo", detalla el enólogo. Tignanelli asegura que el vino natural es más "democrático". Un producto que invita al consumidor a saber de dónde viene y sus características, según asegura la experta.
Anna Pla reconoce que se está hablando más de estos vinos pero "falta mucho recorrido aún. La mayoría aún no tienen conciencia ni están enterados de lo que son". La sumiller subraya que en España no hay cultura de vino pese a haber grandes productores. Vino natural ya no es un término tan desconocido. Su popularidad se comprueba en cada una de las vinaterias que lo promueven. Hacer una parada en una de ellas en las grandes urbes se ha incorporado en la ruta gastronómica de muchos viajeros y amantes de la enología.