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Unilever tarda dos años más que Zara y McDonald's en salir de Rusia por la guerra
La multinacional británica de productos de consumo ha seguido haciendo negocio en el país de Putin durante la invasión de Ucrania
En mayo y octubre de 2022, McDonald's y Zara vendieron su negocio en Rusia a causa de la invasión de Ucrania. Ahora, con dos años de retraso, la multinacional británica Unilever ha hecho lo propio.
El gigante de productos de consumo ha completado este jueves la venta de Unilever Rusia al fabricante local de perfumes y productos para el hogar Arnest Group, según ha confirmado la propia compañía, que pone así fin a su presencia en el país.
Unilever vende su negocio en Rusia por 500 millones de euros
Aunque las empresas no han desvelado los detalles económicos de la transacción, fuentes próximas a la operación indicaron a Financial Times que el acuerdo se cerró en 520 millones de euros.
"La venta incluye todos los negocios de Unilever en Rusia y sus cuatro fábricas en el país. Nuestro negocio en Bielorrusia también está incluido en la venta", ha confirmado el consejero delegado de Unilever, Hein Schumacher. "Durante el año pasado, hemos estado preparando cuidadosamente el negocio de Unilever Rusia para una posible venta. Este trabajo ha sido muy complejo y ha implicado separar las plataformas de TI y las cadenas de suministro, así como migrar las marcas al alfabeto cirílico", ha explicado.
Unilever ha hecho negocio en la Federación de Rusia durante la invasión de Ucrania
Arnest, que hace un año adquirió el negocio ruso de Heineken, ha cooperado durante 17 años con Unilever, presente en Rusia desde 1991 y con unos 3.000 empleados en el país, donde contaba con cuatro grandes centros de producción, según informa Interfax.
El negocio ruso representó en 2022 el 1,4% de la facturación de todo el grupo Unilever y el 2% del beneficio neto. A finales de 2022, la multinacional estimó el valor de los activos rusos en 900 millones de euros. Sin embargo, a finales de 2023, la participación del negocio ruso había disminuido al 1% de la facturación y el beneficio neto del grupo, mientras que la valoración de los activos se redujo a 600 millones de euros. Mantener su negocio en Rusia durante la invasión de Ucrania ha sido motivo de críticas contra empresas como Heineken, Mondelez y Unilever.
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