Las vacaciones son, probablemente, la fecha más deseada. Niños y adultos cuentan los días en el calendario para despedirse de la rutina durante un tiempo. Sin embargo, en la población infantil estos días suelen pasar de forma muy lenta. Una sensación que no se repite a medida que se va creciendo.
De hecho, los adultos suelen tener el efecto totalmente contrario. Es decir, las vacaciones pasan muy rápido pero la espera se hace eterna. ¿Por qué? Esto ocurre debido a que el reloj interno se ralentiza a medida que envejeces. Así lo explica el psicólogo Peter Mangan, según la revista Insider.
Un experimento
Un estudio publicado por la SCP (Sociedad de Psicología del Consumidor) realizó un curioso experimento estrechamente relacionado con la percepción de las vacaciones. A un grupo de personas les mostraron dos vídeos. Uno de ellos aburrido y el otro divertido.
En el caso del divertido, los participantes hablaron directamente sobre cuánto duraba el vídeo. No hicieron mención a la distancia que percibián desde el inicio hasta el final. Y aquí está la clave para el truco mental.
Centrarse en los días que duran las vacaciones
Es ese mismo informe publicado en la SCP el que revela la forma mental idónea para sentir que los días de descanso han sido largos y útiles. Lo importante es centrarse en el periodo de tiempo real que van a durar esas vacaciones.
No hay que prestar tanta atención a los días que faltan como a los del propio disfrute. Los expertos recomiendan, incluso, enfocarse en las horas y minutos.