Iris Energía es una comercializadora que ofrece suministro de electricidad y gas a particulares y empresas. Tiene su sede en Orihuela (Alicante), y en su web dice estar formada por un equipo con más de 20 años de experiencia en el sector y caracterizarse “por dar un servicio profesional y transparente” a sus clientes. No obstante, esta apelación a la transparencia no se corresponde del todo con la realidad.
En octubre de 2022, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sancionó con 9,25 millones de euros a Audax Renovables por hacer que los clientes de gas y electricidad cambiasen sus suministros a esta compañía y a sus comercializadoras con “actos de engaño y confusión”. Entre las filiales de Audax, que también aparecían citadas, figuraban ADS Energy, Ahorreluz, By Energyc, Masqluz e Iris Energía. Y, al parecer, esta última no ha enterrado del todo estas prácticas deshonestas.
Contrato mediante SMS
“Llaman haciéndose pasar por otras empresas para que formalices el contrato con ellos. El contrato que te ofrecen es mediante un SMS, y una vez que pulsas OK ahí, en ‘aceptar contrato’, ya cambias de comercializadora”, cuenta a este medio C. Blasco, que recibió esta llamada trampa hace más de un mes. “Me llamaron tanto a mí como a familiares míos, los cuales sí se han visto afectados”, añade esta consumidora.
Hay que tener en cuenta que son prácticas frecuentes, pero prohibidas expresamente: la CNMC explicó en un informe sobre los mercados minoristas de gas y electricidad que se venían registrando “numerosas reclamaciones de consumidores que reciben llamadas telefónicas engañosas de diferentes comercializadoras sin que este haya dado su consentimiento a recibir estas llamadas, y que pueden ocasionar contrataciones del suministro con deficiencias o sin un consentimiento informado".
Prácticas prohibidas
Es una gota malaya, como ha publicado este medio en diversas ocasiones, que las autoridades no han sabido atajar aún. El pasado mes de agosto se hizo público que el Gobierno había iniciado los trámites para prohibir a las comercializadoras realizar publicidad y contratación del suministro por vía telefónica, “salvo que exista una petición expresa por parte del consumidor o la llamada sea originada por su propia iniciativa”.
Es decir, que Iris Energía engaña, pero lo cierto es que ni siquiera tiene derecho a ofrecer sus servicios a nuevos clientes a través de llamadas.
“Asesora de energía y gas”
Hace unos 9 meses, un consumidor relató que había vivido un caso similar al de Blasco en ListaSpam: recibió la llamada de “una tal Cristina Roca”, que se presentó como su “asesora de energía y gas” y le facilitó su teléfono particular. “Me dice mi nombre y apellidos y que le confirme la dirección que también es la correcta, a continuación me dice el consumo exacto del año 2023 y lo que pago mensualmente, que también es correcto, que me va a cambiar a mi energética local (IRIS ENERGÍA) que es más barata que la que tengo actualmente”, denunciaba.
“Están llamando por teléfono, más bien acosando por teléfono, desde la supuesta compañía de la luz IRIS ENERGÍA. La verdad, todas las veces que me han llamado he cortado pronto el teléfono porque sé perfectamente que es para que te cambies de compañía y un fraude, pero estas personas siguen insistiendo en llamarte todos los días dos y tres veces”, denunciaba otro, también en ListaSpam.
Actualizar datos de contratación
Los reproches también han aflorado en redes sociales. “Acaban de intentar ‘actualizar’ los datos de contratación de mi madre desde esta empresa IRIS ENERGÍA, haciéndose pasar por una subcontrata de empresa. Un tal Daniel, tlf 679522127. En el momento en el que mi madre ha dicho que solo se comunicaba por escrito, ha colgado. Cuidadito”, advertía un internauta en X.
La indefensión de los afectados también queda patente en una serie de críticas que han llegado hasta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). “Me han cobrado la penalización por baja anticipada y no era conocedora de ello. Me llamaron de la gestoría energética ofreciéndome unas condiciones nuevas y me dijeron que no cambiaría de compañía, que sólo cambiaría el color de las facturas. Si se revisa la llamada se verá. Así que reclamo la devolución de dicha penalización”, exigía una socia de la entidad que había sido engañada.
“Tarifas claras y sin sorpresas”
A la luz de estos casos, el hecho de que Iris Energía afirme en su página web ser “una comercializadora de luz y gas profesional y honesta” que ofrece “tarifas claras y sin sorpresas, con un servicio cercano y de calidad” resulta casi insultante.
Es cierto, no obstante, que muchas compañías subcontratan a otras empresas las tareas de captación de clientes, lo que implica delegar en terceros (más pequeños y por lo general más opacos) una tarea crucial. A veces ni siquiera están en España, lo que dificulta la imposición de sanciones. Esto puede llevar a una pérdida de control sobre la calidad del servicio y la imagen de marca.
Sanciones a Endesa o Iberdrola
Y son muchas las que lo hacen, lo han hecho y, si las cosas no cambian, lo harán: en 2017, la CNMC sancionó a Endesa, Iberdrola, Gas Natural y Viesgo con una irrisoria multa de 155.000 euros por haber suscrito contratos de luz y/o gas a 7 clientes sin su consentimiento. Algunos de estos consumidores presentaron sus reclamaciones directamente en la Comisión y otros las tramitaron en sus oficinas municipales de información al consumidor (OMIC).
Para dar una idea de la magnitud de los embustes, la CNMC explicó que entre el 1 de julio de 2021 y el 30 de junio de 2022 se realizaron en España 5,56 millones de cambios de comercializador en el sector eléctrico y 0,91 millones de en el sector gasista. El 10% de las solicitudes analizadas revelaron que la documentación aportada por las compañías estaba incompleta.
Propuestas de la CNMC
Preocupada por la indefensión de muchos consumidores, la Comisión lanzó en noviembre una serie de recomendaciones para mejorar la protección de los consumidores en la futura normativa de contratos y suministro eléctrico.
Entre otras cosas, para que no pueda crear un chiringuito eléctrico de poca monta cualquier empresario sin demasiados recursos ni escrúpulos, apostaba por “incrementar los requisitos —capital social mínimo o unas garantías mínimas más elevadas— para ejercer como comercializador y asegurar la solvencia de estas empresas, en línea con las medidas de regulación prudencial establecidas en otros países europeo”.
Detectar el fraude
Otras buenas ideas serían “precisar que las comercializadoras y los agregadores están obligados a someterse al procedimiento alternativo de resolución de litigios (Juntas Arbitrales de Consumo de las Comunidades Autónomas)” o “definir un procedimiento armonizado para la detección del fraude para reducir este tipo de actuaciones”.
Consumidor Global ha contactado con Iris Energía para conocer su explicación a estas altas fraudulentas, pero, al término de este reportaje, no ha obtenido respuesta.