El sector automovilístico está repleto de marcas que ofrecen diferente calidad en los que a coches y motor se refiere. Realizar revisiones cada cierto tiempo es importante para detectar averías a tiempo y que no se conviertan en un problema mayor.
Un reciente estudio elaborado por Carly revela cuáles son los principales fallos en vehículos BMW y Mini. El análisis concluye que el 43,85% de las fallas se concentran en cinco sistemas específicos.
Los problemas más comunes
De los cinco fallos más frecuentes, los más repetidos son aquellos relacionados con el motor con un 17,78%. Le sigue el módulo de control de carrocería (BCM) con un 7,81%; aire acondicionado (7,42%); módulo central de gateway (5,90%); módulo de relé de funciones (FRM, 4,94%) y, por último, pequeñas fallas distribuidas por varios sistemas (menos del 1% cada uno).
Algunas de las detectadas incluyen el sistema de navegación, los sensores de estacionamiento y otros componentes menos críticos. Aunque estos problemas son menos comunes, un diagnóstico integral asegura que ningún sistema pase desapercibido.
Hacer revisiones periódicas
Los datos muestran una concentración de fallas en sistemas clave de BMW y Mini. Por ello, desde Carly aconsejan hacer revisiones periódicas y así evitar reparaciones imprevistas.
Las inspecciones regulares permiten verificar el estado de los frenos, neumáticos, motor y otros sistemas vitales del vehículo asegurando que todo funcione correctamente.