Las frutas y verduras son unos alimentos muy nutritivos y saludables. Toman especial protagonismo durante los meses de verano. Sin embargo, su correcto mantenimiento tiene algunos matices.
Es importante conservarlas adecuadamente para que no pierdan su frescura, su sabor y sus propiedades. Una de las formas más comunes de mantenerlas es en el frigorífico, donde se pueden proteger de la luz, el calor y los microorganismos que causan su deterioro.
Conservación en bolsas de plástico
Aunque es bastante frecuente guardar las hortalizas en bolsas de plástico, lo cierto es que no es lo más apropiado. Este material no permite que el aire circule entre todos los alimentos que se encuentran en su interior.
Un fenómeno que agiliza el deterioro tanto de la fruta como de la verdura. Se desarrolla un ambiente de humedad que es el escenario perfecto para microorganismo como el moho. Este hongo se hará notar al cabo de dos días en los alimentos.
Otras alternativas para proteger los alimentos
En lugar de usar bolsas de plástico, se recomienda otro tipo de recipientes. En concreto, es preferible utilizar aquellos que sean de cristal. Este material permite una mejor circulación del aire.
Otra solución puede ser usar plásticos o refractarios que tengan huecos para el aire. En función de la fruta o la verdura que sea, estos alimentos pueden durar en el frigorífico desde tres días hasta un mes.