Desde el 1 de julio y hasta el 15 de septiembre, Renfe ha ofertado un total de 8.388.422 plazas para viajar en todos sus trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia. Es fácil imaginar a algunos de esos centenares de miles de viajeros llegando al control de seguridad con prisas, al igual que es sencillo intuir la ilusión por subirse al tren y partir o la tristeza al regresar dibujadas en el rostro de otros.
Tampoco es difícil visualizar miles de maletas llenas de bañadores, souvenirs y bolsas de aseo llenas de protectores solares, bálsamos labiales, cremas… y puede que tijeras. Unas pequeñas tijeras destinadas al aseo personal de aspecto anodino, que, no obstante, este verano podrían haberse convertido en un obstáculo inesperado, retenidas en los controles de seguridad de algunas estaciones de tren y después destruidas.
Tijeras demasiado largas
“Voy de Madrid a Alicante con cierta frecuencia. Hasta ahora, solía llevar unas tijeras en la bolsa de aseo. Eran unas tijeras de Tiger, sin ningún valor especial, que utilizaba para recortarme la barba. Solía coger el tren en Chamartín, y allí pasaba el control de seguridad sin problemas. Pero el otro día, en Atocha, decidieron que eran demasiado largas y me las tiraron”, cuenta a este medio Jesús del Amo. “Lo peor es que no te dan ninguna opción de conservarlas. Si no has venido con nadie que te las pueda guardar, se tiran y después se destruyen”, añade.
En la página de Renfe se especifica que no está permitido acceder a los trenes con objetos punzantes o con filo, tales como bastones-estoque, puñales, navajas y cuchillos con hoja de una longitud superior a 6 cm, ni tampoco con machetes o tijeras cuyas hojas superen los 6 cm de longitud a partir del eje. Es decir, que es una norma fija y explícita, pero la sensación de muchos viajeros es que pasar con ellas o no depende del ánimo del personal de seguridad.
Falta de homogeneidad en los criterios
Por ejemplo, un internauta denunciaba hace unos meses en X “falta de homogeneidad en criterios de seguridad”. “Compro una navaja de barbero en Barcelona y pasa el control de seguridad en el Aeropuerto de El Prat, pero me tiran las hojas de recambio en Renfe Chamartín”, explicaba.
“Gracias Adif por hacerme perder mi viaje de Madrid a Sevilla por echarme para atrás y no dejarme viajar por llevar una katana pequeña de DECORACIÓN que traje de Japón”, protestaba otro. “Acabo de coger un Avant de Murcia a Alicante y me han hecho tirar a la basura unas tijeras en el control de equipajes. Llevo viajando años a Alicante y es la primera vez que me pasa. Lo más gracioso es que como no había arco de seguridad me las podía haber echado al bolsillo sin ningún problema”, publicó un tercero.
Renfe no es la responsable última
Renfe sabe que la norma irrita a muchos viajeros y, aunque es el blanco habitual de las críticas, en alguna ocasión ha aprovechado un reproche para dejar claro que ellos no tienen la culpa. Por ejemplo, en marzo de 2023 una tuitera le daba irónicamente las gracias a la compañía por “quitarle” “unas tijeras pequeñas para cortar pestañas”. Incriminada, Renfe optó por responsabilizar a otra entidad. “Lo sentimos, pero las tijeras no te las ha quitado Renfe, ya que el control de acceso no es gestionado por Renfe. Un saludo”, respondió escuetamente.
Es decir, que los culpables deben buscarse en Prosegur y el resto de compañías que se encargan de los controles de acceso. Sea como fuere, este medio ha contactado con Adif y con Renfe para preguntar si se plantean implementar algún sistema con taquillas o consignas que evite la destrucción de estos artículos, pero ninguna de las dos entidades ha respondido.
“Al verlas recordaba a mi abuela”
J. Martínez cuenta a este medio que, antes de subir a su tren, se vio obligado a tirar unas tijeras de costura que pertenecieron a su abuela en los contenedores situados junto al control. Es curioso como un artículo tan pequeño puede tener un poder evocador tan grande. “Al verlas recordaba a mi abuela y las labores que en aquel entonces no valoraba y hoy me parecen impagables”, lamenta.
El profesional de Prosegur que decidió que el tamaño de esas tijeras era excesivo no mostró ninguna flexibilidad. “Sus palabras fueron ‘o las mandan por correo (no hay oficina y en domingo está cerrada) o no viajan’. Era un chico joven, altivo y negado a razonar”, recuerda Martínez, con pesar.
Ticket de compra o certificado de costurero
Curiosamente, este empleado de seguridad dijo a Martínez y a su acompañante “que si llevásemos el ticket de compra o un certificado en el que se indicara que éramos costureros, sí nos dejaría pasar con las tijeras”, explica.
Es decir, que el ticket puede convertirse en un salvoconducto inesperado. Así lo explica Aprecu (la Asociación de Cuchillería y Afines de Albacete), que ha colocado carteles informativos en la estación de tren de la ciudad manchega.
72 horas para viajar con la navaja
Ahora bien, este peculiar aval solo funciona durante un breve lapso de tiempo después de la compra de la navaja.
“Los artículos de artesanía que puedan considerarse armas blancas, dentro de las 72 horas posteriores a su adquisición, plazo a justificar con la factura de compra, y siempre que se encuentren debidamente embalados y precintados por el comercio de venta, podrán ser admitidos en los controles de seguridad. Se procederá a la identificación de la persona que los transporta”, se explica en la web Viaja con tu Navaja.