Halloween es una fiesta llena de dinamismo que, gracias a la globalización, ha arraiga en muchos países de Occidente, pero sus orígenes se remontan a hace más de 2.500 años, según la Universidad de Oxford. Los primeros en celebrar esta fecha habrían sido los pueblos celtas, que se disfrazaban para ahuyentar los malos espíritus.
Más adelante, con la cristianización, esta tradición pagana se fusionó con el Día de Todos los Santos, celebrado el 1 de noviembre. Hoy, Halloween es una industria en sí misma: los sectores del entretenimiento, la alimentación, la decoración y el retail han sabido aprovechar al máximo esta fiesta, y producen y venden una gran cantidad de productos específicos, desde disfraces y decoraciones hasta dulces y alimentos temáticos.
Aumento de las celebraciones
Los locales de ocio nocturno esperan aumentar su facturación un 5,15% interanual durante la festividad de Halloween, según se desprende del informe Estudio de Perspectivas de Halloween realizado por la Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos (España de Noche) y Coca-Cola.
De hecho, Halloween se sitúa como una de las noches con mayor volumen de negocio del año, creciendo en los dos últimos años un 19,2%, aunque las previsiones para 2024-2025 apuntan a un descenso del 2,6% respecto a esta temporada. Alrededor del 86% de todos los establecimientos organizarán eventos de Halloween, y el 44,5% lo lleva haciendo desde hace más de diez años.
Los riesgos de la sangre falsa
Ahora, la OCU ha advertido de los riesgos de utilizar un artículo muy popular en estas fechas: la sangre falsa, un clásico entre los que se disfrazan de muertos, zombies o vampiros. Es un preparado que suele tener la categoría de producto cosmético, pero solo deben usarlo los mayores de 14 años.
"Estos preparados de sangre falsa no son juguetes", advierte la organización, que relata que existe sangre falsa de diversas consistencias, desde líquida, para simular sangrado; hasta espesa y coagulada, en gel para heridas abiertas o cicatrices. Los vendedores proclaman que este tipo de artículos sirven "crear heridas engañosas y efectos de makeup aterradores".
Riesgo para la salud
El problema es que contienen ingredientes potencialmente tóxicos si se ingieren. "Suelen ser soluciones acuosas con glicerina o propilenglicol, algún espesante o gelificante para darle la textura esperada y colorantes: que aparecen en el listado de ingredientes con las letras CI y un número", relatan.
En algunos puede haber conservantes cuestionados por su seguridad como parabenos (Propylparaben) y liberadores de formaldehído (Diazolidinyl urea).
Recomendaciones de la OCU
Estas son las recomendaciones de la OCU respecto a la sangre falsa:
- Lee la etiqueta, las advertencias de uso y la lista de ingredientes. Si el etiquetado es muy difícil de leer, no compres el producto.
- Consulta la fecha de caducidad o lo que dura una vez abierto: algunos productos tienen una duración corta ya que se contaminan con facilidad.
- Se puede aplicar directamente o con pinceles o esponjas. Para simular salpicaduras puedes usar cepillo de dientes y esparcir pequeñas gotas.
- Evita las áreas cercanas a los ojos y mucosas, así como piel dañada, podría provocar irritación.
- Conviene probar el compuesto en una pequeña área de la piel (como en el antebrazo) para asegurarte de que no causa irritación, enrojecimiento o picor.
- En cualquier caso, mejor no usarla más de unas pocas horas para evitar irritaciones.
- Ten en cuenta que puede manchar la piel o la ropa: aunque indican que se pueden lavar con agua tibia y jabón, o eliminar con el desmaquillante habitual, algunos dejan manchas en la piel que tardan en salir.