“El año pasado estuve viviendo entre Bali, Tailandia y Vietnam durante cinco meses. Durante todo ese tiempo desactivé todo el roaming, pero como consumidor tienes derecho a recibir llamadas y SMS”, comienza el relato Gabriel Rodríguez, cliente de Vodafone y cofundador de Sin Comisiones. “Sé que si la coges tienes que pagarla, pero el establecimiento de llamada no te lo pueden cobrar”, aclara.
Rodríguez cuenta a Consumidor Global que canceló todo tipo de posibilidad de conexión a cualquier red. “Aún así, primero me llegó una factura de más de 100 euros”, comenta. “Revisé la factura y, efectivamente, se están cobrando servicios de roaming de conexiones de kilobytes, que no llegan ni a alcanzar un mensaje de WhatsApp. ¡Conexiones ridículas que yo no he hecho!”, exclama el cliente.
La deuda
Tras ello, Rodríguez no dudó en ponerse en contacto con Vodafone para pedir “de una vez” que le cancelaran todo tipo de roaming. “En ese momento, me dicen que me lo cancelan, pero los muy incompetentes no lo hacen y me vuelven a cobrar otro mes. Al final la deuda es de 500 euros”, desespera el afectado.
La comunicación con la compañía telefónica se repitió en numerosas ocasiones con la finalidad de resolver el problema. Desde Vodafone confirmaron que el cliente tenía la razón y que le darían una solución. “Spoiler: no me lo solucionan. Me dicen que la reclamación no ha prosperado, que no tengo ninguna razón y que les debo los 500 euros”, relata aún con alucinación Rodríguez.
La Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones
El cofundador de Sin Comisiones puso al corriente de todo a la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones, el departamento del Gobierno de España para denunciar este tipo de abusos. “Es una maravilla de Oficina, pero no hay mucha gente que la conozca. Ante una situación como la mía, la mayoría lo que hace es pagar esos 500 euros de conexiones que, repito, no se han realizado”, expresa.
“¿Qué son dos kilobytes? Esto fue lo primero que pregunté en la oficina. Estas serán conexiones que está haciendo mi móvil o su red de manera totalmente desintencionada. Son conexiones absurdas de un kilobyte, que eso no es absolutamente nada”, señala el cliente. “Ellos me comentaron que da igual que sea un kilobyte que sean tres gigabytes, tienen que cobrar unos 12 euros por cada conexión”, argumenta.
“Aquí no se queda la cosa”
Esta historia se remonta a 2022. Una historia que tiene, afortunadamente, un final feliz. “Conseguí que me devolvieran los 500 y pico euros reconociendo que son unos estimadores. Pero aquí no se queda la cosa”, subraya Rodríguez. “El pasado diciembre viajé por Latinoamérica y, antes, realicé el mismo procedimiento para pedir a Vodafone que no quería absolutamente ningún tipo de roaming. Pero, al ver la factura, pasó otra vez exactamente lo mismo”, expone el afectado por segunda vez.
“Vuelvo a avisar de que me he dado de baja de este servicio”, explica el cliente que canceló el servicio el día 11 de diciembre, pero siguieron cobrando conexiones el día 12 de diciembre, el día 15, el día 20, el día 25. “Un montón de conexiones que yo no he aprobado, que yo no he disfrutado y que yo no quiero”, subraya.
Vodafone asume otro error
Tras el aviso, Vodafone reconoció su error y afirmó que debería haber cancelado el servicio por lo que devolverán los 150 euros cobrados. “Pero, al rato, me llamó uno de sus empleados diciéndome que la reclamación no ha prosperado, que no tiene ningún sentido, que estas conexiones las he realizado yo y que pedí que me dieran de baja las llamadas y no los datos. Acto seguido, me colgaron el teléfono sin poder dar una explicación”, expresa Rodríguez.
“Ahora lo voy a tener que luchar todo otra vez. Me va a tocar abrir una reclamación y me tocará otra vez abrir el tema en la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones, que estoy seguro que conseguirán que me devuelvan el dinero porque es un timo”, concluye el afectado a Consumidor Global.
La compañía se disculpa
Este medio se ha puesto en contacto con Vodafone para conocer su versión sobre los hechos. Tras revisar (de nuevo) el caso, la compañía ha reconocido (por segunda vez) su error. "En los dos escenarios planteados por el cliente se ha producido una incidencia técnica que ha impedido que las restricciones de roaming se activaran y, además, se le ha informado incorrectamente respecto a los abonos a realizar que le correspondían", asumen desde la empresa.
"Vodafone lamenta los inconvenientes causados y está investigando lo ocurrido para evitar que esta incidencia se repita en el futuro", concluye la compañía que asegura a Consumidor Global que ya ha contactado al cliente para informarle.