En la mitología clásica, Cupido es el dios del enamoramiento y tiene la forma de un niño alado armado con arco y carcaj. Adorable, pero peligroso. Aparece en algunos cuadros magníficos de Tiziano, Caravaggio o Velázquez. También es el nombre de una banda de electropop y el de algo mucho menos agradable y artístico: un servicio de chat que Vodafone ha cobrado a muchos clientes sin que estos tuviesen ni idea de que lo habían contratado.
Tal y como describen varios consumidores, su sensación es que el chat Cupido se activa casi por arte de magia. En cambio, desde la empresa telefónica creen que no hay trampa ni cartón. Todo vale, se dice, en el amor y en la guerra.
Un servicio que se contrata sin saberlo
Primi Escobar es uno de los clientes de Vodafone que se percató de que estaba pagando este producto sin saber qué era. Ha mostrado a Consumidor Global cuál fue la respuesta de la empresa cuando pidió explicaciones: desde la compañía alegaban que el extra Cupido “es un servicio de Chat & Dating gestionado por Mondia y en el que Vodafone hace de pasarela de pago. El servicio no se empuja ni promociona por parte de Vodafone. La única manera de darse de alta es hacerlo desde los banners que se muestran en las campañas de captación realizadas por el tercero, por lo que solo se ha podido gestionar a través del dispositivo. Sentimos informarte que no procede abono por este motivo”.
Es decir, que la culpa era suya por clicar en un banner y que se apañase. “No me devolvieron nada, según ellos no les compete, así que yo, cuando me lo cobraron, llamé para darme de baja. Y 3 meses tardaron en tramitarla”, añade. Ahora falta por ver, relata, si no se lo cargan en el extracto del último mes. “Lo curioso es que yo no contraté en ningún momento este servicio ni sé de qué se trata, me di cuenta al ver la factura”, subraya Escobar.
Chat entre usuarios registrados
La web no es mucho más esclarecedora. Se dice que el chat Cupido “ofrece a los usuarios, mediante la app y el sitio web, el acceso limitado a una base de datos a través de la cual pueden conocerse para establecer relaciones personales. La base de datos contiene perfiles con fotos e información sobre el resto de los usuarios. Los usuarios registrados pueden consultar estos perfiles e información y ponerse en contacto con otros usuarios mediante el chat o a través de videollamada”. Es decir, una suerte de Tinder, con la posibilidad de añadir un punto más picante.
Ángel Marco es otro afectado por estos extraños cobros. Explica que, cuando se reclama a Vodafone por este motivo, la entidad alega que los responsables son los clientes. “He realizado varias llamadas y su última respuesta es que el chat pasa la factura a Vodafone”, afirma.
Tres clics en diferentes pantallas
Este consumidor cree que hay muchos afectados por este chat, lo que le llevó a plantear la posibilidad de presentar una demanda colectiva. Pero al final no fructiferó porque “10€ o 8€ es muy poco, y claro, la gente cambia de compañía y listo. Pero si Vodafone ha realizado estos cobros indebidos a lo largo de los años, son cuantías económicas bastante grandes”, precisa.
Consumidor Global ha preguntado a Vodafone por esto, y fuentes de la compañía explican que, para que un cliente contrate el chat Cupido, es necesario que haga hasta tres clics en diferentes pantallas, por lo que consideran que es un proceso seguro. De hecho, afirman, el último clic es un enlace a la App Store, donde el cliente puede descargar la aplicación. No obstante, admiten que puede haber casos en los que la suscripción no sea intencionada, y por eso tratan individualmente cada situación. Llegado el caso, aseguran desde Vodafone, efectúan la devolución del dinero. Además, afirman, pronto cambiarán sus condiciones para que cancelar las suscripciones a estos servicios sea más sencillo y ágil para sus clientes.
Un engaño desde el punto de vista jurídico
Samuel Parra es un abogado especializado en Derecho Tecnológico, tecnología relacionada con la informática y transparencia. Este experto opina que la suscripción a este tipo de servicios se hace de forma opaca. A él mismo le ocurrió, aunque no con el chat Cupido. “No es que el consumidor acepte algo sin querer, sino que la empresa consigue que se suscriba aprovechando algún tipo de vulnerabilidad”, expresa.
Además, tal y como indica, aunque Vodafone actúa como pasarela de pagos, se queda una parte, así que el lucro es evidente. Por ello, si la suscripción no es transparente ni bilateral, “desde el punto de vista jurídico, sería un engaño”.
“Si pinchas, aunque sea por error, ya te realizan el cargo”
Los padres de Juan González también cayeron en esta red. “Mis padres son los que tienen contratado con Vodafone y los que manejan las líneas y las facturas. Por suerte, mi padre se maneja muy bien con las tecnologías, por lo que fue él quien detectó el cobro de este servicio en la factura”, expresa. Investigó un poco, y se dio cuenta de que no eran los únicos. Además, precisa González, el cargo aparece especificado en la factura de la aplicación de Vodafone, pero “es enrevesado acceder” y comprobarlo.
Así las cosas, González acudió junto a sus padres a una tienda física a pedir explicaciones, donde les dijeron que al navegar por internet aparecen ventanas emergentes en las que “si pinchas, aunque sea por error, ya te realizan el cargo y directamente activas la suscripción mensual”. Todo este enredo, remacha este afectado, está “permitido por las grandes telecos, que son las únicas que se benefician con esto”.
Una cantidad pequeña por la que no sale a cuenta reclamar
A Laura Mustang también le cobraron el chat Cupido, y protestó por redes sociales con mención a Vodafone incluida. “En Vodafone no rectificaron, sí que es verdad que la cuantía es pequeña, creo recordar que eran 2 euros, pero no me dieron explicaciones, simplemente desactivaron esta opción y ya”, expresa. Por una cantidad tan escasa, afirma, no le salía a cuenta reclamar, y supone que es precisamente de eso de “de lo que se aprovechan”.
Hay quienes sí reclamaron. Existe una sentencia de la junta arbitral de Consumo de las Islas Baleares que evidencia la responsabilidad de Vodafone. En ese documento se recoge que a una mujer “se le cobran unos servicios llamados ‘chat Cupido’, que la reclamante niega haber contratado”. Esta entidad dice también que, “como es Vodafone quien factura y cobra dichos mensajes, debe cumplir lo establecido en la Carta de Derechos del Usuario de los Servicios de Comunicaciones Electrónicas y hacer factura separada de esos servicios para que el usuario decida si los paga o no”. Por ello, se estimaron las pretensiones de anulación de los cargos, y se determinó que Vodafone debía abonar 14 euros a la afectada.