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Pros y contras de viajar con un coche eléctrico Uber Green por 20 euros
El equipo de Consumidor Global prueba el nuevo servicio de la plataforma de movilidad, que pretende reducir las emisiones de sus vehículos a cero en 20 años
El mundo cada vez es más verde. No sólo el consumidor parece estar concienciado de la importancia de cuidar el planeta, sino también las marcas. Por esta razón, Uber, una de las plataformas de movilidad más conocidas, ha lanzado Uber Green, su servicio de coches eléctricos. Para comprobar cómo funciona, el equipo de Consumidor Global lo ha probado.
Uber Green arrancó su andadura el 14 de enero en Madrid. Para acceder a él, el usuario sólo tiene que seleccionarlo entre las opciones –UberX, UberX Saver, Uber Pet, Black, Comfort y Van—que le da la app para realizar un trayecto. Sin embargo, sólo podrá elegirlo si el origen de su viaje está dentro de los límites de la M-30, aunque su destino vaya más allá.
El Uber no viene a ti, tú vas al Uber
Para realizar un trayecto con Uber Green nos vemos obligados a desplazarnos a un punto de encuentro que entre en los límites señalados por la compañía y el conductor. Fuentes de la organización aseguran que esto responde a un intento de reducir tiempos de espera.
Esto también se explica por la flota con la que este servicio ha comenzado a funcionar. La empresa de momento sólo cuenta con 70 vehículos eléctricos. “En Uber trabajamos con muchas flotas de VTC, pero para este lanzamiento Moove ha proporcionado esos 70 coches. Ahora se puede apuntar a Uber Green cualquier VTC y taxi, autónomo o más flotas”, declaran fuentes de la compañía.
Pillar un Uber Green por un precio similar
Al seleccionar la opción de Uber Green, además de ir a un punto concreto de encuentro, toca esperar. Pedimos el automóvil a las 11:45 horas y la app determina que el conductor llegará en menos de 15 minutos, pero no es así. Al final aparece a las 12:06 horas.
Esto significa que llega 21 minutos tarde. A pesar de ello, cabe señalar que el precio del servicio no es superior por ser eco o sostenible. Cuesta lo mismo que pillar un UberX. En el trayecto concreto que realizamos, el viaje sale por 20,61 euros.
Poca contaminación y cargas en gasolineras
Al emprender el viaje, las sensaciones con un coche eléctrico son positivas: es nuevo y muy silencioso. El conductor, además, es agradable. Nos explica, nada más ponernos en marcha, que su pequeño retraso se debe a que se encontraba “muy apartado” del punto de encuentro.
El coche de Uber Green, según cuenta su piloto, “no contamina nada” y se carga “como un móvil”, precisa. Aunque se puede cargar desde una gasolinera o desde casa, gracias a un adaptador, él prefiere acudir a una gasolinera –de Repsol porque tienen un descuento del 21 %-- al finalizar el día. “Cargarlo en casa es un proceso muy lento, puedes estar seis o diez horas y sólo consigues el 50 %. Además, consume mucho”, especifica. En una gasolinera, en una hora y media está al 100 % para afrontar toda la jornada, asegura.
Una flota de 3.000 coches eléctricos en tres años
A las 12:27 horas llegamos a nuestro destino. Por el camino, el conductor afirma que la diferencia en el servicio la han notado sus clientes, que se han mostrado satisfechos, y también él, pues el coche es suave, silencioso, fácil de conducir y va rápido.
Aunque el servicio se encuentra limitado geográficamente, la compañía subraya su intención de “realizar el 100 % de los viajes en automóviles de cero emisiones” en 2040 en las 10.000 ciudades en las que está presente. De momento, confía en tener 3.000 vehículos eléctricos funcionando como Uber Green para 2025.
La era de la movilidad verde
Pero Uber no es la única que aboga por este transporte y, de algún modo, va un poco tarde. De hecho, Tesla se fundó ya en 2003 pensando en un modelo eléctrico y Cabify creó en 2016 Cabify Electric y ha renovado su flota con la adquisición, en noviembre de 2021, de 700 vehículos ecológicos. A día de hoy, esta última empresa presume de que “más del 90% de su flota lleva la etiqueta Eco”.
Y en el caso de Share Now, la compañía de carsharing, que llevaba en Madrid desde 2015 con una flota “100 % eléctrica”, incluyó el año pasado vehículos híbridos. Así lo atestigua David Bartolomé, su portavoz en España, quien propone un “cambio de modelo” sustituyendo los vehículos privados por coches compartidos, pero también por otros medios como la bicicleta o el transporte público. Estas opciones son “más cómodas, flexibles y ecológicas, y permiten ahorrar costes”, asegura. Según Bartolomé, a la movilidad aún le queda camino para ser totalmente sostenible, aunque, por suerte, se están dando pasos en esa dirección.
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