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Las ventajas de comprar en una tienda 'pop-up': precios de ocasión y experiencias personalizadas

La posibilidad de saltar del espacio online al físico sin un mayor coste ha hecho que este formato de venta se haya convertido en todo un fenómeno para diferentes marcas

Ricard Peña

Tienda pop-up de moda con productos de diferentes empresas / EP

Una tienda vacía es una posibilidad para albergar cien negocios. Con esta filosofía, el concepto americano pop-up store ha llegado a tierras españolas. Este modelo no sólo ofrece una alternativa para muchos proyectos y empresas que no pueden acceder a un local propio, sino que facilita a los clientes el acceso a una gama de productos que no se encuentran en los escaparates de forma habitual. 

La idea detrás de estas tiendas ocasionales es dar a conocer un producto al público, pero no se limita a ello. Cuando una marca crea su propio espacio temporal lo convierten en un evento multitudinario para sus seguidores y desconocidos. Es lo que ha ocurrido con la última tienda pop-up de Mango en Barcelona destinada al público más joven,con música moderna, colores chillones y un espacio para que los consumidores creen sus propios TikToks con las prendas de la compañía. 

Una oportunidad para pequeños creadores

Con el precio del alquiler por las nubes, son muchas las pequeñas empresas o startups que deciden dedicarse en exclusiva al e-commerce y las redes sociales. Aunque con la llegada de las pop-up stores, muchas de estas firmas tienen una oportunidad para probarse a sí mismas o realizar un estudio de mercado. “Empezamos como una prueba sin mucha esperanza durante la crisis, pero ahora organizamos eventos de varios días y en diferentes ciudades a la vez, donde los nuevos creadores pueden lanzar productos innovadores que no se encuentran en ningún otro sitio”, explica a Consumidor Global Rocío Padura, una de las encargadas de Pop Up Chic, empresa encargada de atraer y publicitar empresas de diseño. 

Los clientes más fieles de estas firmas siguen a estos nuevos creadores por varios espacios y ciudades. Una vez hecha la inversión en un local pop-up, ya no hay que pagar más alquiler, por lo que muchos productos pueden ofrecerse a un precio reducido, más orientado a agotar el stock que a generar unos grandes beneficios. “Los clientes pueden acceder a un trato personal y probar artículos exclusivos de una forma diferente a la que acostumbran en el mundo online”, matiza Padura. 

Expositor de una pequeña tienda pop-up de moda en Madrid / EP

Pruebas sobre el terreno y grandes descuentos

Pero las tiendas temporales no sólo funcionan para los nuevos diseñadores y artistas. Compañías consolidadas las aprovechan para probar nuevas líneas o tantear el éxito de una ubicación. Esta técnica es la que ha utilizado, por ejemplo, la marca de muebles e interiorismo Kenay. “En apenas dos días montamos la tienda, la gente casi ni se lo espera, pero, después, se suelen generar colas y funciona de maravilla, ya que ofrecemos una selección de los productos que son top ventas”, explican fuentes de la empresa. 

Kenay también ha probado los conocidos como outlets pop-up para dar salida a los  productos de temporadas anteriores en muy poco tiempo. Desde la empresa señalan que los precios, con estas tiendas relámpago, se pueden llegar a rebajar entre un 70 % y un 80 %. 

Una experiencia diferente

Se espera que este formato de tienda temporal tenga cada vez más repercusión en el territorio español, dado el crecimiento del e-commerce. En concreto, siete de cada diez internautas ya compra online, lo que se traduce en 22,5 millones de españoles de entre 16 y 70 años, según el Estudio Anual de eCommerce 2020, elaborado por IAB Spain. “Cada vez hay más empresas que prueban esta iniciativa para convertir a clientes ocasionales en fans, es una nueva forma de entender el retail y la relación entre marca y cliente”, indica Estela Romero, responsable de marketing en Planta18, una compañía experta en experiencias publicitarias y pop-up stores. 

Romero  también incide en que algunas acciones se enfocan más en la experiencia única que en la venta como tal, con eventos, regalos o detalles personalizados. El cliente siempre encuentra ofertas, novedades y una vía diferente para entender la marca.