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Así es vender en Amazon un aceite de oliva fabricado en un pueblo de Cuenca de 100 habitantes
Los impulsores de Olivares de Altomira reconocen ciertos obstáculos iniciales para vender en el gigante del 'e-commerce', pero consideran que Amazon es “una palanca” para llegar más lejos
Vellisca es un pueblo de Cuenca de unos 100 habitantes, situado a 120 kilómetros de Madrid. Si uno lo busca en Wikipedia, puede obtener información sobre su orografía (se ubica en la alcarria conquense), su flora y su fauna. También puede leer que “la variedad autóctona de aceituna es Verdeja, también conocida como Castellana”. Si este pequeño detalle activa la infinita potencia de la curiosidad, quizá se pueda encontrar que en este diminuto pueblo se ubica la almazara Olivares de Altomira, una empresa que produce aceite de oliva virgen extra en olivares centenarios. Esa sería una vía. Otra posibilidad, sin dar tantos rodeos, sería encontrar sus aceites en Amazon.
La ecuación es suculenta: a un lado, el gigante del comercio online, ciertamente áureo como el aceite y global; y, por el otro, una almazara donde trabajan menos de 10 personas que no tiene conexión a la red eléctrica, sino que produce su propia luz; e intentar implantar, poco a poco, elementos de economía circular. Los dos de la mano. No es una película de Netflix, ni una hipótesis. Es una historia real made in Spain.
Olivares de Altomira: una empresa de Cuenca con 6 trabajadores
Begoña González Pastor es la responsable de Olivares de Altomira y habla con emoción de su producto. Cuenta a Consumidor Global que sus olivas no caen al suelo, sino que las recogen de los árboles con un sistema que las mima. “Tratamos las aceitunas como si fueran fresas. No se pisan. Un aceite es un zumo. ¿Tú te harías un zumo de naranjas pisoteadas?”, comenta, con orgullo. Frente a la inmensidad de Amazon, González describe que en su empresa son 5 o 6 trabajadores, cada uno con un perfil profesional. “Los diseños de las botellas los hacemos nosotros, no tenemos que contratar a nadie”, explica sonriente. Además, intentan que los jóvenes se hagan cargo del Instagram de la empresa, pero de momento, el fruto no está maduro.
Antes de Amazon, la cuenta de resultados era más yerma. “Primero intentamos hacer la digitalización con nuestros propios medios, en nuestra propia web, lo que requirió una inversión grandísima, no sólo en informática, sino en conocimiento del propio medio. Después nos sumamos a plataformas online especializadas en alimentación, ecológicas, y no conseguíamos vender más de 4 o 5 productos en cada una de ellas”, rememora González. “En algunas, además, teníamos que pagar por estar, así que estudiamos ir a los grandes”.
800 pymes que mueven 800 millones de euros
Su intención era vender por producto y no por precio (una lata de 3 litros de su aceite AOVE ecológico cuesta 28,50 euros), y descubrieron que Amazon se lo permitía. A partir de ahí, relata que aprendieron cómo interactúa el marketplace con sus clientes, y fueron dando pasos. Ahora bien, González matiza que su asociación no es una alianza. “Para nosotros es una palanca”, expresa, “y además nunca hemos sentido que tengamos ningún compromiso con ellos”. También destaca que con Amazon “puedes divulgar, enseñar, y colocar la información que quieras detrás de tu producto, además de actualizarla de una manera muy rápida”.
Olivares de Altomira es una de las 800 pymes españolas que venden en Amazon y que, según un nuevo informe de PwC, en 2020 contribuyó a la aportación de los más de 800 millones de euros a la economía española que representó este sector. Según este mismo estudio, más del 70 % de las pymes españolas que venden en Amazon han aumentado su facturación desde que empezaron a utilizar este canal de venta.
Amazon, un catalizador de crecimiento
En palabras de Jordi Esteve, socio responsable en el área de consultoría estratégica de PwC, Amazon ofrece “un catalizador de crecimiento muy potente” que permite aumentar volumen de ventas y exportaciones.
Entre las mayores ventajas, González cree que la compañía estadounidense permite “preocuparte por aquello que tú sabes hacer, es decir, poner el foco en el producto. Y descargar en el experto, que es el que sabe de marketing digital y de logística, todos los temas de venta digital”. Focalizarse. Al pan pan, se dice, y al aceite, aceite. En la actualidad, Olivares de Altomira consigue llegar a muchos países europeos, con especial presencia en Francia, Italia, y Alemania.
“Lo tienen todo tremendamente digitalizado”
Si bien el aspecto más positivo es la comodidad, González cree que lo más complicado de trabajar con Amazon es conocer bien cómo funciona. Y, en segundo lugar, las complicaciones si algo se atasca. “Es una gran empresa con unos procedimientos que, cuando son eficientes, son estupendos, pero cuando te quedas en un limbo con una reclamación, por ejemplo, es más complicado”, argumenta.
En este sentido, la responsable de la almazara admite que si el problema no tiene un departamento claro al que asignarse, “te cuesta encontrar una persona que te atienda, porque todo lo tienen tremendamente digitalizado”.
Una fuente de ahorro
Hablar de la alcarria conquense es hablar de sostenibilidad personificada en su miel o en sus quesos, y de los conceptos-satélite que orbitan alrededor: kilómetro cero, producción local, pequeño tamaño... Ideas que, a priori, no parecen encajar en una empresa que sólo en España facturó 6.000 millones de euros en 2021; y que envía millones de paquetes diarios casi a cualquier parte del mundo, con el consecuente deterioro medioambiental. “Es cierto que hemos encontrado clientes que nos han ido a visitar y que han mostrado un rechazo, yo creo que ideológico, muchas veces por desconocimiento”, expone González.
Pero la realidad es más compleja: “Tenemos ahorro de costes por la gestión logística que nos hace Amazon, porque si la tuviera que hacer yo, tendríamos mayor consumo de todo: de gasoil, de cartones… De todo”, afirma. No obstante, la empresaria cree que el marketplace aún tiene camino por recorrer en la vía verde. “Creo que es una línea que Amazon tendrá que trabajar para poder incrementar su visibilidad en el ámbito de la sostenibilidad, y también su imagen”, opina.
La importancia de la divulgación
Una de las cuestiones en las que González pone más énfasis es en la formación del consumidor. En mostrarle, instruirle, catar con él. “España es la primera productora de aceite de oliva, y los españoles sabemos menos de aceite de oliva que otros vecinos europeos”, declara. Ante esta afirmación, arqueamos la ceja. “Alemania”, confiesa entre risas Begoña González Pastor.
“Es muy importante que trabajemos en una adecuada divulgación para hacer que el español sea un consumidor avanzado y sepa lo que compra cuando va al supermercado”, añade. “A veces no elige un aceite por cinco céntimos más, y resulta que lo que tiene delante son dos cosas totalmente distintas”, clama.
Llegar a los jóvenes
Otro de sus deseos es llegar a las generaciones más jóvenes, que, a su juicio, son “mejores consumidores de alimentación” porque cuestionan las etiquetas y se preocupan por su alimentación y su salud. “Tenemos un producto que no solamente es sostenible y de la calidad, sino que tiene propiedades anti-oxidativas demostradas”, defiende.
Además de la ciencia, importan las opiniones. De hecho, en Amazon, los comentarios tienen “muchísima validez”. González reconoce que a veces, cuando ella y el resto de la empresa están un poco de bajón, anima leerlos. También animan las sinergias con la zona. Su relación con Vellisca es “buenísima”, afirma, ya que es un área con vinos y quesos de calidad, lo que favorece la creación de un ecosistema atrayente para el turismo gastronómico. Es decir, que a pesar de lo etéreo de Amazon, lo físico no ha perdido relevancia. Quizá una y otra no sean contrapuestas. Quizá no sean como el agua y aceite.
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