La pantalla del ordenador vuelve a encenderse y comienza el tecleo. El mes de septiembre casi siempre envuelve la melancolía que supone el paso de los días libres del verano a los que saben a rutina. Volver a ver a los compañeros de oficina da, sin embargo, la oportunidad de rememorar aquel viaje que se hizo en agosto. No obstante, hay algunos que no han tenido la ocasión del descanso merecido al verse estropeadas las vacaciones por una agencia de viajes: Lol.Travel.
Paco H. y su pareja Virginia G. son dos de los múltiples desafortunados que han vuelto al trabajo sin una historia edulcorada que contar. Al contrario, su relato es de lo más amargo. Para el pasado mes, la pareja tenía reservado un vuelo a Tailandia, pero con un error en el nombre de ella. “Habían puesto Viginia en vez de Virginia, así que le dijimos a la agencia que lo rectificaran”, explica él. Lejos de realizar el cambio, Lol.Travel pretendía que pagaran 2.000 euros por un vuelo nuevo para Virginia, además de cobrar por tasas de gestión.
“Gracias por estropearnos las vacaciones”
“La gestión de esta agencia es totalmente contraria a la normativa de protección de datos y es echarle mucha cara, pues Air China, que es el operador del vuelo, permite rectificar los datos sin coste ni problema alguno a quien contrate directamente con ellos, ¿para qué contratamos entonces con una agencia?”, cuestiona Paco H. “Se supone que contratas una agencia pero luego te cobra por cualquier gestión que haga. Menudos chorizos. Gracias por estropearnos las vacaciones”, remata.
Clara Estrems, experta en turismo y portavoz de GuruWalk, la plataforma de guías de Free tours, argumenta a Consumidor Global que en este tema influyen muchos factores, ya que no es lo mismo un cambio de titular de vuelo que sea un nombre totalmente distinto, porque se hayan equivocado completamente de pasajero, a que sea un error tipográfico. Y también influye quién cometiera el error del nombre, si el pasajero lo envió mal o lo puso mal la agencia.
Cobrar por algo gratuito
“En el caso de que se tratara de un error de la agencia, el afectado puede demandar a la agencia en el juzgado para reclamar la cantidad del vuelo. Además, las agencias de viajes tienen un seguro de responsabilidad civil que debe cubrir estas circunstancias”, prosigue Estrems. En cuanto al cambio de nombre, la experta afirma que se puede realizar con algunas aerolíneas, pero con otras no.
“Por ejemplo, Iberia no permite el cambio de nombre en el billete, habría que buscar si mediante cancelación nos devuelven algo de dinero, pero sí se permite de manera gratuita cambiar una letra o error tipográfico. Lo mismo sucede con Air France o Air Europa”, matiza Estrems. “En Vueling puedes modificar los datos de cualquier billete de avión, hasta dos horas antes del vuelo, abonando una suma de 50 euros más la diferencia de tarifa. El cambio por error tipográfico es gratuito. En el caso de Ryanair el error tipográfico solo se puede hacer de manera gratuita dentro de las 24 horas tras la compra del billete. Para hacer un cambio de titular, tendrás que abonar una tarifa que oscila entre los 110 y los 160 euros”, especifica la profesional en turismo.
“No te fíes de los precios de Lol.Travel”
Paco y Virginia no han sido las únicas víctimas de Lol.Travel. Alfonso O. también sufrió una odisea en sus vacaciones de agosto. El cliente cuenta que reservó un hotel a través de la página web de la agencia. “¿Cuál es mi sorpresa? Cuando llega la hora del check out debo abonar más sobre el precio que la página me ofertó, sin información del porqué en ningún lado. No vuelvo a reservar nada con ellos. No te fíes de los precios de Lol.Travel”, aconseja el afectado.
Ante esta queja, desde la agencia lamentan que la experiencia haya sido negativa. “En cuanto a este caso concreto, por lo que cuenta, el cliente está experimentando un problema inusual y estaríamos encantados de recibir una referencia de reserva para identificar su caso y realizar las comprobaciones oportunas”, señalan desde Lol.Travel sin ofrecer más detalles al respecto.
Da igual si pagas un seguro con Lol.Travel
Por su parte, Miguel Ángel Fernández sacó un billete a Maldivas para este agosto con un seguro por si tenía que mover algún vuelo. “Resultó que al final tuvimos que cambiar un día la vuelta, y estos estafadores nos piden 700 euros por pasajero por cambiarnos el vuelo aún después de haber pagado 60 euros de seguro. Una estafa. Este tipo de compañías que viven de estafar al cliente deberían de ser perseguidas por la ley”, destaca el cliente que vio como se estropeaban las vacaciones soñadas.
“Lamentamos que su experiencia no haya sido positiva. Siempre trabajamos para ofrecer a nuestros clientes la mejor experiencia posible”, informan desde la agencia. “El servicio flexible permite no pagar la penalización pero al mismo tiempo la diferencia de precio (por el cambio de fecha) es calculada automáticamente por el sistema en base a la disponibilidad de las compañías aéreas y en base a la tarifa de su billete original. La exención del pago de penalizaciones, en este caso no exigibles al haberse adquirido el billete flexible, no exime del ajuste de tarifa en caso de solicitud de cambio de fecha”, señalan.
Derecho a que las ofertas sean reales
Jesús P. López Pelaz, abogado especialista en Nuevas Tecnologías y Legaltech, y director del Bufete Abogado Amigo, destaca a Consumidor Global que desde el Departamento de Derecho del Consumidor del Bufete están habituados a tratar con este tipo de reclamaciones. “En la mayoría de los casos hay que examinar la publicidad de cada uno de los cargos para comprobar si son o no legales. El consumidor no tiene derecho a comprar barato, pero sí a que las ofertas sean reales”, remarca.
“De esta forma si esos gastos extra en realidad son cargos inherentes al servicio (por ejemplo: te cobro por imprimir el billete) resultará que sólo se han establecido para encarecer una oferta lanzada públicamente y, por ello, generando un error en el consumidor de buena fe que confiaba en la publicidad recibida, y por todo ello, contrarias a al derecho del cliente”, explica el experto. Sea como fuere, la inflexibilidad de Lol.Travel ha provocado que algunos de sus clientes hayan vuelto a la oficina sin nada que contar sobre las vacaciones de verano. O al menos no una historia bonita.