Faltan muy pocos días para despedir el 2023. Como es tradición, casi todos los españoles estarán pegados al televisor el próximo 31 de diciembre a las 00:00 para escuchar las campanadas mientras engullen doce uvas.
En general, durante todo el año, la cesta de la compra se ha encarecido, y no poco. Así que, el broche final no podía ser otro que la subida de precios de las uvas. Se trata de la fruta más buscada y deseada para despedir el año. Pero, ¿cuánto llegan los consumidores a pagar por ella?
Una mala cosecha
El precio de las uvas en los supermercados lleva al alza dos meses. De hecho, durante estas últimas ocho semanas ha subido un 227%. Una subida que en el mes de diciembre repunta aún más. Francisco Torreblanca, consultor y profesor de estrategia e innovación, explica a este medio una de las raíces de este incremento: la mala cosecha.
Según el experto, se ha producido una caída de entre el 30% y 40% de la cosecha de la uva de Vinalopó, por ejemplo. Un fenómeno al que hay añadir el adelanto de la recolección por culpa de las altas temperaturas. Esto ha obligado a mantener la fruta en cámaras frigoríficas y esto repercute en el precio final.
Un encarecimiento superior al 50%
Actualmente un racimo de uvas blancas normal cuesta entre tres y cuatro euros el medio kilo. Es decir que el precio por kilo ronda entre los seis y los ocho euros, en función del supermercado.
"Si valoramos el precio del año pasado o los dos años anteriores, estamos viendo subidas del 40%, 50% y hasta del 70%. Depende de la variedad de la uva y el punto de venta", comenta Torreblanca. "Es una subida importante", advierte.
Un producto icónico
A la gran mayoría de los consumidores no les importa tanto cuánto marque la etiqueta del supermercado. ¿Por qué? Hay varias razones. El consultor de marketing Paco Lorente subraya a este medio la iconicidad de la uva en fin de año.
Una idea con la que coincide Torreblanca, quien subraya que el hecho de ser un producto tradicional provoca en el consumidor una baja sensibilidad al precio. "Tampoco va a suponer una gran inversión y no destaca por encima del resto de gastos que se hacen en esta época de Navidad", añade Lorente.
Consumo duplicado
Está claro que la mala cosecha afecta al precio de la uva. Es evidente que la tradición de tomar las 12 uvas influye en el precio. Torreblanca ya ha apuntado un incremento entre el 40 y el 70%. Pero nada de esto se entendería sin el papel que juega el marketing.
"A medida que hay más opciones, el precio se incrementa. Hablamos de packs especiales preparados para fin de año, platos de usar y tirar, uvas de otros lugares que son más dulces…", explica Lorente. El experto subraya la tendencia a tomar las doce uvas al medio día, además de las de la noche. Por tanto, el consumo y el gasto en esta fruta es doble.
Uvas de importación: ¿una alternativa más económica?
Torreblanca pone el foco en la uva de importación. El consultor de estrategia e innovación asegura que estos precios pueden ser más bajos en fechas de consumo masivo. Pero bien sea uva chilena, argentina o brasileña, los precios tampoco caen en picado porque traer la uva tiene un coste.
Un coste que termina pagando el consumidor. "Los clientes están saturados de compras navideñas. Es la tormenta perfecta para camuflar precios [en los supermercados]", sostiene el experto.
No importa el precio
Sean de donde sean las uvas, el consumidor no mira el precio de esta fruta en fin de año. Al menos, no deja de comprarlas por su coste. Los supermercados lo saben y aprovechan el contexto para inflar los precios "todo lo que quieran y más", según Torreblanca.
Si el consumidor ha pagado durante el mes de diciembre unos tres euros por una bandeja de 500 gramos de uvas, "perfectamente la podemos pagar entorno a los cinco euros en la última semana de diciembre", subraya Torreblanca. Así que es mejor preparar los bolsillos porque las uvas en 2023 son tan deseadas como otros años pero, también, están más caras que nunca.