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De las Cotton Candy a las que parecen un pimiento: uvas raras para celebrar el Fin de Año
El producto estrella de Nochevieja amplía horizontes y ya se pueden encontrar cientos de variedades de sabores y formas de lo más extravagantes
Excepto Anne Igartiburu, que lleva dieciséis años consecutivos presentando las campanadas de TVE y tomándose las uvas con el concierto de Año Nuevo, cada Nochevieja la inmensa mayoría de españoles ingieren religiosamente, o deberíamos decir engullen como si no hubiera un mañana, las tradicionales doce uvas para celebrar el Fin de Año. Los hay que las prefieren sin pepitas --cada vez son más--, e incluso sin piel. Algunos las acompañan con una copa de cava o champán. Y, siempre que sea posible, regadas con besos y abrazos para confiar en que, este año sí, sea el último con el Covid como antagonista. Pero, ¿por qué no innovar un poco y probar algo distinto?
En el mundo hay más de 10.000 variedades de uva, y 535 se cultivan en España, según la biblia del sector Wine Grapes. En Uvasdoce, una empresa ubicada en Alicante que provee a Mercadona, Carrefour y Alcampo, entre otros, apostaron hace años por la uva sin semilla de variedades especiales: con sabor a frambuesa, fresa, manzana o algodón de azúcar, y hasta con forma de pimiento de padrón. Porque la mejor alternativa no está en olivas, golosinas, almendras ni gajos de mandarina, sino en las uvas que no dirías que lo son.
Las uvas más vendidas
Los consumidores demandan cada vez más la versión sin semilla, que ya supone "un 60 % de la que se consume la noche de Fin de Año", apunta el presidente de la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas, Uva de Mesa y Otros Productos Agrarios (Apoexpa), Joaquín Gómez. Pensando en Nochevieja “traje dos cajas con pepita de Alicante y doce sin pepita de Perú”, expone a Consumidor Global el propietario de Sarrià Fruit Selecció, Héctor Seguro, quien añade que la bolsita de doce uvas se vende a 2,50 euros.
Y dentro de esta tradición, las opciones especiales o raras también ganan terreno. De las 40 variedades que “cultivamos, la Cotton Candy, que recuerda al típico algodón de azúcar de feria, es la que más sale”, apunta la directora de comunicación de Moyca, Míriam Cánovas, en referencia a esta uva blanca, de calibre grande y forma ovalada, que tiene la piel fina y una carnosidad crujiente. “En China se las rifan, y también exportamos a Francia, Reino Unido, Suecia y Sudáfrica”, aseguran desde Uvasdoce sobre esta variedad. La Sweet Globe, con un refrescante sabor a manzana, y la Candy Snaps, que sabe a fresa, “también tienen mucho éxito entre los más pequeños”, añaden. Se pueden encontrar en la mayoría de supermercados por entre 4 y 10 euros el kilo.
Las más exóticas
Las uvas con forma de pimiento de padrón existen y en Moyca las denominan Sweet Sapphire o Fanny Fingers: “llaman la atención a primera vista, pero tienen un sabor muy parecido al de las tradicionales”, apunta Cánovas. La Muscat Beauty, en cambio, es mucho más aromática y tiene un reconocible toque a moscatel.
La K2, también de Moyca, sabe a mango y níspero, y es la opción más tropical que se puede encontrar en Consum, Carrefour, El Corte Inglés, Aldi y Dia. “La más exótica sería la Sweet Sapphire”, apuntan desde Uvasdoce sobre esta variante de color negro y forma de pimiento en la que el azúcar se reparte por todo el grano.
¿Una chuchería?
“Hemos hecho muchas pruebas con niños, sin decirles lo que era y la gente te dice que sabe a chuche o a fresa”, aseguran desde Uvasdoce en referencia a sus sabores Candy.
Sin embargo, otras fuentes del sector no comparten el gusto por estas variedades: “yo las traje, la gente las probó con ganas, pero no repitieron y las dejé de pedir. Al final, es como comerte un caramelo”, opina Seguro.
Con denominación de origen
Moyca, Uvasdoce y El Ciruelo son las únicas empresas españolas que tienen licencia para poder cultivar las que tienen denominación de origen SNFL (Murcia) e IFG (California).
“Son ideales para todo aquel que quiera probar cosas nuevas”, apunta Cánovas, quien explica que sirven tanto para hacer postres como para celebrar la llegada de un nuevo año. “Hasta los cines se han interesado. Se venden como churros”, sentencia esta especialista.
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