Un envase en formato tetrabrik sirve para preservar y transportar líquidos de manera eficiente, práctica y segura, manteniendo la calidad del producto durante un periodo de tiempo razonable. Además, su diseño minimiza los derrames y facilita el vertido del líquido, ya sea leche, zumo o caldo, de manera controlada. Al menos esa es la teoría.
En la práctica, todo el mundo coge el brik de leche, retira el tapón y lo vierte sobre un vaso o una taza con el tapón hacia abajo. Sin embargo, hacerlo así es un error: el propio envase indica que debe servirse con el tapón hacia arriba para evitar derramar el contenido. Así lo ha explicado @cookcineme, un creador de contenido con más de 470.000 seguidores en TikTok que se dedica a subir vídeos sobre comida.
Un error de “toda la vida”
“¿Conocéis la sensación de cuando te enteras de que llevas haciendo algo mal toda la vida?”, pregunta a sus seguidores este tiktoker. A continuación, muestra que, al servir la leche con el tapón hacia arriba, el líquido no hace burbujas y cae con menos dificultad. “Yo lo sabía… y no sé por qué lo sigo haciendo mal”, revelaba una persona en el apartado de comentarios.
Lo cierto es que el envase Tetra Brik se introdujo en el mercado en 1969, después de un largo proceso de desarrollo de una empresa sueca basada en su modelo anterior, el Tetra Classic, que tenía forma de tetraedro. “En 1969 se lanzó el envase Tetra Brik® Aseptic, liviano, resistente, fácil de manipular y distribuir. Nuestro primer envase para leche rectangular se diseñó para cumplir con los estándares internacionales para la carga de pallets y ayudó a revolucionar la industria alimentaria”, dice la compañía en su web.