Las bolsas de patatas fritas suelen estar selladas al vacío para evitar que el aire entre en contacto con el producto y lo deteriore. Sin embargo, una vez que las abrimos, el aire empieza a entrar en la bolsa y a oxidar las patatas, haciendo que pierdan su sabor, su crujiente y su frescura. Por eso, es importante cerrar bien después de cada uso, para mantener el aire fuera y prolongar la vida útil del producto.
Existen diferentes formas de cerrar una bolsa de patatas fritas, como usar pinzas, gomas elásticas o clips, pero todas ellas tienen algunos inconvenientes. Por ejemplo, las pinzas pueden romper la bolsa o dejar marcas en las patatas, las gomas pueden perder elasticidad o soltarse y los clips pueden ser difíciles de encontrar o de colocar. Además, estos métodos no garantizan un cierre hermético y pueden dejar entrar algo de aire en la bolsa.
El método alternativo
Hay un método alternativo que no requiere ningún accesorio y que permite cerrar la bolsa de forma segura y eficaz. Se trata de un doblado especial que crea una especie de sobre con la propia bolsa y que impide que el aire se escape. Para hacerlo, solo tienes que seguir estos pasos:
1. Dobla la parte superior de la bolsa hacia abajo varias veces hasta que quede cerca del nivel de las patatas. Este paso sirve para eliminar el exceso de aire de la bolsa y para crear una superficie plana sobre la que trabajar.
2. Dale la vuelta a la bolsa y presiona los extremos hacia el centro, formando un triángulo. Este paso sirve para crear una forma triangular con la bolsa y para juntar los bordes laterales.
3. Dobla las puntas del triángulo hacia atrás y mételas por debajo de la capa doblada de la bolsa. Este paso sirve para sellar el triángulo y para evitar que se abra o se deshaga.
4. ¡Listo! Ya tienes tu bolsa de patatas fritas bien cerrada y sin que se salga el aire. Este paso sirve para disfrutar de unas patatas fritas deliciosas y crujientes siempre que quieras.