Instagram es una de las redes sociales más utilizadas en todo el mundo, y puede ser útil para que las empresas, tanto grandes marcas como pequeños comercios, promocionen sus productos. No obstante, también proliferan los vendedores fraudulentos que cuelan productos falsificados o que envían al cliente artículos que no cumplen con los requisitos de calidad o seguridad. Era el caso de Sneakers Fever InstaShop.
En su cuenta de Instagram, esta supuesta tienda online ropa deportiva tenía 8.300 seguidores. Cerró justo después de que este medio contactara con ella para preguntar por sus sospechosas actividades. “Pago seguro contra reembolso”, indicaban. Publicitaban zapatillas muy demandadas de firmas como Nike, y también modelos exclusivos, como las Adidas x Gucci Gazelle, que salieron a la venta por más de 600 euros. No obstante, según denuncia un comprador a Consumidor Global, se trataba de una completa estafa.
Un nombre con gancho
El nombre no es aleatorio. Sneaker Fever está considerada la exposición de zapatillas deportivas más importante de México y América Latina, así que el título puede tener cierto gancho para algunos. Jesús Tamayo se encontró la página por Instagram y encontró unas sneakers que le gustaron. No es que hubiese estado comparando el precio de un modelo específico en diferentes sitios, sino que simplemente las vio en esta cuenta y se interesó.
“Les pregunté el precio por Mensaje Directo y me dijeron que eran 70 euros”, explica. Al principio se mostró reticente, pero el vendedor le dijo que el pago era contra reembolso, así que decidió fiarse. El vendedor puso otro requisito, al que Tamayo tampoco puso pegas: el pago debía ser en efectivo.
Entrega sin el comprador en casa
“Yo tenía que salir de casa, y estuve hablando con el vendedor para ver cuándo se haría la entrega. Decidieron hacerla en un momento en el que yo no estaba en casa”, lamenta Tamayo, que piensa que escogieron a propósito una franja en la que él no estaba presente. Así, cuando llegó el repartidor, le recibió otra persona, que realizó el pago en cash, como estaba acordado, y no trató de revisar nada.
Pero había gato encerrado: “La persona que recibió las zapatillas me dijo que quien las entregó salió con prisa al recibir el pago”, relata Tamayo. “Pagué 70 euros y recibí unos zapatos usados y sin valor. Una cosa que no vale nada, cinco euros como máximo, que podrías encontrar en un bazar”, denuncia este afectado. Las zapatillas, como ha visto este medio en una fotografía, no tienen marca y parecen aplastadas. “Una porquería”, insiste Tamayo.
Sin comentarios ni publicaciones
Molesto, Tamayo contactó con varias personas que seguían a Sneakers Fever por Instagram, y les alertó de que era "una estafa". Asegura que muchos le dijeron que estaban en su misma situación. “Además, la página no deja que los etiquetes ni que comentes sus publicaciones”, expresa. Tal y como ha comprobado Consumidor Global, entregar algo que no se corresponde con lo pedido es una práctica habitual entre muchos estafadores, que, no obstante, se toman la molestia de enviar algo, aunque sea una birria.
Fernando Longoria es abogado en el Bufete Giraldillo, y explica a este medio que, para los vendedores fraudulentos, tiene todo el sentido hacerlo. De este modo, si el asunto llegase a los tribunales, los culpables “se podrían librar de ser acusados de un delito de estafa penal, que contempla penas de prisión”. Al mandar un objeto remotamente similar, el tipo penal cambia de forma radical, ya que el vendedor podría “tirar de falta de conformidad del bien”, y el asunto se circunscribe al ámbito de consumo.