¿Tiendas para zurdos? Así sobreviven los negocios dirigidos a un 13% de la población

Cuando se piensa en las tiendas para zurdos, lo más común es recordar aquel Zurdorium que creó Ned Flanders en Los Simpsons. Pero, al margen de la ficción, tiendas como la de Joaquín Luquin en Pamplona o la web de María Antonia Gómez, tratan de ayudar y ser útiles con sus servicios a ese 13% de la población que es zurda.  

“Hay algunos que piensan que soy Ned Flanders y no, yo soy mucho más mona”, bromea tras el teléfono María Antonia Gómez, Toña. Hace 15 años que esta valenciana se lanzó a abrir la tienda L’Altra Mà, especializada en productos para gente zurda. Como ocurrió con muchos otros negocios, la crisis obligó a cerrar el local y a centrarse en la venta online, con una web que a día de hoy sigue en activo bajo el nombre de Universo Zurdo.

Una tienda con productos que miran a la izquierda

El negocio de Gómez nació de una necesidad, tal y como ella misma relata a Consumidor Global. “Yo soy zurda y estaba harta de pagar el doble algunas veces y no encontrar las cosas. Vimos un nicho de mercado y nos lanzamos, pero luego llegó la crisis”, explica. En su caso, Universo Zurdo, antes L’Altra Mà, se ocupa de recopilar productos de todo tipo, ya que “nosotros no fabricamos nada”.

Mientras, Joaquín Luquin, también zurdo, regenta desde 1996 la Librería Luquin, ubicada en la calle San Francisco, en Pamplona. Según cuenta a este medio, un día vio unos productos para zurdos en una revista y decidió abrir el Rincón del Zurdo en el mismo local. Para este pamplonés, lo ideal sería que no existieran tiendas como la suya porque significaría que por fin hay una “cultura de lo zurdo” y todas las marcas tendrían en cuenta a las personas que usan más la mano izquierda. 

Fabricar para menos de un 13% de la población

No todas las marcas tienen productos y líneas para gente zurda. Eso significa, según Luquin, un problema que deriva en altos precios, ya que fabricar para sólo un 13 % de la población afecta de forma directa a la producción y a los costes. Además, ni siquiera ese 13 % utiliza herramientas adaptadas. “Ni los propios zurdos los compran porque se ha creado esa idea de que son productos elitistas cuando no lo son”, subraya el propietario de El Rincón del Zurdo.

De hecho, la extravagancia y la rareza no casan en absoluto con este tipo de tiendas, que tienen como productos más vendidos las tijeras, utensilios de cocina y otros elementos de uso cotidiano. Uno de los problemas que denuncia Luquin es que “en esta sociedad diestra, muchos zurdos han tenido que acostumbrarse y conformarse con los productos de la mayoría”.

Adaptarse al imperativo diestro

Aristidis Gianicopulos admite que desconocía de la existencia de este tipo de tiendas especializadas. “Seguramente tengan su utilidad, aunque es algo muy específico”, asegura.

Para esta persona zurda, el mayor problema que se ha encontrado a lo largo de su vida es encontrar unas tijeras adecuadas y que pueda manejar con facilidad. “No se encuentran y a mí me cuesta mucho cortar con unas para diestros”, admite. En su caso, dice que no es un problema que le afecte el día a día “porque me he acostumbrado a usar productos para diestros”, confiesa.

Sin ‘stock’ y más caro 

El equipo de Consumidor Global ha visitado varias ferreterías y comercios para comprobar la cultura y conocimiento de la existencia de herramientas adaptadas para zurdos. “Lo siento, pero no tenemos. Puedes pedirlo en la web y recogerlo aquí”, reconoce un trabajador de la ferretería Chamartín, ubicada en la madrileña calle de Bravo Murillo, cerca de Plaza Castilla.

Gregorio García, propietario de la ferretería que lleva su nombre en la calle Infanta Mercedes de la capital, también admite a este medio que “ahora mismo no tenemos, pero si alguien necesita se las podemos pedir”. En precios, este trabajador asegura que no hay diferencias. Sin embargo, Alvanis B., dependienta de la tienda Adeva en la calle Bravo Murillo, cuenta que unas tijeras para diestros cuestan 9,40 euros y las de zurdos, casi idénticas, 14,40 euros. “No entiendo muy bien por qué cambia el precio, pero es así”, señala.  Toña Gómez, del Universo Zurdo, tampoco lo entiende. “Al final es como un zapato derecho y otro izquierdo. Es el mismo material y el mismo producto”.

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Asimismo, los propietarios de estos negocios coinciden en señalar que tanto la vuelta al cole como la Navidad son las dos épocas del año con más trabajo y mayor demanda de este tipo de artículos.“Septiembre es un mes fuerte por la cantidad de material escolar que se compra, como sacapuntas, libretas o bolígrafos especiales; y las Navidades por los regalos que se hacen”, remarcan.

Ambos también coinciden en que hay un claro y gran competidor para estos comercios. “Amazon manda. La gente que viene a la tienda ha buceado por todo Internet antes de cruzar la puerta”, señala Luquin. Y, a la imposible lucha de precios contra un gigante como Amazon, también se suma el diseño de los productos. “Si Amazon dice que la libreta para zurdos tiene que tener el muelle en la derecha, pues lo tiene en la derecha, cuando en realidad debería ir arriba”, recuerdan estos comerciantes.