“No hay test”. Es la frase más repetida en las farmacias durante los últimos días. Algunas incluso han decidido colocar un cartel en la puerta para ahorrarse la explicación a un cliente, y a otro, y a otro. El aumento de contagios ha provocado un subidón de la demanda que, de momento, la oferta es incapaz de cubrir. Y, como cada vez que hay desabastecimiento de algún producto, lo que se dispara es la picaresca y la inventiva, como un líquido que se derrama y mancha un poco el folio impoluto de la legalidad.
En Milanuncios, como en el bolsillo de Doraemon, podemos encontrar de todo. Ahora también test de antígenos, pero no son los únicos. Los precios son muy variados, pero, ¿es seguro comprar un test por esta vía? Aún más, ¿es legal?
Honestidad ilegal
En este zoco digital abunda la especulación, pero también hay honestidad: “Vendo algunos test de antígenos que me sobraron para reunión familiar. Al mismo precio que me costó en farmacia”, informa un vendedor de Jerez. Los hay también que hacen “precio especial para grupos” (25 euros por persona) y otros que operan como verdaderas empresas, como Manuel, un vendedor que dispone de stock de test, pero que sólo levanta el teléfono a partir de “pedidos mínimos de 1.000 unidades”.
Rosana Pérez, abogada y profesora de Derecho Civil de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), explica a Consumidor Global que, en principio, las plataformas como Milanuncios tienen prohibido vender artículos “que necesiten ser administrados por un profesional”, por lo que no es legal que vendan test de antígenos. Por mucha honestidad que haya. Según señala la experta, algunos anunciantes tratan de regatear esta prohibición recurriendo al truco de vender un objeto barato y regalar, a modo de extra, el test. Es decir, recurrir al 2x1 aunque en realidad es 'vendo H y cuelo B', al estilo del clásico “vendo bolígrafo por 180 euros y de regalo una entrada para el Real Madrid-Bayern de Munich”. Tal y como explica Pérez, estos anuncios ya están siendo retirados de Wallapop.
Test de antígenos legales por profesionales sanitarios
Otra cosa bien distinta, explica la abogada, es cuando los anunciantes son profesionales, esto es, enfermeros colegiados, que se ganan un sobresueldo con el test. Ese plus es legal. En Wallapop, buena parte de los anuncios son de este tipo. Por ejemplo, un graduado en enfermería de Segovia se ofrece a realizar “test de antígenos a domicilio a familiares que así lo requieran”. Con transporte y material incluido, este servicio cuesta 6,5 euros por persona. “Por unas Navidades seguras”, remacha el vendedor.
En Valladolid, un “enfermero colegiado y autónomo” también realiza test a domicilio. El precio de los antígenos es de 29 euros. Este enfermero tiene su negocio más diversificado: ofrece además “certificados en inglés y español para viajar”. Esta falta de información resulta sospechosa: el vendedor no especifica si lo que ofrece es la opción de ayudar a la persona a descargarse ese certificado, que expide Sanidad o cada comunidad autónoma; o a crear uno falso. Ilegal.
“Seriedad y responsabilidad”
Los 29 euros que cobra el enfermero de Valladolid multiplican casi por 10 la tarifa que ofrece Macarena, una enfermera de Sevilla que realiza cada prueba por 3 euros. Por su parte, Isabel, en Fuenlabrada, utiliza como reclamo su experiencia y el hecho de estar colegiada. “Conozca su test en 15 minutos, para eventos, fiestas, bodas, cenas de empresa, grupos de colegios. Ofrecemos seriedad y responsabilidad”.
“Si te ofrecen la posibilidad de venir a tu casa, con la demanda actual tan elevada, entiendo que haya gente que acepte”, explica Rosana Pérez. Lo que venden los enfermeros profesionales no es sólo un producto sanitario, sino la sensación de seguridad, la posibilidad de continuar saliendo sin sacrificar una comida y unas copas. Un salvoconducto hacia la vida que nos dijeron que recuperaríamos.
Problema de seguridad
Ya en mayo de 2020, la Agencia Española del Medicamento y el Producto Sanitario alertó del riesgo de que se vendieran “productos y servicios para el diagnóstico de Covid-19 que no cumplan con la legislación vigente”. La alarma que generan no se restringe a la persona que lo compra, sino que se extiende a todo su entorno, puesto que estos test pueden desembocar en falsos positivos.
“No todos los test son seguros. Cuando los compras en farmacia te aseguras de que están homologados”, señala al respecto Rosario Pérez. Por su parte, la enfermera Paula M. cuenta a Consumidor Global que si las farmacéuticas hubieran sabido el alto nivel de contagios de estas semanas, "habrían sido las primeras interesadas en vender", por lo que el problema ha sido la poca anticipación. De igual modo, considera que el hecho de que sea un sanitario quien hace la prueba "no aumenta ni la sensibilidad ni la especificidad de la prueba, porque los test vienen con instrucciones apropiadas". Además, apunta que ningún sanitario "va a declarar ese servicio en ningún lado".
Un test de infidelidad que detecta el semen
En Milanuncios hay opciones más oscuras que las de los test de antígenos. Inmaculada, vendedora en Alicante, oferta (por 50 euros) un test de infidelidad basado en la detección de semen. Se trata, según describe, de “un sistema revolucionario y muy sencillo de usar”. Según ella misma especifica, “después de haber practicado sexo, incluso con protección, pueden haber quedado trazas de semen en los tejidos o en superficies donde haya podido estar en contacto, incluso la piel puede transportar dichas trazas sin que aparezca a simple vista”.
El funcionamiento es parecido al test de antígenos: se pasa un bastoncillo por la zona ‘sospechosa’ que después se introduce en un microtubo con líquido. A continuación, esa mezcla se vierte sobre el casete de reactivo, que indica si hay o no hay semen. Paula M. considera que, más allá de las enormes aristas legales y morales que conlleva realizar esta prueba, "el nivel de sensibilidad del producto es muy bajo", por lo que es casi imposible que los resultados sean concluyentes.
Próstata
En la misma línea, también en esta web de anuncios se puede comprar un test que se anuncia como “chequeo de la próstata”. No es para detectar este tipo de cáncer, sino para ver el nivel de PSA, "un antígeno específico", según el vendedor. Nada más y nada menos. La enfermera Paula M. explica que la efectividad de un producto así es "nula".
También es un auto-test que proporciona “resultados precisos en 10 minutos”. El vendedor señala que "hay patologías benignas", para a continuación afirmar que "siempre hay que ir a un especialista ante cualquier duda".