Un supermercado sin estanterías, mostradores y sin apenas dependientes, en el que los productos se comercializan directamente desde palets o cajas. Así consigue la cadena de supermercados rusa Mere vender sus productos a un precio muy bajo, entre un 10 % y un 20 % menos que su competencia directa. Esta forma de venta recuerda a los inicios de otras grandes superficies como las cadenas alemanas Aldi y Lidl, aunque ahora cuentan con mayor cantidad de mobiliario, de personal y de oferta.
En mayo, Mere abrirá su primera tienda en España y en cuatro años espera contar con más de 100 establecimientos en el país, con Madrid, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía como sus zonas de expansión prioritarias. La llegada de esta cadena puede poner en apuros a otros supermercados ya establecidos en España, sobre todo con una política muy agresiva de precios bajos.
Poca variedad y precios muy bajos
El modelo de negocio que plantea Mere se conoce como hard discount o tiendas con súper descuentos. “Esta fórmula comercial se caracteriza por tener un surtido reducido de referencias --unas 600-700 cuando lo normal es tener unas 10.000--, así como por las marcas de distribuidor y por una política de precios bajos”, explica a Consumidor Global Alfonso Sebastián, vicepresidente de la Asociación Española de Retail (AER).
De hecho, Mere se ha fijado en España por la situación económica que ha generado la pandemia. “Ya tenía intención de entrar en el mercado español, pero ha acelerado su llegada por esta crisis”, asegura Sebastián. No obstante, nuestro país no sólo ha llamado la atención del grupo ruso, sino que hay otras compañías de retail internacionales que se plantean entrar en el mercado, cuenta este experto.
Tiendas con pocos lujos
Para ofrecer precios reducidos, este tipo de cadenas optan por envases familiares y prescinden de dependientes. “Son tiendas muy espartanas”, resume Sebastián. Y es el consumidor quien va abriendo cajas y llenando sus cestas con los productos que selecciona. “Hay que olvidarse de una experiencia de compra agradable, pues las tiendas de hard discount normalmente no están bien iluminadas e incluso están mal ordenadas”, insiste.
Este formato de supermercado de decoración sencilla se conoce con el nombre de no-frills, que se traduce como sin lujos. “En una era de crisis económicas recurrentes, el ahorro en la compra de bienes cotidianos es una tendencia en el comportamiento del cliente”, explican en la web de Mere. Por tanto, el factor precio puede ser decisivo para muchos y puede ser el quid para el triunfo de este supermercado.
¿Triunfará en España?
No hace tanto, las cadenas alemanas Aldi y Lidl contaban con un modelo de negocio similar, aunque poco a poco fueron aumentando las referencias y españolizaron sus tiendas, dándoles un toque más agradable y cálido de cara al cliente. Ahora ambas triunfan en el mercado español. En el caso de Mere, sin embargo, Sebastián cree que “lo tienen complicado para ser atractivos, pero no imposible”. La dificultad radica en que, además de unos precios a la baja, “Aldi tenía sus productos ecológicos y Lidl sus lácteos, ambas categorías reconocidas por el cliente”, aclara el experto. En el caso de Mere, a priori, el precio sería su única baza.
Para Sebastián, esta fórmula comercial va “a contracorriente” del resto de grandes superficies que se están implantando en el país. Y con cada vez más variedad y número de tiendas, el margen también se reduce, aunque podría triunfar “en ciertos núcleos urbanos” donde el desempleo afecta más, por ejemplo. “No digo que no vaya a tener éxito, pero va a ser muy complicado”, insiste el vicepresidente de AER.
La opinión de la competencia
El propio director de Mere, Andrey Murzov, aseguró en una entrevista a la agencia EFE que su modelo de tienda se parece “bastante” al que usaban Lidl y Aldi hace años. “Contamos con un concepto de negocio que pasa por ahorrar en costes de explotación, empezando por el alquiler, la decoración del local y el personal”, detalló Murzov.
Consumidor Global se ha puesto en contacto con ambas cadenas para conocer su opinión al respecto y saber si consideran la llegada de Mere una amenaza para su negocio. Desde Lidl, han evitado hacer mención al supermercado ruso, asegurando que están centrados en desarrollar su “propio modelo de negocio para seguir creciendo en España, ofreciendo siempre la mejor relación calidad-precio del mercado e integrando la sostenibilidad en toda nuestra actividad”. Mientras, Aldi ha dado la callada por respuesta.