La gran mayoría de influencers tienen una en su salón. O eso aparentan en fotos y vídeos. También son las preferidas de los interioristas y están en los pisos de diseño y en los garitos de moda. Y es que nunca antes una planta había ocupado tantas páginas en las revistas de decoración. En Santa Cruz de Tenerife, incluso, hay un restaurante que lleva el nombre de esta planta de origen sudafricano y aspecto tropical que puede llegar a costar 300 euros. En efecto, se trata de la strelitzia y los floristas se llevan las manos a la cabeza al verla “malvivir” en interiores.
La que se ha puesto de moda “es la strelitzia augusta”, matiza la fundadora de la escuela Art Floral de Catalunya, Flora Miserachs, sobre esta planta de flores de color blanco o negro y forma de pájaro que se integra en la familia de las musáceas. Es importante no confundirla con la strelitzia reginae, que tiene la flor anaranjada y las hojas más pequeñas --ambas son conocidas como Ave del paraíso--, y saber que necesita sol y corriente de aire para respirar, vivir, y, después de otro milagro de la primavera, florecer.
Strelitzia: así sufre en casa de las influencers
Paula Echevarría, María Pombo, Dulceida y Amelia Bono, entre otras, se han fotografiado con strelitzias en espacios interiores. Mientras, algunas tiendas online, con muchos conocimientos de marketing y muy pocos de botánica, aseguran que “también se puede colocar al aire libre”.
“La gente viene despistada porque las influencers las exponen en su salón, pero en los interiores se mueren. Necesitan sol”, explican a este medio desde la popular tienda barcelonesa Flores Navarro. La quieren porque la ven, fuera de su ambiente, en revistas de decoración o en internet, “ese es el gran problema”, apunta Miserachs. En cualquier caso, los especialistas coinciden en que esta resistente planta de grandes hojas es feliz en climas cálidos, mientras que en interiores es casi imposible que florezca. “Es una planta tropical y el de Madrid no es un clima adecuado para ellas, pero se vende mucho porque la publicitan en redes”, recuerdan desde Baccara Floristas, en el Paseo de las Delicias de Madrid.
El aceite de girasol de las plantas
Fuentes del sector aseguran que la strelitzia augusta es de las más vendidas durante todo el año y que su precio ha subido entre un 10 y un 20 % en los últimos meses. “Se ha puesto de moda y ahora mismo hay más demanda que oferta. No hay stock, es como el aceite de girasol”, expone a este medio el dueño de la floristería La planteta y miembro del Gremi de Floristes de Catalunya, Dan Collado, quien explica que lleva varias semanas en busca de una para un cliente.
En Flores Navarro, por ejemplo, tienen un sitio preferencial en la calle y se venden por entre 35 y 285 euros, en función del tamaño. “Es una planta cara porque su proceso de cultivo es lento y eso hace que haya pocas”, apunta Miserachs. Así pues, un geranio, una petunia o una flor de Pascua son mucho más económicas porque se cultivan en 3 o 4 meses. En cambio, una strelitzia augusta requiere de 4-5 años de cultivo, lo que sin duda la encarece. Entonces, ¿tiene sentido pagar 285 euros por una gran strelitzia o es mejor optar por una de menor tamaño? “Al comprarla más pequeña, más joven, tienes más posibilidades de que se adapte al ambiente de casa, aunque nunca será el óptimo para su bienestar”, explica Miserachs. En algunas floristerías también se puede comprar únicamente la flor o las hojas, por separado, para confeccionar un bonito ramo.
Alternativas más económicas
Para dar un toque verde al hogar sin dejarse un dineral, la alternativa que más similitudes guarda con la tan buscada strelitzia podría ser una kentia o una areca. Ambas tienen las hojas más pequeñas y estrechas, pero con su forma de palmera aportan un punto tropical a un precio más económico.
Así pues, se pueden encontrar kentias de dos metros por alrededor de 70 euros. La areca, por su parte, sería la sustituta de la kentia y es un poco más barata. “Son dos palmacias bastante parecidas a las que nos les gusta el roce, pero se pueden adaptar algo mejor a un interior”, apunta Miserachs sobre estas plantas, que son menos resistentes que la strelitzia, pero más aconsejables si se quiere decorar el salón.
Las plantas de interior no existen
A pesar del mito y dejando de lado las de plástico, las plantas de interior “no existen”, insiste Miserachs, quien explica que todas son de exterior, pero que, en función de sus condiciones de origen, pueden adaptarse a nuestras casas, “aunque eso no significa que estén contentas”.
Sobreviven con buenos cuidados y pueden llegar a vivir años en un salón con luz, “pero si las pones fuera, en un clima más parecido al suyo, con sol y corriente de aire, vivirán mucho mejor y te lo agradecerán”, sentencia la experta.