“Evitar recibir publicidad de entidades o empresas a las que no hayas dado consentimiento expreso para ello”. Así de tajante, así de ventajoso. Para eso sirve apuntarse la Lista Robinson: adiós a las llamadas comerciales no deseadas, a los correos y a los SMS. No obstante, como ocurre casi siempre, no es tan sencillo: las empresas tienen sus estratagemas para lograr contactar con el usuario de forma legal. Una de las compañías que hace funcionar este tinglado es la española Least Cost Routing Telecom (LCRCom).
Antonio Pérez forma parte del enorme grupo de afectados que reciben llamadas gracias a esta firma. Este usuario publicó en X (antes Twitter) que un teléfono le incordiaba a pesar de estar inscrito en la Lista Robinson. “Comienza con 96 066... propiedad de Least Cost Routing Telecom, S.L”, denunció en la red social.
Bloquear el número de LCRCom
“Por desgracia, en estos casos, no se puede hacer otra cosa nada más que bloquear el número. Creo que existe la posibilidad de denunciarlo, pero, creo yo, eso sería mucho jaleo y papeleo para llegar al comienzo de todo”, cuenta Pérez a este medio.
Y tiene razón: estas comunicaciones comerciales son legales y están perfectamente estructuradas con el objetivo de que las leyes españolas no puedan sancionar a los emisores reales. Porque, aunque “el comienzo de todo” sea una empresa radicada en España, no llaman realmente desde aquí.
Buscar a quién pertenece un número
“Cuando me llama un número que no tengo en el móvil, lo busco por internet y, en esta ocasión, había información sobre éste”, relata Pérez. Hacerlo es sencillo: además de consultar en webs como ListaSpam, que recopilan información sobre números sospechosos, es posible averiguar a quién pertenece realmente un teléfono en la web de la CNMC.
El problema radica en que LCRCom reasigna las numeraciones. “Ha llegado un momento en el que no contesto a ciertos números, ya que quien llama es un ordenador que cuelga nada más contestar al teléfono. Aunque sí he contestado a anteriores llamadas. O responden, después de unos 2 o 3 segundos de silencio o, directamente, hay un breve silencio y cuelgan. Alguna vez he contestado, les he dicho ‘¿saben que este número está registrado en la Lista Robinson?’, y alguno me cuelga. Otros continúan como si no hubieran escuchado nada”, relata Pérez.
Servicios de call center y telefonía VoIP
Pérez no es el único que ha criticado abiertamente las prácticas de Least Cost Routing Telecom. “En España, si te llaman del número 960667036, que sepas que es una estafa. Se hacen pasar por Telefónica. Os pueden hacer dudar porque saben el nombre completo del titular. Pretenden saber más datos, como por ejemplo la dirección. Dicho número está comercializado por LEAST COST ROUTING TELECOM SL, se dedican a dar servicios de call center y telefonía VoIP, entre otros”, exponía un ciudadano molesto en X.
Tampoco es algo novedoso: en mayo de 2023, este medio relató cómo Aire Networks del Mediterráneo alquilaba líneas telefónicas a otras entidades que realizan comunicaciones comerciales indeseadas de forma masiva e insistente. LCRCom pertenece al grupo Aire, con sede en Elche, cuyo CEO es Raúl Aledo.
Cómo funciona el sistema VoIP
Tal y como describe LCRCom en su web, una centralita VoIP es un sistema de telefonía que permite realizar y recibir llamadas telefónicas utilizando una conexión a Internet en lugar de una línea telefónica tradicional.
Es más etéreo, más barato y permite cierta carta blanca. “Al utilizar una centralita VoIP, las empresas pueden reducir significativamente sus costes telefónicos y mejorar la calidad y eficiencia de sus comunicaciones”, describen. Eficiencia para las empresas, claro está, no para el receptor de la llamada.
Alquilar o revender las líneas
“Estos piratas de LCRCom se dedican a alquilar y/o revender sus líneas a spamers (clientes suyos), obteniendo los datos de los abonados de manera ilegítima”, señalaba otro usuario en la misma red social.
Lo cierto es que, a pesar de ser una empresa puntera que se mantiene al tanto de las últimas tecnologías para desarrollar nuevos productos y servicios que satisfagan a sus clientes, no es una compañía nueva. LCRCom nació en 1999, en el marco de la liberalización de las telecomunicaciones en España. Lo hizo con capital 100% español, y presentaba “una alternativa al modelo de negocio de las grandes compañías telefónicas”. Fue absorbida por el Grupo Aire en junio de 2023.
Llamadas fraudulentas o de spam
“Ese número pertenece a la operadora Least Cost Routing Telecom, del Grupo Aire, las habituales de este tipo de llamadas, unas de spam y otras fraudulentas, hechas desde terceros países, sobre todo de Hispanoamérica, donde las leyes españolas o la Lista Robinson se la pelan”, resumía otro internauta X.
Es decir, que LCRCom posibilita que las grandes compañías reasignen líneas a pequeños call centers situados en Sudamérica, sobre todo en Perú. No hacen nada ilegal, pero actúan como colaboradores necesarios. “Se ríen de nuestras leyes. Se ríen porque nuestras leyes no se aplican allí, y ni la AEPD puede hacer nada. La Ley General de Telecomunicaciones debería prohibir la reventa de líneas u obligar a las operadoras que revendan a responder civilmente de los perjuicios que sus usuarios ocasionen”, opinaba este usuario.
Respuesta de LCRCom
Hace unos meses, un ciudadano denunció en LinkedIn los procedimientos de LCRCom, a quien criticó con dureza haciendo referencia al “acoso” de sus “revendedores”. La compañía se defendió y le dio una respuesta reveladora. En primer lugar, arguyó que las líneas citadas estaban “subasignadas legalmente por parte de LCRCom, como Operador registrado en la CNMC, a Revendedores, que, a su vez, cumplen con los requisitos legales de inscripción como tales ante la CNMC”.
Hasta aquí todo bien. El problema es que la compañía también aseguraba que “LCRCom realiza un esfuerzo de concienciación con los Revendedores para que trasladen a sus clientes instrucciones -que les traslada LCRCom por vía contractual-, sobre la necesidad de realizar las llamadas comerciales en seguimiento, tanto de la normativa de protección de datos; como, a partir del 29 de junio de 2023, del Art.66.1.b de la Ley General de Telecomunicaciones”.
Esfuerzos de concienciación
Sería interesante conocer cómo se concretan dichos “esfuerzos de concienciación”: puede que de vez en cuando llamen la atención a los call-centers que se pasan demasiado de la raya, puede que exista una suerte de manual de buenas prácticas al que nadie hace ningún caso o puede que les dé absolutamente igual, porque están cubiertos: cuando ha llegado alguna reclamación a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), ha sido archivada.
Por ejemplo, en 2023, la Agencia recogía que un ciudadano recibía llamadas de Sanitas, pero el titular de la línea era Net Voiss, S.A.C, un call center de Lima (Perú). La línea, prestada por LCRCom, se utilizaba a través de conexión SIP trunking (“conexión de protocolo de inicio de sesión que consiste en el uso de voz sobre una IP mediante un servicio VoIP”.
Falta de competencias
“Hay que señalar que la LGT no confiere a la Agencia Española de Protección de Datos competencias sobre una empresa ubicada en Perú. Por lo tanto, en base a lo indicado en los párrafos anteriores, no se han encontrado evidencias que acrediten la existencia de infracción en el ámbito competencial de la Agencia Española de Protección de Datos”, decía la sentencia. ¿Hay quizá un punto de amargor en la primera frase?
Este medio ha contactado con LCRcom para preguntar cómo se concretan los “esfuerzos de concienciación” y si toma medidas cuando el cliente de un Revendedor no atiende a sus instrucciones y se salta la ley, pero no ha obtenido respuesta.