Para ahorrar con el combustible del coche, muchas personas buscan las gasolineras más baratas a través de Google Maps u otras aplicaciones. También hay quienes rastrean las ofertas de grandes compañías, por ejemplo, Repsol, que ha anunciado la ampliación de la campaña de descuento de 10 céntimos por litro hasta diciembre. Para sacar provecho de ella, hay que sumarse al programa de fidelización Waylet. Pero también hay algunos más descarados que, directamente, optan por el simpa, es decir, irse sin abonar ni un euro.
Es el caso de un hombre que se enfrenta a una pena de tres años y nueve meses de prisión, que es lo que pide la Fiscalía, por un delito continuado de estafa cometido en una gasolinera de Alicante. Según ha trascendido, el hombre repostó en 31 ocasiones y no pagó ni una sola vez, por lo que la cantidad total adeudada es superior a los 2.790 euros.
Abonar el dinero después
Los hechos ocurrieron entre el 15 de mayo y el 15 de junio, cuando el procesado repostó gasolina y compró en el supermercado de una estación de servicio de Alicante con “la falsa promesa de abonar el dinero con posterioridad, sin cumplir este propósito”. Es decir, que mintió a los trabajadores de la gasolinera.
El caso se juzgará este jueves 26 de octubre en la sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante, de acuerdo con la información difundida por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).
Casos similares
Este caso recuerda al de un hombre que salió a la luz hace un par de meses: había sido detenido en muchas ocasiones por irse de una veintena de restaurantes sin pagar la cuenta. Curiosamente, también ocurrió en la provincia de Alicante.
Su técnica consistía en darse un buen atracón (ya fuese de ensaladilla rusa o de paella), simular que no entendía bien el español y fingir un desmayo.