A veces conocen los nombres, los apellidos o, incluso, la dirección. Saben con qué compañía energética o eléctrica está el usuario y cuánto paga. En ocasiones trabajan al límite de la legalidad o se la saltan sin demasiados aspavientos: las empresas de telemarketing pueden ser una jungla. Y, aunque el consumidor esté en la Lista Robinson, le llaman y le llaman. Esta cadena telefonazos y molestias puede volverse un horror si, encima, la llamada comercial se trata de una estafa.
Entre los fraudes, hay una práctica usual en las que un supuesto comercial te hace una oferta irrechazable para cualquier servicio(telefonía, suministro de luz y gas, etc.). Aunque en la mayoría de casos es fácil detectar que es una estafa, el problema viene cuando está tan conseguida que genera dudas sobre su veracidad. Estas seis preguntas son infalibles para descubrirlo, según cuenta Álvaro García en su artículo para Xataka.
“¿Puedo hacerte unas preguntas”
La primera pregunta es sobre si puedo hacer preguntas. Suena extraño, pero si se trata de una oferta real que nos hacen vía telefónica, los comerciales estarán más que acostumbrados a que les confundan con estafadores y entenderán perfectamente que nos queramos asegurar de que no es un timo lo que nos ofrecen.
Aunque si son de verdad unos estafadores, ya empezaremos a notarles molestos e incluso puede que nos cuelguen. A veces basta una pregunta para pillarlos y en otras ocasiones hay que proseguir, sin dudar en hacer las siguientes preguntas.
“¿Puedes decir mi nombre completo?”
En la mayoría de ocasiones, las estafas son aleatorias. Ellos toman un número al azar o de algún listado anónimo y comienzan a llamar indiscriminadamente. De ahí que sea fundamental no decir nuestro nombre previamente. Una cosa es cuando llamamos nosotros a algún servicio de atención al cliente y otra cuando son ellos quienes nos llaman, ya que tienen la obligación de conocerlo. En ocasiones sí conocen tu nombre, pero no tus apellidos, lo cual ya es mala señal.
Pero cuidado porque no ha de ser esta una pregunta definitiva si conocen nuestro nombre al completo. Es posible que lo hayan extraído de una filtración de datos o de un consentimiento previo que hemos otorgado sin darnos cuenta.
“¿Me pueden confirmar mi DNI?”
Esta es una pregunta orientada a llamadas en las que dicen ser una empresa de la que ya somos clientes. Por ejemplo, de nuestra compañía telefónica. Como ya decía anteriormente al referirme al nombre, es habitual que cuando llamemos nosotros a estos call-center debamos identificarnos, pero no cuando es al revés.
Aquí, un poco lo mismo de antes. Si no conocen el DNI y dicen ser una empresa que debería tenerlo, mal asunto. En el caso contrario, suele ser menos frecuente que tengan nuestro DNI, pero si lo tienen, tampoco recomendaría darles confianza absoluta.
“¿Puedo pensarlo y contactar yo mismo más tarde?”
En general, este tipo de estafas ofrecen un servicio con una jugosa oferta temporal. Sin embargo, cuando es una llamada de confianza no se trata jamás de una oferta que deba aceptarse en ese momento. Puede que haya un plazo de unos días e incluso horas, pero nunca ha de ser momentáneo.
Si es una campaña de captación de clientes, una empresa real no va a perder una oportunidad por no querer realizar el trámite al momento. Por ello, conviene que les pidamos algo de tiempo para pensarlo y solicitar ser nosotros quienes contactemos y no al revés. Que pueden insistir en ser ellos, pero insistamos nosotros también en contactar nosotros. Como en los casos anteriores, es posible que incluso siendo una estafa te ofrezcan un margen de tiempo.
“¿Me das un teléfono al que llamarte más tarde?”
Sin bajarnos de la excusa de ganar tiempo, pedir un número de teléfono es también una forma interesante de descubrir si es una estafa. Si se niegan, ya lo tenemos claro y, si te ofrecen uno, te tocará investigar después.
Quizás te digan que llames al mismo número del que te están llamando o tal vez te faciliten otro. El caso es que no deberás darlo por bueno, sino buscar información sobre ese número e incluso consultar a la empresa real. Si te ha llamado, pongamos que Iberdrola, conviene contactar con esta compañía para consultarles si ese número es suyo y si lo que ofrecían en esa llamada que recibiste era real.
“¿Me puedes facilitar un correo electrónico de contacto?”
Al hilo de lo anterior, aunque también puedes plantear antes esta cuestión, es interesante solicitar un correo corporativo. Podemos usar de excusa lo mismo que lo anterior, ganar algo de tiempo para pensarlo y ya contactarles por esa vía para realizar la contratación. Por ejemplo, supongamos que nos llama (presuntamente) Movistar, Vodafone u Orange. Su correo electrónico de contacto puede comenzar de diferentes formas, pero su dominio siempre ha de ser uno oficial y coincidente con su página web. Por tanto, cualquier correo diferente a @movistar.es, @vodafone.es o @orange.es es dudoso.
Poner el nombre de la empresa no es suficiente. Siguiendo con el ejemplo, hay ocasiones en las que puede ser vodafone@XXXX.es (donde "XXXX" cualquier dominio diferente al original). Incluso puede contener el nombre tras el '@', pero si va seguido de algún sufijo extraño, desconfía. Igualmente, no aceptes que te contacten ellos primero por esa vía, ya que podrían enmascarar la cuenta de correo y hacer que parezca auténtica. Has de pedir explícitamente ser tú quien les escriba primero.