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Qué se necesita para viajar al extranjero con hijos menores tras el divorcio
Una abogada explica lo fundamental para pasar los controles fronterizos sin tener ningún tipo de problemas con las autoridades
Las Navidades son sinónimo de vacaciones y no son pocos los que aprovechan este mes para hacer algún viaje, muchos fuera de nuestras fronteras. En diciembre de 2022 se realizaron más de 1,6 millones de viajes al extranjero, según el Instituto Nacional de Estadística, una cifra que se prevé batir este año.
Sin embargo, cuando estos desplazamientos implican niños menores de parejas divorciadas pueden surgir conflictos.
El consentimiento
En 2022 hubo 81.302 divorcios en España, un 6,4 % menos que en el año anterior, según el INE. En el 43,1 % de los casos, existían únicamente hijos menores de edad. A la hora de viajar, Lidón García, abogada del despacho Marín & Mateo Abogados explica que “es fundamental contar con el consentimiento del progenitor, tanto para salir del territorio nacional, como para obtener el pasaporte del menor”.
De esta forma, “se evitará tener problemas con las autoridades de los controles fronterizos, que vigilan muy de cerca a los menores acompañados de un único adulto”.
Con o sin sentencia
Aunque exista una buena relación entre los progenitores y exista custodia compartida, otorgada en el 45,5 % de los casos de divorcios de parejas con hijos el año pasado, la abogada insiste en que “un documento por escrito debe dar fe de que se está de totalmente de acuerdo con que el viaje tenga lugar”. La sentencia de divorcio regula este permiso, que se acredita a través del convenio regulador.
“Lo ideal es que esta coyuntura se tenga en cuenta desde un principio, para evitar la molestia de pedir autorización cada vez que hay un desplazamiento al extranjero”, advierte García. Pero, si llegan las vacaciones y los documentos todavía no están operativos, la solución es “acudir a las dependencias de la Policía o la Guardia Civil y cumplimentar un formulario, que deberán firmar ambos progenitores y contar con el sello de las fuerzas del orden para que tenga validez”, revela la experta.
Autorización judicial
Visitar otros países abre una ventana de conocimiento a los más pequeños, que además de nuevas culturas o estilos de vida, aprenderán valores como la tolerancia. Sin embargo, la negativa del progenitor que se queda en casa puede dar al traste con la aventura. “En ocasiones, no es una cuestión de sobreprotección por miedo, sino de un riesgo real de sustracción del menor”, advierte García.
En última instancia, el progenitor que quiere viajar puede “solicitar una autorización judicial a través de una demanda de jurisdicción voluntaria”, indica la abogada. Tras evaluar las circunstancias familiares y escuchar los argumentos a favor y en contra de ambos progenitores, este decidirá si autoriza o no la salida al extranjero del menor.
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