Showroomprive es un club de compras privado, es decir, una empresa de comercio electrónico en la que el usuario debe estar registrado para comprar. De origen francés, comercializan artículos de marcas importantes, desde electrónica hasta moda, con descuentos suculentos. La compañía cerró el primer trimestre de 2023 con buenos resultados, y en 2022 logró unos ingresos totales de 657,4 millones de euros.
No obstante, el descontrol con las empresas de reparto asociadas también ha provocado molestias. Elena G. Moreno cuenta a este medio que el pasado diciembre decidió comprar unas botas de la marca Geox en dicha página. “Me hicieron un descuento de 10 euros por ser la primera compra, y el envío lo puse por GLS a un estanco cerca de mi domicilio”, relata.
Desincronización con la empresa de transportes
El problema fue que la página de Showroomprive para revisar el estado del pedido “no va sincronizada con el transporte, con lo cual, ves que el paquete está dentro de los plazos que te indicaron al principio y no le das más importancia”, expone. Es decir, que no hay información realista y actualizada sobre el estado del pedido.
“¿Que sucedió? Pues que el pedido llegó antes y no se había actualizado en ningún momento la web. Además, tampoco recibí ningún email ni mensaje al teléfono que confirmase que la entrega se había completado”, relata Moreno. Así, el paquete llegó al estanco, pero ella no tenía modo de saberlo. “Las zapatillas las devolvieron a los cinco días porque no fui a recogerlas”, lamenta.
“Llamé más de diez veces a atención al cliente”
“Ahí empieza el calvario. Calculo que llamé más de diez veces a atención al cliente, y cada persona que te cogía el teléfono te decía cosas distintas. Uno que las habían vuelto a enviar, otro que iniciaban el proceso, otro que tenía que esperar que llegara al almacén para emitir el pedido nuevo, otro que no se encontraban las botas, otro que ya estaban en el transporte... un desastre”, expone Moreno.
“Me dieron número de seguimiento y todo, que nunca funcionó”, añade esta afectada. Además, pasaban los días y el estanquero ya estaba “hasta las narices, porque preguntaba y no había noticias de las botas”, indica Moreno. Lo peor fue la desorientación: “Me decían que al día siguiente las recibiría, y la página web ni siquiera se actualizaba ni daba pedido nuevo ni nada de nada”.
Devolución a tiempo
Así, “al cabo de un mes”, su paciencia se agotó. “Dije que me devolvieran el dinero, cosa que hicieron con sus días correspondientes”, reconoce Moreno. Con todo, recalca que la experiencia fue “desastrosa” y que desde atención al cliente “contaban mentiras y más mentiras, no quedaba constancia en el ordenador de los problemas que yo relataba, así que tenía que empezar a contar de nuevo la historia en cada llamada”. Su conclusión es que “si no miras la página del transporte, estás perdido”.
Muchos otros consumidores han manifestado su malestar con Showroomprive por problemas parecidos. “Hice un pedido de un bolso interior de Obag mini. No tiene el mismo tamaño que el original, bolsillo interior descosido, no parece producto original de la marca”, denuncia una clienta. Otra calificaba el servicio de “vergüenza”, ya que habían anulado sus pedidos “a última hora”
Malas opiniones en foros
Lo más sorprendente es que Showroomprive, siendo una empresa que se pretende prestigiosa y creadora de tendencias (recientemente han lanzado ShowroomBy, una nueva experiencia de e-shopping con distintas influencers), tiene pésimas puntuaciones en Trustpilot: hay más de 15.655 valoraciones de usuarios, y su puntuación es de 1,5 estrellas sobre 5.
“Engañan al consumidor diciendo que reembolsan el dinero en 5 días. He solicitado la devolución de un artículo el 5 de mayo y, a día 4 de junio, todavía no lo he recibido y encima tienen la poca vergüenza de poner en el estado que lo han hecho y ahora tienen el producto y el dinero. Eso, señores, se llama estafa”, afirma un consumidor. Otro denuncia que devolvió unos productos hace tres años y todavía no tiene el reembolso.
“Desastre”
Además de las frecuentes críticas al servicio de atención al cliente, se suceden las palabras “desastre”, “decepción” o “vergüenza”.
Este medio se ha puesto en contacto con Showroromprive para conocer sus argumentos ante este descontento generalizado, pero, al término de este reportaje, no ha obtenido respuesta.