Hay mucho desconocimiento sobre cuáles son los productos que realmente funcionan contra las picaduras de mosquito. La eficacia de algunos repelentes es un pozo lleno de mitos, timos y mucho marketing. Además, esta mezcla explosiva acaba con un único final: la inevitable y molesta picadura.
Con tantas alternativas en el mercado en forma de velas, pulseras, espirales, inciensos o aceites, el consumidor se pierde y acaba con el carro de la compra lleno de accesorios que no siempre sirven o son útiles. Pero ¿cuáles son las fórmulas más eficaces para evitar acabar con el cuerpo lleno de picaduras y pasar un verano incómodo?
La mejor solución se inventó hace 75 años
El único repelente eficaz contra las picaduras de mosquito se creó hace 75 años. Dicha solución se creó para los soldados norteamericanos que iban al campo de batalla y se adentraban en algunas junglas --con sus respectivas consecuencias-- durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, este producto casi centenario a veces le pasa desapercibido el consumidor que prefiere “gastar el dinero en otros remedios un tanto ineficaces”, señala el doctor José Ramón Calvo, presidente del Instituto de Cooperación Internacional y experto en picaduras de mosquito.
El remedio prodigioso en cuestión se llama N,N-diethil-m-toluamida -- o DEET en su expresión más general y sencilla-- y es la opción más “segura, efectiva y económica”, explica Marián García, farmacéutica y divulgadora científica. Está presente en varios espráis que ofrecen las farmacias y sirve tanto para ahuyentar el mosquito común, como para la versión tigre, las moscas negras, los tábanos y las garrapatas.
La citronela y los ultrasonidos: mucha fama y poca eficacia
La falsa y arraigada creencia de que los compuestos naturales son más seguros que los sintéticos ha provocado el auge de repelentes como la citronela o la piretrina, que según los expertos consultados por este medio no son soluciones eficaces para combatir las picaduras de mosquitos.
Estos componentes se venden en múltiples formatos --de hecho cada año salen más--, pero, en realidad, “no sirven para nada”, subraya Calvo. Y tampoco son eficaces los ultrasonidos que se conectan a los enchufes de la luz. De hecho, ya en 2011 se pidió al Instituto Nacional del Consumo (INC) la retirada de estos productos por no poder demostrar su eficacia.
Gastar el dinero en lo que sí vale la pena
Los productos con DEET se pueden encontrar tanto en boticas como en algunos supermercados. Entre las marcas más conocidas se encuentran los aerosolores: Goibi (del laboratorio Cinfa), Relec (Perrigo), Repel Bite ( Esteve), Isdin Spray Antimosquitos y Autan (de SC Johnson). No obstante, este último no tiene DEET, sino Icaridin, un principio activo comparable. Ninguno de estos productos baja de los 7 euros y el más barato es el Relec, que cuesta 5,46 euros, pero su olor es uno de los más fuertes.
Además, no todos los repelentes de mosquitos contienen la misma cantidad de DEET. No obstante, cuanta más concentración de producto, más tiempo dura su protección. En el mercado existen repelentes que tienen desde un 20 % de DEET --Repel Bite, Isdin y Autan-- hasta un 50 % --Relec y Goibi--, que es la concentración más alta. Los que incorporan un 20 % de DEET su eficacia dura unas cuatro horas, mientas que los que poseen un 50 % alargan esta protección hasta las ocho horas. Así, para un viaje a un país exótico es mejor utilizar los productos que tengan un alto contenido de repelente y reservar los productos con un 20 % para los días de verano en cualquier lugar de la costa española.
Embarazadas y niños
Los recién nacidos no pueden utilizar ningún repelente y aquellos que tengan más de dos meses pueden empezar a utilizar el IR3535, un compuesto que ahuyenta los mosquitos y que se enmarca dentro de los biopesticidas. A partir de los dos años ya sí se pueden utilizar mezclas con DETT, pero sólo aquellas que tenga la etiqueta de “apta para niños” o “familiares” que tienen, como mucho, un 20 % de repelente.
Con respecto a las mujeres embarazadas, la farmacéutica explica que no hay estudios que confirmen “contraindicaciones del DEET durante el embrazo y la lactancia”, pero como este químico puede absorberse es mejor “abstenerse de su uso durante el primer trimestre”.