Las gafas de realidad mixta de Apple, las Vision Pro, han llegado para cambiarlo todo en la forma en la que consumimos tecnología. Su éxito está siendo muy importante en Estados Unidos, donde aseguran que se han vendido más de 200.000 unidades a pesar de su elevado precio (3.500 dólares, 3.266 euros).
A nivel tecnológico se ha demostrado que se trata de una proeza que abre un mercado inexplorado hasta la fecha, aunque los primeros análisis de los más expertos confirman que su concepto wearable deberá evolucionar para reducir su peso y hacerlas más cómodas en casos de uso prolongado.
Vision Pro: mucha tecnología y poca resistencia
Por otro lado, también han llegado los primeros test de resistencia y durabilidad con resultados sorprendentes y no muy positivos para Apple. Y es que se habla de unas Vision Pro realmente delicadas, concebidas como una primera generación que mostrará las posibilidades de esta tecnología, pero que a todas luces tendrán que optimizarse y mejorar para hacerse más durables y resistentes.
El youtuber Zack Nelson ha compartido un vídeo desmontando y destrozando unas Vision Pro de 3.266 euros para advertir de que hay que tener cuidado al utilizarlas, pues se trata de un dispositivo no solo costoso y prometedor, sino también delicado y complejo en cuanto a montaje. Prácticamente irreparable en caso de rotura o avería.
Fácil deterioro
En el vídeo se puede comprobar cómo el impresionante cristal curvado frontal que protege esa extraña pantalla tipo Robocop es en realidad un tipo de laminado cuya capa externa es plástica, así que se raya con una facilidad pasmosa, incluso sin pasar del nivel 3 en la escala de Mohs con arañazos profundos ya en el nivel 4.
Esto es, traducido, que cualquier llave, moneda o cremallera podrá dejar marcas para siempre en tus Vision Pro, por lo que hay que tener cuidado. Las lentes interiores también son plásticas, así que hay que tener mucho cuidado con ellas porque si el vidrio exterior puede dañarse sin empeorar la experiencia, que una de ellas se arañe matará el funcionamiento de la Vision Pro sin remisión posible. Se recomienda no limpiarlas con pañuelos ni servilletas.
La correa se quema en segundos
Por otro lado, la correa elástica de ajuste se siente de altísima calidad al tacto, aunque se daña con facilidad y se quema en segundos, por lo que los fumadores deben tener cuidado.
El chasis con su carcasa externa sí sorprende y aguanta, pues está mecanizado desde una pieza sólida de aluminio y al igual que los botones, también metálicos, ofrece lo que se espera de un material como este.
Muy difícil de reparar
Sin embargo, todo el resto del hardware es prácticamente inaccesible y llegar hasta él implicará romper el Vision Pro sin posibilidad de repararlo.
El veredicto es que Vision Pro es efectivamente una heroicidad tecnológica. Un producto que expande lo que entendíamos por unas gafas de realidad aumentada, virtual o mixta y que en efecto puede suponer ese punto de inflexión. El problema es que ya desde su nacimiento debemos saber que, a pesar de su precio de 3.499 dólares, el Vision Pro no están diseñado para ser reparado en ningún caso.