Desde las compresas hasta las copas menstruales pasando por los tampones o las bragas menstruales. Lo cierto es que la mujer cuenta con diferentes productos de higiene con los que hacer frente a la regla. El tiempo y la experiencia han ido demostrando las ventajas y desventajas de cada uno de estos métodos.
Frente a las tradicionales compresas y tampones, las copas menstruales están en pleno auge. Unos dispositivos de silicona de los que existen numerosas marcas en el mercado por distintos precios. La Generalitat de Cataluña ha anunciado recientemente que en 2024 repartirá copas menstruales de forma gratuita a todas las mujeres. Pero, ¿sirve cualquier marca o material?
Diez tipos de copas menstruales
Es evidente que la comodidad que ofrecen las protecciones intravaginales ha desbancado a las compresas. Así lo explica a este medio Mercedes Herrero Conde, ginecóloga y sexóloga de HM Hospitales y Gine4. Partiendo de ahí, Consumidor Global ha elaborado un ranking con diez marcas de copas menstruales. Ordenadas de más baratas a más caras, no todas ofrecen las mismas facilidades. En este sentido, las mejor valoradas son las que están elaboradas con silicona médica. Un material que ofrece mejores condiciones al cuello del útero en comparación con la silicona normal.
Bamboozy y Edicare son buenas alternativas. Todas las marcas que ofrecen su modelo por menos de diez euros están elaboradas con la silicona normal (excepto Stercupp). Por ello, ninguna ofrece una extraordinaria relación calidad precio. La copa de Lunette se vende por 27 euros. Un precio demasiado elevado para estar hecha solo de silicona. Si algo tienen en común todas las marcas es que ninguna (excepto Stigorvi) trae el esterilizador. Por lo que este complemento para la higiene corre por cuenta de la consumidora como un pago extra.
Ventajas y desventajas de la copa menstrual
Una de las principales ventajas que presenta la copa es la sostenibilidad. Puede llegar a durar años y genera un mínimo residuo, según argumenta la ginecóloga. En lo que respecta al cuerpo de la mujer, este producto consigue ser más respetuoso con la mucosa vaginal. Un factor que convierte a la copa en un producto más sano que el tampón. "Es como el cubo que recoge la gotera -que sería la copa- frente a una fregona que está absorbiendo todo el tiempo -que sería el caso del tampón-", ejemplifica Herrera.
Ahora bien, la copa menstrual también presenta alguna que otra desventaja. Se necesita más conocimiento sobre la anatomía. "Es posible que a las chicas les cueste un poco más usarla en sus primeras reglas", sostiene la sexóloga. A diferencia del tampón que funciona con un aplicador, la copa hay que plegarla e introducirla dentro de la vagina. Al momento de extraerla, hay que introducir el dedo y quitar el vacío. Otro inconveniente al que hace referencia Herrera es que hay que ser más cuidadosa con la higiene para manipularla.
"La protección menstrual del siglo XXI"
A juicio de la ginecóloga, la copa menstrual es la "protección menstrual del siglo XXI". Ahora bien, es muy importante conocer qué es lo fundamental en este producto. Unir concepto y diseño con un material óptimo es lo fundamental.
Todas las copas están elaboradas con silicona pero hay que hacer una distinción con la silicona médica. "Cumple unos estándares de porosidad que la hacen muy segura y evitan que los gérmenes puedan colonizarlas", matiza Herrera.
La importancia de una higiene correcta
La tareas de higiene que requiere es otro punto muy importante para evitar infecciones. La ginecóloga explica que se debe enjuagar con agua a cada cambio. Una vez terminado el ciclo menstrual, es necesario hervirla para esterilizarla. Esto debe hacerse en el microondas o al fuego.
Eso sí, hay que controlar el tiempo que se hierve porque, si se deja demasiado, entonces la copa puede deteriorarse. El siguiente paso es guardarla o bien en una bolsa de tela o en un envase adecuado. "Antes de usarla el ciclo siguiente, se vuelve a esterilizar como al terminar el ciclo", insiste Herrera.
¿Qué tipo de copa menstrual es mejor?
En el momento de decantarse por una marca u otra, hay que tener varios factores en cuenta. Herrera enumera tres: material, talla y maleabilidad. La experta recomienda optar por aquellas que sean de silicona médica. También es importante elegir la talla adecuada. Para ello hay que tener en cuenta aspectos como si se ha tenido hijos o no, por ejemplo.
Por último, es importante que sea lo más dúctil posible. "Te permitirá plegarla mejor y que se adapte a las paredes vaginales sin notarla", recuerda la ginecóloga. No obstante, este aspecto no se puede comprobar hasta que la mujer compra un modelo. "A menos que lo hagas en una farmacia o comercio donde tengan algunas de exposición", tal y como subraya Herrera.