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Radares autónomos: el último invento para cazar a los conductores que la DGT estudia comprar

Francia ya utiliza este novedoso sistema que obliga a prestar siempre atención a los límites de velocidad

Alberto Rosa

Aviso de radares en el recinto portuario de Algeciras / EP

Los radares son probablemente los dispositivos de control de tráfico más temidos por los conductores. Los hay de diferentes tipos y cada cual de ellos puede generar más o menos suspicacias.

Los radares fijos o aquellos de los que se conoce su ubicación incomodan menos que los móviles o Veloláser. Pero, hay otro tipo de sensor aún más molesto para los conductores: los radares autónomos.

Radares que se mueven solos

En las carreteras francesas ya se pueden ver este tipo de dispositivos que pueden cambiar su ubicación de forma automática. Así, los conductores no bajan la guardia y no se confían, por lo que acaban manteniendo siempre la velocidad legal.

Los radares autónomos pueden cambiar solos de posición / VITRONIC

Este tipo de radares se utilizan en Francia desde hace un tiempo y los datos corroboran su eficacia. En 2021, cada dispositivo triplicó las multas de los radares fijos, alcanzando las 14.000 denuncias anuales. De cara al año que viene, el gobierno galo tiene previsto instalar otros 800 radares autónomos en sus carreteras.

Así son los radares autónomos

Los radares autónomos son como un pequeño remolque que disponen de ruedas retráctiles, lo que les permite desplazarse sin necesidad de ayuda para cambiar de ubicación.

La empresa creadora de estos dispositivos es Vitronic y el nombre oficial de los radares es Enforcement Trailer, haciendo referencia a su estructura. Están equipados con conexión wifi y un láser más potente que el de otros radares. Estos dispositivos sufren vandalismo de manera constante y cerca de un centenar tiene que ser sustituido todos los años.

¿Próximamente en España?

Es por ello que cuentan con una estructura protectora antivandalismo, aunque al final decenas de ellos acaban sufriendo diferentes ataques. Y es que su efectividad no los hace muy populares. Su radio de control alcanza los 75 metros y tienen capacidad para detectar infracciones en varios carriles simultáneamente. Disfrutan de una semana de autonomía durante la cual pueden cambiar de localización. Igualmente, pueden ser remolcados cuando sea necesario.

De momento no está previsto que el radar autónomo llegue a las carreteras españolas, aunque el hecho de que se use en el país vecino podría acabar siendo un aliciente para que la DGT los implemente en España.