Tener una mascota implica una serie de responsabilidades que van más allá de la simple compañía, ya que los animales necesitan cuidados constantes y una atención adecuada para vivir una vida saludable y feliz. Los perros pueden provocar las quejas de algún vecino si se pasan con los ladridos, pero, ¿qué ocurre si un can muerde a otra persona o a otro animal?
La respuesta es que depende de cada situación y de la gravedad de la mordedura, pero no es algo descartable. El artículo 1905 del Código Civil establece que el poseedor de un animal o el que se sirva de él es responsable de los perjuicios que pueda causar, aunque se le escape o extravíe.
Proceso de evaluación
En determinados casos, algunos afectados pueden reclamar compensaciones o indemnizaciones por daños.
Así, tras una mordedura, lo más habitual es que primero se inicie un proceso de evaluación para calibrar los daños que ha causado un perro en otro animal o en una persona.
Penas de prisión
Si la persona afectada requiere tratamiento médico o quirúrgico, se puede determinar para el dueño una pena de prisión de 3 a 6 meses o el pago de una multa de 6 meses a 18 meses. En cambio, si la mordedura ha sido más seria y ha provocado una grave deformidad o incluso la pérdida de miembro principal (una oreja o un brazo), al dueño del animal se le impondrá una pena de prisión de 1 a 3 años.
En cambio, si el ataque derivase en una deformidad o pérdida de un miembro u órgano no principal, la pena de cárcel sería de 6 meses a 2 años.
Sacrificio del perro
Según explican desde Comar Abogados, una de las mayores preocupaciones del dueño de un perro que ha atacado a otro o a una persona es que al ser denunciados se determine la eutanasia del animal.
“Pues bien, en España esta es la última opción y prácticamente nunca se determina dicha opción”, indican.