Que los robots ya han aterrizado en la cocina no es nada nuevo. Desde hace un tiempo los androides calientan comidas, hacen cafés y preparan una infinidad de platos, desde cremas a guisos, helados e incluso canalones. Pero hasta esta semana, ninguna máquina había conseguido hacer uno de los platos estrella de la gastronomía española: la paella y lo consigue en sólo 17 minutos. Además, “está cojonuda”, en palabras de Enrique Lillo, uno de los creadores del robot.
Esta nueva máquina ha creado tal expectación que se ha convertido en una de las novedades más sonadas desde que el chef inglés Jamie Oliver añadiera chorizo a una paella, algo que causó estupor, sobre todo, en muchos valencianos. Y, ahora, este experimento tampoco se ha librado de cierta polémica. Porque… ¿es posible que un robot haga una buena paella?
Los expertos paelleros en pie de guerra
Muchos maestros paelleros se han alzado en contra de este robot. “Son tendencias que llaman la atención, pero yo no las defiendo”, apunta a Consumidor Global, Alfonso Cuquerella, chef en el restaurante La Granja, en la localidad valenciana de Sueca, y miembro de La Cofradía del Arroz.
Mientras, Álex Such, director del Mediterráneo Culinary Center, considera que “los cocineros necesitamos de la tecnología para elaborar nuestros platos”, aunque matiza que “nunca se podrá sustituir el factor humano, capaz de regular los puntos críticos de la cocción”. Según Such, la complicación de la paella reside en la temperatura y el mayor enemigo de ésta es ”no controlar el fuego”. Asimismo, estos expertos recuerdan que cada tipo de arroz tiene una peculiaridad y que un robot no puede conocer cuál es la capacidad de absorción de cada uno de ellos. “Se debería respetar más el término paella y sólo utilizarlo cuando se cumpla la receta”, añade Such. Y los ingredientes están claros: conejo, pollo, garrorfón, judías verdes, tomate rallado, azafrán, pimentón rojo, romero y agua. “Jamás caldo”, insisten estos cocineros profesionales.
Todo empezó en la boda de un amigo
Los inventos más insólitos del mundo se crean, a veces, de una manera poco convencional y este robot paellero no es la excepción. “Un amigo mío se casaba y me pidió que le construyera un robot para su boda. Hice uno que servía cerveza”, explica Lillo. Después de esta experiencia, y a través del Basque Cullinary Center, el ingeniero decidió llevar esta idea un paso más allá. Conoció a la empresa Mimcook y de ahí surgió el robot que hace paellas.
Así, detrás de este culinario androide hay dos compañías tecnológicas. Mimcook es una empresa catalana que diseña paelleros con control eléctrico y Brobots 5, de Lillo, es una sociedad especializada en la fabricación de brazos robóticos. “Estas articulaciones son capaces de introducir los ingredientes necesarios en la paella y remover el arroz. Y, el paellero cuenta con una tecnología que se encarga de memorizar la receta de un chef y controlar la temperatura de la cocción”, matiza el ingeniero.
Así funcionan los cobots
“Soy un gran defensor de la gastronomía de nuestro país, me gusta comer y no pretendo robarle el sitio a nadie”, se defiende Lillo ante las críticas recibidas por el sector hostelero. A su juicio, si la hostelería desaparece, su robot también. Su dispositivo, insiste, está pensado para ayudar a los cocineros, no para suplantarlos. “El robot está pensado para reproducir la receta de un chef y exportarla. Así sería posible comer una buena paella en Estados Unidos”, asegura.
Además, Lillo explica que su máquina es un cobot, es decir, un aparato tecnológico pensado para “trabajar codo con codo con el ser humano”. Según destaca, este invento permite “que los cocineros desarrollen mucho más su creatividad”, ya que el robot se encargará de los pasos más tediosos y repetitivos.