Con el verano y el aumento de los desplazamientos, las multas de la DGT también aumentan. Entre otras infracciones típicas del verano, la entidad puede sancionar a un conductor por llevar chanclas. Ahora bien, los agentes de tráfico no pueden multar a una persona por hidratarse al volante, al menos a priori. De hecho, la Dirección General de Tráfico recomienda hidratarse con frecuencia.
Tal y como recuerda El Motor, los datos de la DGT indican que la deshidratación reduce la atención y produce fatiga muscular, dolor de cabeza y cansancio, algo de lo que la mayoría de los conductores no son conscientes.
Distracciones en la conducción
A pesar de que “no está prohibido comer o beber” ni hay reglamentación específica al respecto, Tráfico indica que cualquiera de estas acciones puede ser sancionable si implica riesgo para la conducción, como distracciones. Asimismo, la DGT ha hecho énfasis en que “no llevar las manos al volante puede ser motivo de infracción leve”. Así, al final todo dependerá de la interpretación que haga el agente de tráfico, que podría imponer una multa de hasta 100 euros.
En cualquier caso, es poco probable que lo haga. Hidratarse permite al conductor mantenerse alerta, y no hacerlo puede afectar negativamente a la concentración, al tiempo de reacción y a la capacidad de tomar decisiones rápidas y precisas.