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El pueblo más bonito de España para viajar en otoño, según National Geographic
La preciosa villa está ubicada a las puertas de la Selva de Irati y combina paisajes únicos con una gran riqueza patrimonial
España está plagada de pueblos con encanto, tanto por la riqueza cultural que se deja sentir en multitud de cascos históricos a los paisajes abrumadores que los abrazan, desde la cornisa cantábrica a las dunas de Andalucía. National Geographic ha señalado cuál es el pueblo más bonito de España para visitar este otoño, y el seleccionado ha sido Ochagavía, situado en Navarra, en el corazón del valle de Salazar.
En este “oasis de piedra” cercano a la Selva de Irati, los sonidos más frecuentes son los de “los pasos sobre los adoquines, el murmullo del fluir de las aguas del río y el tímido canto de alguno de los pájaros que habitan entre los árboles de la sierra Abodi”.
Un pueblo con pasado medieval
En el pasado, los lobos pululaban por los bosques cercanos a este municipio, y, aunque ya no quedan, su presencia sigue presente en la identidad del pueblo. En cuanto a los monumentos, en Ochagavía las construcciones típicas son las casas de piedra, con tejados muy empinados a dos o cuatro aguas, separadas unas de otras por un espacio denominado etxekarte.
Además, destacan varios palacios (el de Urrutia, el de Iriarte y el de Donamaría) y un puente medieval, así como la Iglesia de San Juan Evangelista (siglo XVI), que alberga tres retablos renacentistas, y el Santuario de Nuestra Señora de Muskilda, una ermita románica del siglo XII restaurada a mediados del XVII.
El desastre de 1794
Tal y como se indica en la web del Ayuntamiento, a fines del siglo XVIII la villa sufrió una de sus mayores catástrofes. En el año 1.794 los franceses invadieron España y en Ochagavía destruyeron completamente 182 casas y 52 bordas.
No obstante, antes de que mediara el siglo XIX la villa estaba ya reconstruida. Las tradicionales techumbres de madera se sustituyeron por otras de barro. En cuanto a la demografía, el pueblo tiene apenas 500 habitantes.
Un pueblo colorido y con contrastes
El color de la piedra contrasta con las flores que decoran los balcones de las casas. National Geographic también menciona los eguzkilore, “un símbolo de protección el hogar de la mitología vasca, colgados en las puertas”.
Como curiosidad, las calles de la villa no tienen nombre, “por lo tanto, la forma de localizar una casa es por el nombre de esta y el barrio en el que se encuentra”.
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